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CUENTO PARA UNA NAVIDAD DOM 12...

Enviado por yedra  

CUENTO PARA UNA NAVIDAD
Dom 12 Abr, 2009 8:44 pm

(Escrito en la bripac 9-12-81)

Los copos de nieve caían lentamente en los viejos tejados de aquellas humildes casas del pueblo.
Hacía mucho frío, por lo cual se veía alumbrar el fuego de las chimeneas, a través de las ventanas.



Todo era un extraño eco de paz y silencio en aquella noche; se notaba por alguna extraña razón que en el éter flotaba algo distinto, algo diferente a las demás noches, algo que no acertaba yo a comprender; como si las estrellas que furtivas se escondían detrás de las nubes que destellaban fugazmente...me quisieran hablar con un lenguaje que yo no entendía.

Yo siempre había sido un chico que casi todas las personas del pueblo-incluida mi familia- me consideraban como torpe y poco inteligente; y quizás tuvieran razón, pues allí me encontraba yo, caminando en la noche bajo la blancura de los copos de nieve, con ese frío que me hacía estremecer ligeramente; con mis mal cosidos zapatos, que yo mismo me había hecho, que dejaban pasar un poco de la nieve que mis ateridos pies pisaban.

Por mi mente cruzó la idea de dejar de andar por el prado, y volver a casa, sentarme junto al fuego, al lado de mis padres, y acostarme cuando me llegara el sueño; como había hecho durante todos los días, en los quince años que tenía.

Por alguna extraña razón no deseaba volver. Aunque sus padres no le habían tratado nunca muy bien, sentía que no era esa la causa por la que no deseaba volver a casa.
Aunque comprendía en lo más profundo de su ser, que ellos nunca se habían preocupado de él, también sabia que ni tan siquiera lo harían por saber dónde se encontraba en aquella fría noche; a pesar de todo, pensó que no era por eso, pues su corazón se había acostumbrado a la falta de cariño.
Tampoco sabía porqué prefería caminar entre la nieve sin rumbo fijo, solo comprendía que por primera vez en su vida, se sentía muy triste, terriblemente triste y solo.

Incluso sus amigas de siempre :las estrellas ,a las que siempre le gustaba contemplar, y les contaba sus pequeñitos secretos, sus ilusiones, sus esperanzas, todo aquello que manaba de su corazón, y que sólo podía contar a ellas, pues nadie aquí se preocupaba de escucharle, ya que todo lo que salía de su boca, le decían que eran boberías y cosas tontas de un crío; y entonces aprendió a callar, a guardar lo que encerraba su corazón, y sólo a ellas, las estrellas, se atrevía a contárselos, pues allá arriba en el hermoso cielo, con su suave y lindos parpadeos, me parecía que me sonreían; ellas eran mis amigas...no se burlaban nunca de mi.

Pero aquella noche allí no estaban, las habían ido cubriendo las nubes y me habían dejado a solas con mi tristeza.
De mi pecho surgió un fuerte dolor que se fue extendiendo a cada rincón de mi ser; solté un incontrolado sollozo, y todo se estremeció al sentir resbalar por mi cara mis primeras lagrimas, que surgían tan hondo de mi alma, que no llegaba a comprender porqué salían de aquél modo, y en aquella noche.

Mis ropas estaban blancas por la nieve, mi corazón negro por la soledad, y aunque todo hablaba en aquella noche de paz y sosiego, en mi alma solo reinaba el vacío y la tristeza.
Los árboles que soportaban en sus ramas aquella blancura, eran testigos de mi lento y silencioso caminar; y toda la noche fue testigo también de de una súplica desesperada que surgió de aquel pecho juvenil: ”¡Mis padres me enseñaron siempre, que tu no existes!, que solo eras invención de los hombres para explicar algo que no entienden que eras un vano sueño, sostenido por pobres tontos como yo; pero esta noche necesito creer en Ti, en alguien que pueda comprender y compartir mi soledad, considerarte como un padre, que me quieras y te preocupes de mi. No se si existes, pero me gustaría tanto que así fuera…No sé porqué pero parezco sentirte dentro de mi, que eres algo inmenso y bondadoso.
¡Me gustaría tanto que existieras! Pero al contarle esto a mis padres se ríen de mí y me llaman tonto; si eres tan bueno como imagino no tendrías reparos en decirme que estás ahí ¿lo harás?”

