7 Cuentos contemporáneos 

MANOLO...EN LA PLAZA ESPAÑA

Enviado por carisima  

Parecía una caricatura que camina sobre la superficie lunar, por la imagen que devolvían de mi figura las grandes vidrieras, reflejando una enorme mochila sobre la espalda, llena de regalos y recuerdos para entregar a mis amigos al retorno de aquel viaje.
Caminando por las calles de La Gran Vía con un listado de tantísimos encargos escritos en el celular, consultado cada vez que algo llamaba mi atención. De tanta compra y esparcimiento, ignoro cuantas horas llevaba a ese ritmo rápido y agitado.
Llego un momento en el que no sabía dónde estaba, desorientada y sin norte. Sin embargo seguía caminando, al paso de calles diferentes no concurridas en contraste con las que transite horas anteriores. Buscaba un lugar apacible donde descansar un momento. Cruce una avenida y encontré al frente una plaza o parque de gran extensión. Dude primero, en acercarme porque unos gitanos mojaban sus ropas en las aguas de la fuente.
Hice a un lado los reparos, era más el cansancio que medir los peligros.
Bordeando la presencia de los gitanos, descubrí al fin los asientos de la plazuela, había varios vacíos y en particular uno de ellos estaba ocupado a un costado, por una persona de la tercera edad. Me pareció adecuado, sentarme al otro extremo- En caso de peligro habría un testigo.
Descargue el equipaje, lo coloque al medio del asiento y saque el bebedor de agua que tenía en la mochila, prendí un cigarro y me regale tiempo de descanso. No me interesaba, quien estaba sentado a mi lado, solo quería consultar el “google maps”, para averiguar la ubicación y cómo llegar al hotel.
Percibía la mirada del señor que se encontraba sentado al otro extremo del asiento y no obstante me sabia observada, continuaba consultando mi celular.
- Sois de Madrid? , me preguntó.
No quise contestarle, para no iniciar conversación, el hombre insistió.
Lo mire, insegura de la respuesta, le dije a secas “no”
- De donde entonces, insistió
- Soy turista, respondí a secas.
Mi compañero de asiento en la plazuela era un anciano.
De pronto vi su figura, delante mío, con una lata de Coca Ligth.
- Toma te invito, no te ofendas.
Deje el celular encima de mis piernas y recibí la bebida. Observe el envase con disimulo, tantas historias que escuche en mi país, sobre bebidas adulteradas, con droga y pastillas, que era prudente y necesario inspeccionar primero, - sí, estaba sellado-, el detalle despejo la desconfianza. Y dentro de mi garganta casi sin voz le dije, “Gracias”
El anciano, estaba vestido con una polera a rayas y unos jeans antiguos y despintados, su cabeza coronada de pelo cano y la cara raída de caminos profundos, resecos de los años.
Con paso lento, tardo unos segundos en volver a sentarse, la cuenta de los años estaba reflejada en la pesadez de sus movimientos, tomo asiento.
Un silencio rodeaba nuestro ambiente de descanso. No expreso nada más.
Aquel silencio, extrañamente me empezó a inquietar, porque no me habla, fui descortés o quizás se sintió ofendido, estará enfermo?, me preguntaba. Ya no podía, mas permanecer callada, inicie la conversación.
Le pregunte su nombre, detalles de su vida, porque estaba sentado en la plazuela, cuál era la razón de invitarme un refresco, lo cuestione sin darle opción a que Manolo, como se llamaba, pudiera indagar nada de mi vida, el solo sabía que yo era una turista y era suficiente, por seguridad.
De tanta pregunta, la conversación se hizo amena y además directa, no era necesario que me preguntara sobre mi vida, sola yo le contaba todo lo que me parecía importante, en el intercambio nuestras miradas se encontraban y poco a poco iba adentrándome en aquellos ojos envejecidos, que me hacían descubrir otro mundo, no conocido.
