Vuestros cuentos
La almohada Lili y la cobija Lola.
Enviado por meniii
La almohada [lili] y la cobija [lola].
En el mágico mundo de los sueños, se presentó un día una discusión entre la almohada [lili] y la cobija [lola], cuando la primera afirmó:
-Yo soy lo más importante para Manuel Antonio mi dueño, él recuesta su cabeza sobre mi cuerpo para luego descansar y tener lindos sueños. De allí que conozca en detalles todos sus secretos-.
Soltando una larga carcajada la cobija [lola] replico en alta y sonora voz:
-Que tonta es usted amiga, recuerde que quien arropa el cuerpo de Manuel Antonio soy yo, tengo impregnada todos sus olores y muchas cosas más-.
Aquella discusión se prolongó por varias horas, cuando de pronto se abrió la puerta de la habitación y pitufo el perro de Manuel Antonio saltó a la cama y colocando su cabeza sobre la almohada [lili], se dispuso a echar una siesta, en ese momento la cobija [lola] afirmó:
-Amiga por lo que veo también conocerás ahora los secretos de pitufo, gracias a Dios que no me ha visto-.
La almohada [lili], exhaló un largo suspiro de resignación ante aquel imprevisto, cuando de pronto entro una ráfaga de viento por la ventana y pitufo sintiendo frío, agarró a la cobija [lola] y se acurrucó con ella. Entonces la almohada [lili] soltando una larga carcajada exclamó:
¡Amiga ahora quedaras impregnada de los olores de pitufo y cuídate de alguna garrapata que este escondida entre sus pelos!
La cobija [lola] soltó un largo suspiro de resignación mientras se lamentaba en silencio por haberse burlado de la almohada [lili]. Pasados los minutos Manuel Antonio entró a su habitación y vio a pitufo acurrucado en la cama, una sonrisa se dibujó en su cara. En ese momento sonó el timbre de la casa, al abrir la puerta Manuel Antonio vio el rostro de su novia Miriam Aurora quien traía entre sus manos a Blancanieves su gata y más querida mascota. Después de los besos y saludos la pareja se quedó conversando sentados en los muebles mientras Blancanieves sintiendo el olor de pitufo, corrió hacia la habitación, al verla llegar la almohada [lili] exclamó:
¡Por Dios lo que faltaba, esta también va a querer meterse a la cama y colocar su cabeza sobre mi cuerpo!
Nuevamente la cobija [lola], sonrió mientras decía:
-Estoy rezando para que no entre un fuerte viento por la ventana, porque seguramente sentirá frío y querrá acurrucarse conmigo-.
A partir de aquel día, la almohada [lili] y la cobija [lola] dejaron de discutir y decidieron ser buenas amigas.
Fin.
Manuel Ibarra
Caracas/Venezuela
12-09-2024
Derechos reservados.
Don Sapo.
Enviado por meniii
Don sapo.
En una apartada laguna rodeada por grandes árboles. Don sapo conversaba con sus numerosos hijos y nietos, cuando de pronto uno de ellos preguntó:
? ¿Abuelo cuál es el secreto para que hayas sobrevivido más de cincuenta años en esta laguna?
Soltando un largo suspiro el anciano sapo respondió:
-Escuchen con atención, si quieren seguir mi ejemplo y vivir tantos años como yo. Deben aprender a dominar el arte de las palabras, la persuasión y controlar el miedo. Un día estaba roncando en esta laguna, me quede dormido y de pronto el rey caimán me atrapó entre sus dientes, convencido de que yo era su cena...
Un murmullo de sorpresa y horror broto de las bocas de los sapitos:
-ohoooooo, ohooooo, ohoooo-.