Estuvo escuchando en el silencio como si esperara la respuesta de ese ser superior en el que creía.
A sus oídos solo llegó reflejado el mismo silencio que reinaba en la noche. La luz de sus ojos se fue apagando, bajó la cabeza y murmuró tristemente: “Tienen razón al llamarme tonto”.

Al levantar la cabeza para volver a su pueblo vio entonces aquella hermosísima estrella tan resplandeciente como jamás había visto ninguna, parecía poder tocarla con la mano, y parecía estar tan cerca de el que comenzó a andar hacia ella, perplejo por su hermosura.

Vio a lo lejos un pueblecito pequeño, y la estrella parecía estar encima de el.
Se acercó hacia allí y entro en las calles del pueblo, miró hacia arriba y vio que era verdad: la estrella estaba justo encima.
Sin saber porqué gran parte de su tristeza cesó y sintió como una suave caricia en su corazón en medio de aquélla fría noche.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que las nubes habían desaparecido poco a poco del cielo, y había dejado de nevar. Todo el cielo parecía resplandeciente bajo aquella estrella. Vio como muchas personas pasaban junto a el, parecían muy alegres; eran pastores y labradores, mujeres y niños, y todos se dirigían a un sitio determinado; cantaban y parecían felices.

Comencé a andar detrás de ellos, movido por un impulso extraño que tampoco comprendí. Entonces vi a un grupo numeroso de gente, reunida alrededor de una pequeña y vieja cuadra, comencé a abrirme paso por entre la gente, y miré lo que había en su interior; lo que vi lo había contemplado infinidad de veces en mi pueblo, era algo normal, pero sin embargo dentro de mi algo indefinible se conmovió, se conmocionó en lo mas profundo de mi ser , cuando vi aquella hermosa mujer con un recién nacido entre sus brazos; poca ropa abrigaba su pequeño cuerpecito, y era prácticamente el calor de los animales que allí se encontraban, los que daban aquel calor.

El niño era precioso, y la madre también, y junto a ellos estaba el padre, con una cara de felicidad que jamás vi a un hombre de mi pueblo cuando llegaba su hijo al mundo; aquellas personas parecían respirar bondad en cada gesto, en cada mirada. Era algo que cautivó mi corazón, borrando todo rastro de mi anterior tristeza.

Vi como dejaban regalos para el niño que acababa de nacer; busqué por mis bolsillos para encontrar algo de valor para regalarle a aquél precioso niño, pero no encontré nada, en mis bolsillos solo se encontraba aquella estrella hecha de madera, en mis ratos de soledad…que eran todas las horas de mi vida-

Me había sentido muy satisfecho de mi pequeño trabajo y lo guardaba siempre en mi bolsillo como mi mas preciado tesoro, pero…junto a aquéllos regalos que yacían a los pies del niño, ¡no era nada!, pero me acerqué muy despacito y lo coloqué junto a los demás presentes, procurando que nadie me viera, para que no se burlaran de mi; sin embargo la madre del niño me sonrió muy dulcemente y me preguntó con una luz en su mirar que jamás había visto:

¿Cómo te llamas?
Yo le dije tímidamente:”Soy Pedro el pescador, me llaman asi porque mi padre me enseña el arte de la mar”, replicó el muchacho inocentemente.

La mujer habló de nuevo: “¡Mira cómo tu pequeña estrella le ha gustado a mi hijo! ¡Cómo quiere cogerla entre sus manos!”

Se la acercó su madre a sus manitas, que la agarraron fuertemente.
¡Ha preferido mi regalo! pensé orgullosamente.
¿Cómo se llama su hijo?-pregunté-
Jesús, -respondió dulcemente aquella hermosa mujer-.
¡Jesús, que bonito nombre!-me dije-y me abrí paso de nuevo para salir fuera.