Manolo era un hombre de edad avanzada, tenía 81 años, había ejercido como profesor de lenguaje durante toda su vida, hace 5 años que había perdido a su esposa.
- Ella se fue y aun no hay todavía una forma de volverla a encontrar, hasta que Dios lo disponga.
La confesión me rasgo el corazón. Retire la mochila que nos separaba y me acerque un poco para continuar con la charla. Tienes hijos? fue una forma de desviar la conversación, para que no sufriera.
- Si, dos mujeres, ambas partieron con sus familias, no viven cerca. Voy a pasar el invierno todos los años, alternando para estar con cada una y mis nietos.
Vivía solo en una casa, que pago durante toda su vida con gran esfuerzo.
- Construimos juntos nuestra casa y cuando estaba como queríamos, las hijas se casaron, nos quedamos solos. Carmen se enfermó de cáncer y durante 6 años la lleve a quimioterapias al servicio médico, hasta que un día me dijo que se cansó y se fue…-
- Manolo, por qué no te vas a vivir con una de ellas? Le pregunte.
- Los abuelos tenemos nuestras manías, todos los días me levanto al alba a prender una vela a Carmen que me alumbra, vengo a la plazuela donde tomaba el fresco de la tarde, para olvidarse de los dolores. Donde viven mis hijas, no tengo esos recuerdos. Me encuentro con Carmen cada tarde aquí en Plaza España.
Quede tan atribulada de sentimientos como la mochila, llena de suvenires, ya no entraba nada, ni una sola palabra más, pero tampoco quería retirarme.
Me hice eco de esa nostalgia serena y resignada, no podía articular palabras de aliento. Vinieron a la mente tantas personas conocidas y solitarias, seguramente sienten lo mismo que Manolo, escudriñando sombras en recuerdos que no dejan que el tiempo les quite el color, se resisten y esperan.
En otro tono de voz, le pregunte su dirección. Saco de su bolsillo un lapicero y un celular antiguo con teclado muy grande, especial para ancianos.
- No te preocupes le dije, apunto en mi celular.
Me miro y abrió sus ojos claros, casi transparentes. - Ya anotaste? me pregunto- . Mientras continuaba pulsando el teclado, tomando nota de algunos detalles para algún día, escribir sobre este encuentro. Manolo observaba.
- Este lapicero, fue un regalo del Director de la Escuela donde trabaje 40 años, quiero que lo conserves.
No merecía tan preciado artículo, me quede en silencio.
- Toma no dudes, es solo porque quiero que sepas que hace 5 años, no había conversado con nadie y quiero agradecerte por escuchar a este abuelo toda una tarde. Que Dios bendiga toda tu vida, dijo con la voz entrecortada.
Busque en la mochila un Rosario Católico, que todos los días me acompaña y en esta ocasión, antes de llegar a Madrid, en la ruta turística, había conocido la gruta de la Virgen de Lourdes y encontrado una pieza muy singular; un rosario engarzado en perlas rosadas, tan hermoso y delicado, como la maravillosa experiencia de crecimiento que me regalo la vida al conocer a Manolo.
Sin dudarlo lo escondí en mi mano sudorosa. Espere que me alcanzara el lapicero y salte para abrazarlo por única y última vez. Luego de unos instantes de cálido acercamiento, que me inspira a calificar el abrazo al alma desnuda y nostálgica de Manolo. Humedecí su ropa con mis lágrimas y coloque el objeto en el bolsillo de su polo, sabía que la probabilidad de no volverlo a encontrar era la más cierta.
En esa despedida, me dijo casi sin voz, me case con Carmen en la Gruta de Lourdes, si vuelves a Madrid, estaré aquí en el mismo asiento de la Plaza España.