Don sapo continuo su relato:
-Bueno les cuento que muerto de miedo logre decirle que, si me perdonaba la vida, le conseguiría una comida más grande y gustosa que un pobre y flaco sapo. Don caimán algo receloso me soltó con la condición de que, sino regresaba en unos minutos con la comida prometida, entonces acabaría con toda mi familia de sapitos que Vivian en la laguna. Inmediatamente salte hacia el bosque y llegue hasta la cueva de doña culebra, quien sin pensarlo dos veces y muerta de hambre me atrapo con su lengua, estaba a punto de clavarme todo su veneno cuando superando el miedo le dije que, si me perdonaba la vida, la llevaría hasta una cueva en la laguna, donde habían muchos peces y cangrejos. No muy convencida la culebra me obligó a que la llevara hasta la laguna en busca de la cueva. Pasados los minutos ya dentro del agua, comencé a cantar muy fuerte para que don caimán me escuchara, en cuestión de segundos el gran caimán atrapó entre sus feroces dientes a la enorme culebra. Dando saltos escape de la laguna hacia el bosque mis queridos hijos y nietos. Con esta larga historia quiero decirles que para lograr vivir tantos años como yo, deben aprender a dominar el miedo, actuar con inteligencia ante el peligro, mantener la calma, dormir con un ojo abierto y otro cerrado, ser prudentes en todo momento y sobre todo dominar el arte de la palabra-.
Cuando por fin don sapo terminó su relato, toda su familia se acercó y saltando de emoción el sapito más pequeño lo abrazó muy fuerte y le dijo las siguientes palabras:
-Eres mi héroe, te quiero por ser el sapo más inteligente, astuto y divertido de toda la laguna, estamos muy orgullosos de que seas nuestro padre y abuelo-.
Fin.
La carreta
Enviado por meniii
Gruesas gotas de sudor, corrían por la arrugada frente de don Lorenzo Sarmiento, llevaba varias horas empujando la carreta por el desolado camino. Las pocas personas que a esa hora de la tarde transitaban por la vía, le miraban con extrañeza, sin embargo, continuaban su marcha sin atreverse a preguntarle nada. Pero una anciana de nombre Carmen Julia,
se detuvo a un lado del anciano y le pregunto:
-? ¿Disculpe señor, pero me puede explicar por qué empuja esa carreta tan pesada y con ese burro encima?
Don Lorenzo detuvo su marcha y arrugando el entrecejo respondió:
- Mi doña es usted la única persona que se ha atrevido a preguntarme esa cosa, pero mí deber de buen ciudadano es responderle: mire yo empujo esta carreta con este pesado burro encima, porque le estoy muy agradecido, ya que por más de veinte años este animal me ha cargado sobre su lomo sin nunca quejarse y yo en agradecimiento ahora está viejo y enfermo, lo llevo a la sabana para que se alimente y al río para que tome agua-.
Al escuchar aquella respuesta tan honesta y sincera. Doña Carmen Julia abrió los labios de par en par y una exclamación salió de su boca:
¡Caramba lo felicito señor, de verdad que en este mundo hay poca gente tan agradecida como usted!
La anciana continua su camino mientras don Lorenzo aceleró el paso empujando con fuerza la pesada carreta.
Fin.
Autor: Manuel Ibarra
Caracas/Venezuela .
La abeja campeona
Enviado por meniii
Estaban un día los insectos reunidos en el bosque, discutían porque querían determinar cuál de ellos, era el más trabajador, inteligente y útil. En ese momento intervino el zancudo y dijo:
-Yo soy el más importante de todos ustedes, ya que con mi aguja puedo sacarles la sangre a las personas-.
La garrapata que estaba cerca escuchando la discusión, soltó una larga carcajada exclamó:
¡Que tonto es usted amigo, recuerde que yo también puedo realizar ese trabajo y de manera más eficaz!
Dando un salto, el piojo alzó la voz para decir:
-Oigan señores si de chupar sangre se trata, yo también puedo realizar ese trabajo-.
Muy molesto por el giro que había tomado la discusión, la mosca dijo:
-Disculpen amigos, pero yo también soy importante, recuerden que me encargo de descomponer y dañar todos los alimentos que encuentro en mi camino-.