Ya otra vez bajo las estrellas, sintió como su frío había desaparecido y sentía un agradable calor en todo su cuerpo, cosa que tampoco comprendía.
“Hay muchas cosas en esta noche que no entiendo”, se dijo para sí.

Mientras tomaba el camino de regreso a casa y caminaba, dejaba su mente volar con muchos pensamientos, y sobre todo pensaba en aquel ser eterno, bueno y poderoso en el que creía, al cual había pedido que le dijera de alguna forma que existía, para que se sintiera feliz, por una vez en su vida; pero no contestó, no oyó su voz; sintió mucha desilusión.

Pero ahora se sentía incomprensiblemente feliz, aunque no había tenido esa respuesta, aunque aquel ser…si existía, no se había dignado a responderle.
Quizás es que soy demasiado pequeño para que me oiga, y no sepa nunca que existo-pensó el muchacho-. Pero de todas maneras, otra vez, sin saber porqué, se sentía feliz y alegre. “Será que sigo siendo tonto”-pensó con una sonrisa-.

Y por aquellos oscuros campos se alejaba aquél muchacho, silbando alegres canciones, mientras las bellas estrellas, allá arriba, veían alejarse a Pedro el pescador, de aquél pueblecito llamado Belén.


AUTOR YEDRA

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PRIMER AMOR " ¡Y AMÓ! COMO...

Enviado por yedra  

PRIMER AMOR


"¡Y amó!
como posiblemente sólo se ama una vez en la vida.

En sus ojos veía reflejado los colores del atardecer...las luces brillantes del firmamento.


Su risa la creía escuchar en el viento que mecía suavemente las ramas de aquellos árboles que cruzaban por su camino.

Sus brazos fueron veredas en las que su ser felizmente se perdió.
Y vagó con éxtasis por los caminos de su piel,parando el tiempo a su alrededor...volando el alma por el cielo de la pasión.

Y la llevaba siempre en su mente y en su corazón;y cuando se separaba de ella...todo parecía evocarla,y los días se hacían eternos...los minutos trascurrían en su recuerdo.
¡Y la añoraba!
¡La soñaba!

¡Y amaba!
Como posiblemente no se vuelve amar en la vida.

¡El amanecer traía nuevos colores con su recuerdo!
El atardecer susurraba suave su declive hacia las sombras...con su recuerdo.
La canción que sonaba...lo hacia por ella.

¡Y llegó el día! que la separación ya no seria más.
Pero...¡ay! sintió un dolor como posiblemente no se vuelve a sentir en la vida.
¡El amanecer no fue compartido!
¡El atardecer sólo resonaba en su corazón!
¡La canción que sonaba, no llegaba a sus oídos!
¡La añoranza sólo la sentía su corazón!
¡La pasión sólo anidaba en un espíritu!
¡El recuerdo cálido sólo partía de su ser!

¡Y sus estrellas se apagaron!
¡El atardecer dejó de traer sus colores!
Y un dolor lacerante se extendió por todo su ser como espinas clavadas en el alma.

¡Y sintió un dolor como posiblemente jamás se vuelve a sentir en la vida!

Y pasaron los años...sus sienes se tiñeron de plata andando otras veredas,contemplando otros horizontes.
Y la brisa traía otros aromas,otros perfumes que se extendían por su corazón y acariciaban su mente.

Y las estrellas volvieron a brillar por los caminos de su corazón,iluminando su alma.
Pero a veces sin saber porqué,un eco de otro tiempo se acerca y golpea en un rincón del recuerdo...y una sombra cruza sus ojos;y vuelve a sentir en su ser aquella sensación...aquél dolor perdido en el tiempo.

¡ Y volvió a recordar aquél dolor...
como posiblemente no se vuelve a sentir en la vida!

AUTOR YEDRA

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RECUERDO UN TREN " RECUERDO UN...