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¿QUIEN SABE?

Enviado por yedra  

QUIEN SABE?


No pude evitar retratar en mi memoria ese momento...
Sus ojos miraban con expresión ausente el declinar de la tarde a través de la ventana abierta de la habitación de aquél hospital.Ajena a las conversaciones a su alrededor su mirar se perdía más allá-estoy convencido-de lo que se podía ver entre las

hojas abiertas del ventanal.

No sé porqué su muda contemplación captó mi atención y durante unos minutos fue doble el instante de observación callada.

Nos despedimos deseándola una pronta recuperación de la grave operación sufrida,con un ¡hasta mañana! y nos marchamos esperando visitarla al día siguiente.

Aquella noche un infarto cerebral acababa con su vida dejándonos anonadados al recibir la fatídica noticia.La tía de mi mujer se marcho de forma inesperada para todos.
Lo primero que me vino a la memoria al enterarme de la desgracia...¡fue su mirar ausente a través de la ventana! ¡su mirada perdida y fija más allá del ventanal ¿acaso presentimos de alguna forma cuando nos toca marcharnos? ¿quien sabe? sólo sé que en ese mirar ví algo que nunca le contemplé en los años que la conocí.

Me recordó otra historia que me contó mi mujer de su abuela.
Después de pasar varios días en el hospital,cuando marchaban en el autobús de vuelta a casa,mi mujer sorprendió a su abuela mirando de forma ausente a través de la ventanilla.

¿Qué te pasa abuela?
¡no me pasa nada hija!
¡pues claro que te pasa! ¡tu nuca estás tan callada!

¡no pasa nada!

Anda dime,¿qué estás pensando?
¡Nada hija! ¡vuelvo a casa a morirme!

¡Déjate de tonterías abuela,y no digas eso! dijo mi mujer enfadada.
No llegó al mes...cuando murió.

La mayoría de nosotros nos cuesta comprender a veces lo que es la vida y sus misterios e inquietudes;y mucho más comprender que quizás en algún momento "algo"nos dice o nos hace comprender que ya es nuestra hora de emprender el gran viaje

¿Existe ese algo?
¿no existe?

¿¿Quien sabe??

AUTOR YEDRA

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EL RELATO ES VERÍDICO REAL NARRADO...

Enviado por gabl  

El relato es verídico, real. Narrado, por mi amiga de años, de la
infancia. Separados por la distancia. Nos veíamos ocasionalmente cada
tres o cinco años que ella venía a la capital. Aunque yo en algunas
ocasiones visité su ciudad de residencia, pero no sabía dónde
buscarla. Había perdido toda pista. Después de casi una década y
gracias a la tecnología nos contactamos a través de las redes
sociales. Y así planificamos reencontrarnos en su terruño.

Acordamos almorzar el mismo día que arribé a su ciudad. Apenas me dio
tiempo de tomar un baño, vestirme ligeramente y salir a su encuentro.
No fue difícil reconocernos. Como cambió su aspecto físico!, de una
esbeltez de modelo pasó a ser casi obesa, lo cual contrastaba con su
baja estatura, mas no su belleza, sus rasgos europeos heredados de su
padre, un inmigrante italiano que se quedó en Venezuela, destacaban en
su rostro cuidadosamente maquillado. Con toques rosado pálido
resaltando el contorno de sus ojos. Se atrevió a preguntarme como
estaba mi salud, que pese a mi edad, me veía atractivo… -”no te
sonrojes, que no te voy a seducir, es decir, somos como hermanos”
-dijo ella. Abrazándome nuevamente besó mis mejillas dejando estampado
el rojo carmesí de la pintura que cubría sus finos labios.
Envolviendo mi faz en una rica y suave fragancia que emanaba de su
cuerpo, que recordaba maderas aromáticas y dejaba un grato aroma
silvestre.

Transcurrió el almuerzo. Salimos a pasear. A enseñarme las
construcciones nuevas, centros comerciales, urbanizaciones, hoteles,
sitios de diversión, etc.

Dos días después, en vista que debía regresar a mi casa situada a
750 kilómetros de esta hermosa ciudad, habíamos decidido encontrarnos
en el puerto. Nos sentamos a orillas del mar, en plena arena. Se quitó
los lentes oscuros y sus ojos verdes grisáceos se dilataron al recibir
la luz solar, al tiempo que brotaban algunas lágrimas. Al pronunciar
mi nombre, sentí un dejo de tristeza en sus palabras. -“Tengo que
contarte de mí desordenada vida, sólo busco que alguien me entienda,
que no me juzgue ni condene mis actos. Es la parte oscura que cada ser
ocultamos y castiga pesadamente la conciencia, atormenta nuestros
corazones y nuestros sentimientos”.


Tornó su mirada al mar y pausadamente inició su relato al tiempo que
las olas en su vaivén rompían en la orilla dibujando caprichosas
figuras que desaparecían al sumirse en la húmeda arena.


-Hoy cuando estoy arribando a 62 años de edad de intensa vida plena
de placeres de la carne, desde mis 14 años, nada me asombra en esta
era del siglo XXI. Quien se queje de no tener pareja, de no saber
disfrutar del sexo, de no tener sexo a plenitud, no ha vivido para
vivir gozando del amor que en el diario transitar de nuestras días nos
podemos brindar los seres humanos.



-Que te pueden dañar las críticas de aquellos que están pendientes de
los actos del vecino, o tus mejores amigos que a tu espalda te llaman
perra, bicha y todos los epítetos que se le vengan a su pervertida
mente.

-Sí, pervertidos- dijo enfáticamente- porque se imaginan y comentan
situaciones que yo no haya realizado o cometido. Mi pecado es ser
apasionada, ver el sexo desde otro ángulo. Compartirlo con mi pareja.
Saciarme… Complacerme, complacer. Y por sobre todo dar amor, caricias,
posiciones atrevidas y sólo practicadas en la intimidad de mí ser
ocultas a los ojos y curiosidad de mi círculo social.

-Confieso que soy infiel, siendo fiel a mis deseos, a mis
necesidades, a mi cuerpo. Tenía sexo a mi antojo, en cualquier lugar,
en un apartado rincón, en el carro. Así vivía mi pasión. Envolvía y
apasionaba a mis compañeros de turno. Y así los corría de mi entorno.
Nunca le fui fiel a ninguno. Y gracias a mi posición económica y
social me temían. Mi ritmo libidinoso no lo soportaban por más fuertes
que aparentaban ser. Por dos o tres meses duraban mis parejas. De
relaciones consecuentes se convertían en esporádicas. No me gustaba
que me acosaran, que me celaran, ni muchos menos que se sintieran
dueños de mí. Tampoco aceptaba imposiciones humillantes y machistas.

- Me casé tres veces. Mi primer matrimonio duró un año. El segundo
siete meses y el tercero, ya por nuestra edad, llevamos diez años. Y
por el poco interés que tiene mi compañero por las relaciones
sexuales.

-A mi esposo le disuelvo una pastilla azul y así lo animo… Yo sigo
buscando. Tengo mis amantes secretos y mis fantasías.


-Mis esclavos sexuales!.

-Vivo mi vida y vivo el amor ocasional!



-Y quiero vivir, hasta que mi cuerpo me dé la señal. Y yo comprenda
que la vida no me dará más oportunidades, que llegó la hora final.

-Lamento no haber tenido hijos, así pasaría las tardes con mis
nietos. Tal vez contándoles las travesuras de sus padres, asumiendo mi
nuevo estado.

-Ser Abuela, para consentir y evocar en mis años dorados, la demencia y
el apetito sexual que mis años de juventud y madurez me brindaron a
plenitud.

-Y asumir con dignidad que estoy transitando por la etapa o la era que
me marcó y dejó huellas del diario batallar, que ahora la tercera
edad me obliga al retiro carnal y del pecado”.




Nos despedimos abrazándonos muy suavemente mientras sus lágrimas
mojaban mi hombro derecho. Sin palabras, nos miramos a los ojos, y
sellamos nuestra separación con un beso que la obligó a abrazarme más
fuerte. Deslicé mi mano a lo largo de su brazo, como una suave caricia
que finalizó en la punta de sus dedos. Se dio vuelta y la vi
desaparecer entre los transeúntes que a esa hora caminaban
pausadamente entre los pasillos del Centro Comercial frente a los
locales de los negocios allí establecidos.

En mis manos quedó su aroma, su esencia y en mi mente su estampa que
jugaba con el eco de su voz.