Enviado por yedra  

RECUERDO UN TREN


"Recuerdo un tren,en una tarde de primavera.
El primer viaje de mis veinte años a un destino soñado,con la determinación de mis pocos años.



Por la ventanilla veía pasar los caminos alejándome de casa.
Mi vista se pierde en el horizonte,y mis pensamientos vuelan,y mil dudas me asaltan...¿como me ira? ¿seré capaz? ¿daré el paso adelante? ¿me acobardare?.A pesar de todas esas inquietudes algo en los mas profundo de mi,me dice...¡no hay vuelta atrás! ¡daré el paso al frente! ¡seré paracaidista!.

El traqueteo del tren me adormece y me cubre de sueños e ilusiones ante la encrucijada que me espera al final del camino.

De madrugada,hacemos trasbordo en Alcázar de S. Juan;ya estamos en el tren que nos lleva hasta Alcantarilla;el camino se acorta y la expectación aumenta.Ya no puedo dormir aunque lo intento.El traqueteo monótono del tren me relaja,pero no lo suficiente para caer en los brazos del sueño profundo.

En todas estas horas se ha tenido tiempo de charlar de muchas cosas;descubro que tengo pocas cosas en común con esos tres compañeros de viaje;a ellos les gusta las motos,los coches,las juegas.No hablo demasiado...¿de que podía conversar con ellos? ¿de poesía? ¿de música orquestal o clásica? ¿de música romántica?intento hablar algo de eso,pero me parece que me miran como un bicho raro ¡quizás lo sea!
así que dejo de hacerlo y ...hablo de otras cosas que no me interesan demasiado.

Ya la luz del día despunta por el horizonte ¡estamos llegando!
y suavemente el tren llego a la estación .Y dejamos a nuestra espalda aquel tren y nuestra vida de chavales despreocupados.

Son las 10´30 de la mañana de un miércoles 7 de Mayo del año 80.
Llegamos al puesto de guardia y entregamos nuestros papeles de ingreso,y...cruzamos la puerta del BIP.

Atrás dejamos el tren,y lo que comienza...¡ya es historia!
una historia que se proyecta en el futuro y llega a nuestros días,a este momento,en el que mi mano plasma en este cuaderno unos recuerdos de un tren...¡Y DE UN PASO AL FRENTE! ¡QUE ME MARCO PARA SIEMPRE

AUTOR YEDRA

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RECORDAR AYER MIS PALABRAS TE SUSURRARON...

Enviado por yedra  

RECORDAR


Ayer mis palabras te susurraron con suavidad "cuando menos te lo esperes todo será un leve recuerdo".
Hoy aquel presente ya resuena en el pasado,dejando ecos en mi corazón, que se vuelven amigos y dificultades; pero también en una pequeña y dulce nostalgia

de aquellos lazos que el tiempo no puede romper.

A veces me pregunto si en realidad mi alma añora en agradables recuerdos los que fueron mis verdaderos amigos, los momentos que pasamos juntos, nuestras pasadas situaciones, o simplemente la eterna nostalgia de mi corazón es por esos días que se van...y que no vuelven.

Me parece añorar cada paso que voy dejando atrás, pues siento que apenas nacen y ya se van quedando en el olvido; ese es el sentimiento que inquieta, que nuestras vidas parecen ser como esos leves pasos, en los que el presente se confunde con el pasado;formando recuerdos a veces tristes, a veces profundos y hermosos, pero todos son algo mas que un leve instante que pasa:son duraderos en nuestro ser.
Así de rápidas van pasando nuestras horas, nuestros días y años.

¡Qué rápidamente llega el pasado para envolver al presente!, para dejarnos esa semilla que unos aman, otros prefieren olvidadla, y a otros les dejan indiferentes, pero que está arraigada en nosotros para siempre, esa semilla que es el recuerdo.

¿Porqué habrá arraigado tan profundamente en mí?