Germán A Barrios Leal
Enero 2012

Este relato es verídico, muy crudo, contado con rabia reprimida
y el arrepentimiento que le carcomía su alma, sus sentimientos. Le
pude convencer que no todo era maldad y pecado. Vivió su juventud y le dio a su cuerpo lo que le pidió. Hoy ha pasado más de un año, su arrepentimiento ha ido quedando en el pasado pero sé que nunca podrá olvidar sus actos...
El Autor.







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mi experiencia

Enviado por elflaco  

Hoy hace 32 el volcán nevado del ruiz mediante una erupción sepultó al pueblo de armero. Armero, un lugar el cual tuve la oportunidad de visitar completamente solo casi un mes atras; lo primero que vi cuanto llegue a armero fue un plan de contingencia del volcán situado en el puente por donde pasa el río lagunillas. Seguí caminando y lo primero que encontré fue las ruinas del hospital san lorenzo situado al costado de la carretera, en donde pude ver como el primer piso se encontraba totalmente enterrado (al parecer el hospital era de 2 pisos). Continúe mi camino y ya empezaba a visualizar lo que serian las ruinas de un pueblo, llegue a una esquina en donde se encuentra actualmente el museo de armero, un lugar lleno de recuerdos del pueblo antes, durante y años después de la tragedia en donde un sobreviviente con la voz entrecortada y visiblemente afectado por la tragedia, contaba ante unos pocos turistas como era armero antes en donde mencionaba en varias ocasiones que armero era un pueblo más prospero del norte del tolima y gran exportador de arroz y algodón ( por el cual la llamaban la "ciudad blanca"). Continúe mi camino en medio de las ruinas rumbo a la cruz del papa, pero antes encontré lo que antes era el parque principal de armero y vi dónde quedaba antes la iglesia dejando como restos solamente el altar envuelto por la maleza. El calor ya me comenzaba a afectar ya que estaba bañado en sudor y con la ropa pegada a la piel pero aun así continúe mi camino acompañado de las interminables tumbas que abundan por el lugar, más o menos una cuadra después encontré la cruz dónde se arrodilló y beso el papa Juan Pablo II en donde se encontraban varios guías contando la historia; orientado por unas instrucciones que le alcance a escuchar a uno de los vendedores ambulantes, camine por medio de las ruinas envueltas de naturaleza y habitadas solo por ratas e insectos hasta encontrar el lugar de la agonía y muerte de la niña símbolo de la tragedia Omaira Sanchez, en donde al rededor del lugar hay una especie de locales comerciales en donde venden varias cosas alusivas a ella y a la tragedia (manillas, escapularios, imágenes, videos, etc); ya en el lugar de la tumba, la cual estaba llena de agradecimientos, juguetes infantiles y objetos religiosos eleve una pequeña oración. Continuando mi recorrido en solitario por el lugar, volví al museo en donde me compre una bebida para calmar momentáneamente el calor y la sed, camine hasta el cementerio en donde o primero que sentí al cruzar la entrada fue una energía que me hizo poner la piel de gallina, un lugar verdaderamente tenebroso en donde lo primero que vi fue a una pareja que estaba haciendo uso de la tabla guija y al notar mi presencia simplemente me ignoraron, el lugar estaba repleto de tumbas profanadas, velas rodeando cráneos como si hicieran parte de algún ritual y restos humanos regados por todas partes del cementerio. No aguante más de 5 minutos en ese lugar, así que me dirigí a la carretera y volví al hospital en donde me trepe por una de las ventanas de los que seria el segundo piso y empecé a hacer el recorrido en esa ruina y lo que vi fue un lugar desolado, lleno de maleza y de murciélagos pegados a los techos mediante una pasillo largo rodeado de habitaciones, finalmente me dirigí a la salida de armero, empapado de sudor y cansado de tanto caminar pero con el alma satisfecha de haber hecho un recorrido que hace mucho tiempo quería hacer y un lugar que vale la pena visita

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y yo que digo?