Que al envolverme la penumbra y el silencio de la noche, a mi alma vuelven aquéllos amigos, aquéllos días que dejaron huella en mi ser.
Todos mis sentimientos se estremecen cuando aparece entre ellos la dulce nostalgia, para hablar a mi corazón de aquéllas melodías que no se perderán jamás, de aquéllos días que no se pueden olvidar.

¡Querido amigo!, allá donde estés; no creo que jamás puedas olvidar aquélla frase, que un día te dije al azar, pues ya sin duda sabrás que es verdad.
"Cuando menos te lo esperas, todo será un leve recuerdo".

Todo esto sin duda sentirás cuando veas tu vida pasar,pero... ¡¡por favor!!, conserva siempre como un tesoro tus buenos recuerdos.
Y si en ellos incluido yo estoy, como en los míos estás tu...
"Muy bien vale la pena caminar, si un hermoso recuerdo en tu corazón guardado está..."

AUTOR YEDRA

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ERA APACIBLE EL DÍA ERA APACIBLE...

Enviado por yedra  

Era apacible el día

Era apacible el día
y templado el ambiente
y llovía, llovía,
callada y mansamente;
y mientras silenciosa
lloraba yo y gemía,
mi niño, tierna rosa,
durmiendo se moría.

Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente!
Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca la mía!

Tierra sobre el cadáver insepulto
antes que empiece a corromperse…, ¡tierra!
Ya el hoyo se ha cubierto, sosegaos,
bien pronto en los terrones removidos
verde y pujante crecerá la hierba.

¿Qué andáis buscando en torno de las tumbas,
torvo el mirar, nublado el pensamiento?
¡No os ocupéis de lo que al polvo vuelve!
Jamás el que descansa en el sepulcro
ha de tornar a amaros ni a ofenderos.

¡Jamás! ¿Es verdad que todo
para siempre acabó ya?
No, no puede acabar lo que es eterno,
ni puede tener fin la inmensidad.

Tú te fuiste por siempre; mas mi alma
te espera aún con amorosa afán,
y vendrás o iré yo, bien de mi vida,
allí donde nos hemos de encontrar.

Algo ha quedado tuyo en mis entrañas
que no morirá jamás,
y que Dios, por que es justo y porque es bueno,
a desunir ya nunca volverá.

En el cielo, en la tierra, en lo insondable
yo te hallaré y me hallarás.
No, no puede acabar lo que es eterno,
ni puede tener fin la inmensidad.

Mas… es verdad, ha partido,
para nunca más tornar.
Nada hay eterno para el hombre, huésped
de un día en este mundo terrenal,
en donde nace, vive y al fin muere,
cual todo nace, vive y muere acá.

Una luciérnaga entre el musgo brilla
y un astro en las alturas centellea,
abismo arriba, y en el fondo abismo;
¿qué es al fin lo que acaba y lo que queda?
En vano el pensamiento
indaga y busca lo insondable, ¡oh, ciencia!
Siempre al llegar al término ignoramos
qué es al fin lo que acaba y lo que queda.

Arrodillada ante la tosca imagen,
mi espíritu, abismado en lo infinito,
impía acaso, interrogando al cielo
y al infierno a la vez, tiemblo y vacilo.
¿Qué somos? ¿Qué es la muerte? La campana
con sus ecos responde a mis gemidos
desde la altura, y sin esfuerzo el llano
baña ardiente mi rostro enflaquecido.
¡Qué horrible sufrimiento! ¡Tú tan sólo
lo puedes ver y comprender, Dios mío!

¿Es verdad que lo ves? Señor, entonces,
piadoso y compasivo
vuelve a mis ojos la celeste venda
de la fe bienhechora que he perdido,
y no consientas, no, que cruce errante,
huérfano y sin arrimo
acá abajo los yermos de la vida,
más allá las llanadas del vacío.

Sigue tocando a muerto, y siempre mudo
e impasible el divino
rostro del Redentor, deja que envuelto
en sombras quede el humillado espíritu.
Silencio siempre; únicamente el órgano
con sus acentos místicos
resuena allá de la desierta nave
bajo el arco sombrío.

Todo acabó quizás, menos mi pena,
puñal de doble filo;
todo menos la duda que nos lanza
de un abismo de horror en otro abismo.

Desierto el mundo, despoblado el cielo,
enferma el alma y en el polvo hundido
el sacro altar en donde
se exhalaron fervientes mis suspiros,
en mil pedazos roto
mi Dios, cayó al abismo,
y al buscarle anhelante, sólo encuentro
la soledad inmensa del vacío.

De improviso los ángeles
desde sus altos nichos
de mármol me miraron tristemente
y una voz dulce resonó en mi oido:
«Pobre alma, espera y llora
a los pies del Altísimo:
mas no olvides que al cielo
nunca ha llegado el insolente grito
de un corazón que de la vil materia
y del barro de Adán formó sus ídolos.»

ROSALÍA DE CASTRO

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LO QUE JESÚS ENSEÑÓ SE PUEDE...

Enviado por yedra  

LO QUE JESÚS ENSEÑÓ


Se puede decir que casi todas las religiones persiguen el bienestar espiritual del hombre;ofrecerle algunas respuestas que mantengan la llama de la esperanza,ante la pesada carga aveces de la vida y su desconsuelo.

Separar el grano de la paja,es la tarea complicada, o más bien,que no la sabemos asumir debidamente.
El grano,en el caso del cristianismo,es el

mensaje de Jesús;la paja es las interpretaciones interesadas o subjetivas en demasiadas ocasiones de las iglesias encargadas de trasmitir ese mensaje.

Pongo por ejemplo lo siguiente :Jesús ensalza la humildad y el despojarse de riquezas,cuando esa riqueza ocupa todo el lugar en el espíritu y el corazón;por eso El también pone el ejemplo del rico,el camello,y el ojo de la aguja ¿es eso un desprecio a todo rico? NO,sólo si pone todo su corazón en la riqueza.De hecho su gran amigo LÁZARO era un hombre pudiente en aquella época.

Después viene la interpretación interesada,que funcionó durante muchos siglos:el pobre debía de conformarse con ser pobre y no aspirar a más...pues Jesús preferia a los humildes;tergiversando las cosas,y pidiéndoles que pusieran sus afanes en la esperanza del mas allá y que se conformaran con sus vidas y su pobreza...mientras la misma iglesia se enriquecía,y su reino se volvía muy de este mundo.

Interpretaciones humanas,que han hecho mucho daño a la religión en si,y al mensaje de Cristo;pues no hemos sabido discernir que lo verdaderamente digno de tener en cuenta es el Grano-Jesús,lo demás no debemos mezclarlo con la grandeza del mensaje del CRISTO.

Al despreciar por estas razones y muchas otras,a la iglesia;con demasiada frecuencia se cae en el error de la generalización,y ya no vemos nada digno de creer,ni siquiera JE SUS; y su gran mensaje paga el pato,digamoslo así,de los grandes errores de gentes tan humanas en sus miserias como cualquier ser humano.

¿Alguien considera despreciable a JE SUS y su mensaje?
Seguramente casi nadie se atrevería a tanto...¡por lo tanto,quedémonos con ese grano! y olvidémonos del rencor a las iglesias que son tan falibles como nosotros mismos;y busquemos si acaso lo que haya hecho bien...que también son muchas cosas.

QUEDÉMONOS CON EL GRANO Y PERDONEMOS A LA PAJA,COMO EL NOS ENSEÑÓ.

AUTOR YEDRA

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ORACIÓN ¡HOY QUISIERA SEÑOR! PARARME UN...

Enviado por yedra  

ORACIÓN


¡Hoy quisiera Señor! Pararme un momento en mi andar por la vida y pedirte disculpas por algo que puede ser que no marche bien en mi alma.

¡No te siento! lo suficiente Señor en el Altar adornado en tu honor ni en las ofrendas que te dedican con fervor en un domingo

cualquiera.