Enviado por nerieml  

mi nombre es Laura y tengo 15 años, a esta edad la mayoría de personas piensan que ya eres lo suficientemente responsable como para tomar tus propias decisiones, y en parte es cierto pero sin duda sigo dependiendo de mi madre para que me aconseje. Hace poco me mude a otra ciudad con mi abuelita y mis tíos, mi mamá lastimosamente se tuvo que quedar en nuestra antigua ciudad por asuntos de negocios sin embargo nos visita cada mes, hasta hay mi vida es de maravilla bueno no tanto pero no he tenido problemas para adaptarme, lo malo comenzó el anterior fin de semana, todo estaba bien y como era costumbre esos días mi tío Antonio solía salir a tomar con sus amigos, ya era costumbre pero tratábamos de hacerlo cambiar poco a poco, el caso es que para cuando el llego yo estaba en la cocina (el siempre suele aconsejarnos cuando esta ebrio) y cuando me disponía a ir a mi cuarto el apareció y me abrazo me pregunto que me pasaba (en este punto debo aclarar que soy hija única por lo tanto siempre me consintieron mucho, claro que por eso no era una niña obstinada ni mucho menos creída pero si un poco vaga) yo le pregunte a que se refería, y es que en un principio no sabia de que hablaba pero luego me di cuenta esos últimos días estaba algo deprimida y supongo que por eso se preocupo empezamos a hablar y entre esas charlas le contaba algunas cosas que me molestaban de mi nueva escuela también salieron algunas verdades que me hicieron llorar mucho, todo paso bien me desahogue mucho hablando con el y me puse a pensar en como tachan a los borrachos y es que durante esa breve charla me di cuenta de muchas cosas buenas que tienen los borrachos si suena un poco loco y raro pero así es. dos días después aproximadamente todo estaba bien una noche mi tío volvió a salir a tomar ( parecía que no recordaba nada de nuestra charla ya que no menciono nada) no le preste mucha atención, estaba en mi cuarto con mi familia yo estaba leyendo un libro en PDF todo estaba muy tranquilo en la casa de mi tío se escuchaba la música de despecho algo ya normal a esas alturas, escuche un grito pensé que seria algo normal ya que mi prima siempre se ríe muy raro y creí que seria algo de ese tipo ya que ya había pasado antes, todos habían salido a ver que pasaba yo me quede hay tranquila esperando que vuelvan, otro grito mas, me empece a preocupar los gritos fueron constantes esa voz entre cortada la reconocí por ser tan aguda sin duda era de mi prima, ella pedía que pare, que no la lastime se escucho como algo rompía , en ese punto ya sabia que algo andaba mal y lo único que pude hacer fue coger una almohada y abrazarlas mientras derramaba lagrimas rogando porque todo estuviera bien, estaban discutiendo, me calme un poco y trate de pensar con claridad, pare en seco todos mis pensamientos cuando escuche el llanto de mi prima (tengo tres primos la primera un año menor que yo, el segundo ya tiene 4 años y la bebe) salí inmediatamente rogando porque no les haya pasado nada, tenia mucho miedo cuando salí solo vi karina llorando desconsoladamente con la niña en brazos mientras pronunciaba el nombre de su hermano, no dude por un segundo y la abraza giandola hasta la habitación para posteriormente cerrarla con llave, a pesar de que no me gusten algunas cosas de ella, la quiero mucho y me preocupe al verla así, nunca se había visto así ni siquiera cuando le pegaban lo único que pude hacer fue abrazarla y consolarla, la deje acostada en la cama y fui a verle un vaso de agua, cuando salí solo pude divisar como trataban de calmar a mi tío yo buscaba con la mirada a miguel (mi otro primito) no lo encontré así que fui a la cocina, cuando regrese al cuarto mi prima karina me dio a la niña y se fue a su casa yo trate de detenerla pues me preocupaba que algo le pueda pasar, a los pocos minutos llego con su hermano en brazos , luego de que ella entrara yo volví a cerrar la puerta, por surte no le paso nada a ninguno de los dos, trate de calmar a mi prima para que me contara que había pasado y me dijo que mi tío le había pegado un puñete a su mama, yo me quede en shock el no era ese tipo de persona, hacia bromas pesadas y a veses molestaba pero nunca lo creí capaz de algo así, sentía mucho miedo al pensar que algo similar le pasaba a mi mamá cuando yo solo era una bebe, si ella hubiera muerto, si me quedaba con mi papa que me pasaría , todo tipo de preguntas pasaron por mi cabeza en ese momento y no pude evitar estallar en lagrimas, yo buscaba consuelo y una forma de hacerlo era hablar con mi mejor amiga de mi antigua ciudad, aunque ella no estuviera conectada yo siempre le contaba mis problemas y eso me tranquilizaba, un rato después llego mi otro tío Malcom, el siempre le gusto la literatura y ese tipo de cosas igual que a mi, hace mas de un año o dos le hicieron una operación para sacarle un tumor, por ello suele darle convulsiones y hay que tener cuidado con el, yo fui testigo de uno de esos ataques y sin duda fue tan traumatizaste que hasta el día de hoy sigo llorando por ello, el trato de calmarnos y logro hacerlo comento que hoy dormiría con mi tío Antonio para asegurarse que no le pase nada, yo me preocupe "es que acaso no piensa en el" pensé, volví a romper en llanto negando con la cabeza para que no lo haga y si le pasaba algo?, el me dijo que todo estaría bien y que no debía preocuparme, se fue y mi prima que jugaba con sus hermanos me pregunto por su mamá yo no sabia que decirle lo único que escuche es que tendrían que coser la herida, "seguramente se la llevaron al hospital" respondi lo mas calmada posible, parecía que eso la tranquilizo yo no sabia que hacer esto era demasiado para mi y ya era muy tarde ademas de que mañana tenia clases, decidí dibujar para calmarme ya que todavía seguía algo fuera de mi, pasado un rato llego mi otro tío Alex se acostó en su cama y me dijo que era mejor que tratara de dormir( el es mayor a mi solo por unos años) yo asentí con la cabeza, francamente en esos momentos ya no lloraba ni estaba alterada, no me importaba nada, estaba "ida" como algunos dirían, termine mi dibujo y me quede con los audífonos puestos escuchando música me quede poco a poco dormida mientras en mi cabeza pasaban todo tipo de ideas descabelladas, habría una denuncia?, mis primos se irían de la casa? y si me asen elegir? y si era así .......................Que digo yo?

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Lo verdaderamente importante

Enviado por yedra  

LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE


Como cada jueves doy unos toquecitos en la ventana de la portería de la residencia de ancianos.
Me abre sor Josefa y nos damos mutuamente los buenos días y le pregunto si tiene la prensa para Fernando de la habitación diecinueve.

Me hace entrega del periódico la competente y diligente monjita mientras comenta en alguna ocasión de lo mal que está la cosa refiriéndose a cualquier noticia que viene en portada.

Subo unas escaleras y me sumerjo en una red de pasillos llena de habitaciones abiertas de par en par y vacías,pues las muchachas de la limpieza se afanan en dEjarlo todo pulcro y brillante.Me cruzo,saludando a varias de ellas en plena tarea.

Sin poderlo evitar contemplo al pasar las habitaciones abiertas,mientras sus residentes están en el salón charlando o viendo la TV.
Aunque todas son diferentes en los detalles personales,hay ALGO que es común a todas ellas.Pienso en ello...y continuo mi camino hasta la habitación diecinueve.

Llamo a la puerta.

¿Se puede pasar,Fernando?
¡Pasa Luis!

¿Como estás Fernando?
Me comenta como se encuentra ese día,a veces mejor y otras peor desde su silla de ruedas.
Le entrego su encargo mientras charlamos un ratito

Observo ese mismo elemento común que he visto en las demás habitaciones,presente en su mismo cuarto...¡las fotos de sus seres queridos! sus hijos,sus nietos,están en la mesita de noche muy al alcance de su vista cuando cierra los ojos al acostarse.