¡No te siento!lo suficiente, en esas llamas trémulas que iluminan los rincones oscuros de tu Hogar. Ni tan siquiera las pinturas dedicadas a Ti, que cuelgan en las paredes bendecidas de tu templo.

Ni aun ¡discúlpame Señor! el verte clavado en la cruz, me hace sentir lo suficiente tu presencia, me conmueve pero mi corazón siente algo más que no se si está bien, y ello te ofende.

Por eso en esta tarde quiero pedirte disculpas por estos desvarios de mi corazón y de mi alma, porque ¡Señor!, estos disparates de mi ser, me hacen ver y sentirte más en otros lugares, en otras sendas.

Veo más tu altar en el corazón del Hombre que ama a sus semejantes olvidándose de sí mismo.
Ese altar que se adorna con las manos tendidas para sostener y apoyar al que sufre.

Te siento más en las ofrendas de un corazón sincero, en las miradas de amor de las madres por sus hijos, en la risa feliz de unos niños que juegan, despreocupados del mañana...

Te siento más en la luz tenue del amanecer o en los colores trémulos que se deslizan en el ocaso trayendo ensoñaciones al corazón.

Siento más tu templo en el cielo estrellado que embebe el alma, en el viento que mece las ramas de los árboles; en el agua cantarina que susurra en la fuente;en el eco de paz de una tarde serena. Aunque me duela verte colgado del madero y sin vida, mi corazón te siente más, lleno de ella cuando dejabas que los niños se acercaran a ti, y los bendecías;cuando tus manos aliviaban el sufrimiento del cuerpo y el espíritu. Cuando tu palabra llena de vida consolaban al alma confusa y perdida.

Por eso no puedo sentirte en la muerte y el tormento, aunque fue por nosotros;sino en la vida plena de tus hechos y palabras.
¡Ya ves Señor!, no parece tener enmienda mi corazón.

Por eso en esta tarde clara y luminosa quisiera pedirte que tengas paciencia conmigo, Señor, y me disculpes por todos estos disparates de mi corazón.

AUTOR YEDRA

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LA MENTIRA A VECES ME PARO...

Enviado por yedra  

LA MENTIRA


A veces me paro a reflexionar en los contrastes sorprendentes y contradictorios de este mundo que nos ha tocado vivir;y pienso que en demasiadas ocasiones nos enfrascamos en actitudes pueriles y faltas de sentido.



¡Nos rodean las mentiras! Nos asaltan con falsas promesas de mejorar nuestras vidas con un sin fin de productos milagrosos que mejorarán nuestra salud,de aparatos que harán nuestra vida más cómoda,de dietas que nos convertirá el cuerpo como los de aquellos modelos que salen en tv.

Los políticos nos pintarán un futuro inmejorable,al que sólo se llegará si les votas a ellos;o por el contrario un catálogo de desgracias si no lo hacemos.
Y nos prometerán unas cosas y...les aplaudiremos;y harán lo contrario y ...también les aplaudiremos.

Nos inundan las mentiras por todos los poros de la sociedad;y si no crees lo suficiente en algunas cosas,pues tendrás los adivinos,los videntes,los que te echarán las cartas para darte el consuelo que pides a cambio de tu...dinero.

Es desalentador comprobar como muchos aplauden y creen todas estas mentiras consentidas y apoyadas por los poderes públicos y la sociedad en general.

Es sabido por todos lo que produce una mentira en nuestro ámbito personal;un engaño de la persona que amas,la traición de un amigo,la falsedad y la calumnia de alguien que quiere perjudicarte.
Todo esto nos causa dolor íntimamente y no lo aceptamos y nos rebelamos contra ello,y necesitamos confiar en alguien sin mentiras...y que la verdad se instale en nuestras vidas;la necesitamos para seguir nuestro camino con algo de felicidad.

Y precisamente lo extraño de todo es que necesitando en nuestras intimas esa verdad;en demasiadas ocasiones aplaudamos y nos dejemos envolver y conducir por toda esa falsedad y mentira que nos rodea.

¿Cuáles pueden ser las recetas para despertarse a la realidad? Para mi entender se puede resumir bien en pocas palabras y una de ellas es:CULTURA y otra puede ser formación personal,tener una base sólida moral y referentes éticos claros;y reflexiones personales y frecuentes sobre todas las cosas que nos rodean.

Estas cosas pueden ayudarnos a entender y afrontar un mundo lleno de mentiras,y buscar esa verdad...que nos hace libres.

Y el mundo seguirá complaciéndose en la mentira,pero necesitando la verdad para dar sentido a sus vidas;pero...si cada uno de nosotros la instalamos en nuestros corazones siendo honestos y honrados,y rechazamos la falsedad,por lo menos en nosotros...el mundo falaz habrá perdido la batalla.

AUTOR YEDRA

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El mal amigo

Enviado por laza001  

Érase una vez un niño que tenía un amigo que no le escuchaba ni Le preguntaba como le iba el día. Un día, el niño le contó un secreto y le pidió que no se lo contará a nadie, pero al llegar a clase al día siguiente todos sabían el secreto.
Pasaron los años y el amigo del niño hacía siempre lo mismo.
Al final cuando el niño fue mayor murió feliz y rodeado de sus seres queridos, mientras que el mal amigo murió solo y triste.
FIN

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LA SONRISA DE DIOS

Enviado por yedra  


La pregunta de mi pequeño hermano me sorprendió:¿quien es Dios?
Lo espontanea de su pregunta y la expresión de su carita inocente,me hablaban de su primera inquietud infantil.



Ven-le dije-siéntate en mis rodillas.
¿porqué me haces esta pregunta?
¡verás!-me contestó-anoche escuché a mamá hablando sola en la oscuridad de su habitación;hablaba con un "señor"que ella llamaba Dios;entré despacito en la habitación...pero allí no había nadie,nada más que mamá;por la mañana le pregunté que quien era el,y porqué ella hablaba enfadada y llorando con ese tal Dios,pero no quiso responderme
¿tu sabes quien es,hermano?
¡Si! -le respondí- y entonces vi como su cara se iluminaba de alegría
pero ahora me preguntó:¿porqué te has puesto triste cuando te he hablado de el?
verás-le respondí-cuando papá enfermó gravemente,le pedimos fervientemente que le salvara-tu no habías nacido todavía-¡pero no nos escuchó! y papá murió.
¡¡ah! exclamó el pequeño,ese Dios es un medico malo ¿no?
¡No!-le dije- mira las estrellas y la luna,el Sol,los arboles,las flores,nosotros mismos...todo lo ha hecho Dios,con su poder y bondad todo lo creó.

La sorpresa del niño no tuvo limites:¿todo eso lo ha hecho Dios?
¡Si! -le respondí-
¿Entonces,si es bueno...¿porqué no salvó a papá?¿porqué lo dejó morir?
Papa no ha muerto,está con El en el cielo-acerte a contestar-
¿entonces mamá,porque sigue enfadada con El?

Queríamos mucho a papá y ella sufrió mucho cuando el se lo llevó;cegados por el dolor prometimos que nunca te hablaríamos a ti,de El.
Pero hoy he comprendido lo equivocados que estábamos,y tu has ayudado a ello,pues me he dado cuenta que a Dios no se le puede ocultar;El está dentro de ti,te ha utilizado amorosamente para hacérnoslo comprender.

Unos pasos detrás nuestro hizo volver nuestras caras...¡mamá!
ella con lagrimas en los ojos dijo ¡os he escuchado!
Y sin más,nos abrazamos los tres,y rezamos como nunca,pidiéndole perdón a Dios,a la vez que enseñábamos las oraciones al pequeño.

Una última pregunta hermano,-pidió- ¿cual es?-le respondí-
¿como es Dios? ¿no lo puedo ver? ¡si que lo puedes ver!
Mírate a ti mismo y sin duda lo verás -le dije emocionado-
Una estrella fugaz cruzó el cielo en la noche...
¡Dios había sonreído!

AUTOR YEDRA.

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