Puede y seguramente será cierto,que habrá discutido o peleado con sus hijos en muchas fases de su vida.Habrá tenido problemas de entendimiento en pocas o muchas ocasiones de su larga vida,pero...
Al final de toda una vida,lo que realmente resulta importante,no es lo que hayamos tenido un buen coche,una buena casa,una buena cuenta corriente...¡NO! nada de eso preside las habitaciones de todos ellos,no tienen fotos de coches,de casas,de cuentas corrientes en sus mesitas de noche...si no las fotos de sus seres queridos,quizás de esos mismos seres queridos...¡que tardan en ir a verlos en la residencia con la frecuencia que seguramente a esos abuelos les gustaría.

A pesar de todos los sinsabores,desengaños,posesiones o felices cuentas corrientes...al final,lo verdaderamente importante para todos ellos en el final de sus vidas...¡¡son sus seres queridos!

Tenerlos cerca de sus ojos,aunque sea en fotografía,mirarlos una vez más,quizás antes de echarse a dormir y quizás también soñar con ellos.
Muchas palabras se podrían aplicar a explicar esos sentimientos,pero sólo basta con una...

Quizás esa palabra que lo dice todo y es lo verdaderamente importante en la vida sea...EL AMOR

AUTOR YEDRA

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LA MENTIRA A VECES ME PARO...

Enviado por yedra  

LA MENTIRA


A veces me paro a reflexionar en los contrastes sorprendentes y contradictorios de este mundo que nos ha tocado vivir;y pienso que en demasiadas ocasiones nos enfrascamos en actitudes pueriles y faltas de sentido.



¡Nos rodean las mentiras! Nos asaltan con falsas promesas de mejorar nuestras vidas con un sin fin de productos milagrosos que mejorarán nuestra salud,de aparatos que harán nuestra vida más cómoda,de dietas que nos convertirá el cuerpo como los de aquellos modelos que salen en tv.

Los políticos nos pintarán un futuro inmejorable,al que sólo se llegará si les votas a ellos;o por el contrario un catálogo de desgracias si no lo hacemos.
Y nos prometerán unas cosas y...les aplaudiremos;y harán lo contrario y ...también les aplaudiremos.

Nos inundan las mentiras por todos los poros de la sociedad;y si no crees lo suficiente en algunas cosas,pues tendrás los adivinos,los videntes,los que te echarán las cartas para darte el consuelo que pides a cambio de tu...dinero.

Es desalentador comprobar como muchos aplauden y creen todas estas mentiras consentidas y apoyadas por los poderes públicos y la sociedad en general.

Es sabido por todos lo que produce una mentira en nuestro ámbito personal;un engaño de la persona que amas,la traición de un amigo,la falsedad y la calumnia de alguien que quiere perjudicarte.
Todo esto nos causa dolor íntimamente y no lo aceptamos y nos rebelamos contra ello,y necesitamos confiar en alguien sin mentiras...y que la verdad se instale en nuestras vidas;la necesitamos para seguir nuestro camino con algo de felicidad.

Y precisamente lo extraño de todo es que necesitando en nuestras intimas esa verdad;en demasiadas ocasiones aplaudamos y nos dejemos envolver y conducir por toda esa falsedad y mentira que nos rodea.

¿Cuáles pueden ser las recetas para despertarse a la realidad? Para mi entender se puede resumir bien en pocas palabras y una de ellas es:CULTURA y otra puede ser formación personal,tener una base sólida moral y referentes éticos claros;y reflexiones personales y frecuentes sobre todas las cosas que nos rodean.

Estas cosas pueden ayudarnos a entender y afrontar un mundo lleno de mentiras,y buscar esa verdad...que nos hace libres.

Y el mundo seguirá complaciéndose en la mentira,pero necesitando la verdad para dar sentido a sus vidas;pero...si cada uno de nosotros la instalamos en nuestros corazones siendo honestos y honrados,y rechazamos la falsedad,por lo menos en nosotros...el mundo falaz habrá perdido la batalla.

AUTOR YEDRA

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