Cerca de allí, muy seria la avispa gritó:
-Aquí estoy yo, si no me han visto dispuesta a clavarle el aguijón a todo el que encuentre en mi camino-.
La discusión continuaba tomando fuerza cuando de pronto paso por el lugar una abeja, inmediatamente fue llamada para que diera su punto de vista, muy seria ella les dijo a todos los presentes:
-Ustedes me van a perdonar señores, pero yo no puedo perder el tiempo en este tipo de discusión, tengo muchos hijos que alimentar, todavía me falta medio bosque por recorrer recolectando el néctar de las flores, con el cual preparo una rica miel en mi panal-.
La hormiga que también se encontraba presente dijo:
-Soy testigo de lo que dice mi amiga la abeja, ya que he probado su miel y de verdad les digo, ella es la más trabajadora, inteligente y útil de todos nosotros, por lo que propongo se termine esta discusión y la declaremos la campeona de todos los insectos del bosque-.
Los presentes en aquella reunión, levantaron sus manos y por decisión unánime declararon a la abeja como la campeona, la cual muy contenta y alegre se colocó su corona y se fue volando hacia su panal.
Fin.
Autor: Manuel Ibarra ©
12-03-2025
Caracas/Venezuela
Derechos reservados.
T-xtraño
Enviado por dongato
Todo empezó aquel día que te conocí, un día mas como siempre, un día no muy especial, si no un super magnifico día... el mejor día de mi vida cuando te conocí sin querer, me robaste la mirada con tu desplante, fue un reto el tenerte en mi lista de amigos (Messenger) y fue un reto el mantenerte y aún más el hablarte de este chico travieso y curioso a la vez.
Jamás una chica me robo la mirada, jamás me rechazaron a tan corta edad y lo peor, jamás insistí tanto en ser tu amigo y pronto algo más, hubo tanto que contar que el tiempo se detenía frente a mí, el fuerte latido de mi corazón, sentí que el aire se me iba... muchos sentimientos encontrados.
Contigo conocí muchos sentimientos que no sabia que existieran, contigo aprendí cosas que no conocía ni entendía, contigo perdía la noción del tiempo... fueron muy pocas las horas que tuve para conocerte, fueron días alegres y días muy agusto que nada me importaba cuando estaba a tu lado.
Tu calor, tu respiración, tus caricias con tus dedos frágiles y suaves, tus besos... tus besos de esos labios tiernos y tibios.
Como olvidar algo que quedo pregnado como tu olor en mis recuerdos, nunca podre olvidar la primera vez que la conocí, siento como si hubiese sido el día de ayer, el poder la de mente es muy grande que recuerdas los bellos momentos ya hace más de 19 años, me siento a escribir algo que no es posible olvidar, el primer amor se olvida pero no! Al amor de tu vida, esa persona que marcó algo en ti, jamás pensé que recordaría esto y cada vez que lo recuerdo, recuerdo mi etapa más linda que viví a tu lado, se que muchos viven algo similar o aún mas profundo y que solo queda en nuestro recuerdo, muchas personas se cruzan por nuestro caminos pero solo algunas o solo una nos dejó una pequeña huella como cicatriz.
Cristina
Enviado por alvaro123
Estuviste conmigo desde que eras una niña,
una pequeña niña. Poco a poco fuiste creciendo y en un abrir y cerrar de ojos, ya eras una señorita.
Eras toda ella...
Hecha y derecha.
Creciste rápido, y maduraste más que yo en poco tiempo. Sin embargo, siempre te veía como la niña de mis ojos, la pequeña niña que llegó a mi vida y que amé con tan solo verla una vez.
Cada día a tu lado era siempre una aventura, gustabas siempre jugar en tu rueda y morder la puerta de tu casa y yo, yo siempre te decía que no lo hicieras; pero en más de una ocasión me sacaste no una sino varias sonrisas y carcajadas.
Estando tú y yo en mi cama, dormías siempre en mis brazos y yo contigo.
Cuando despertabas besabas mi nariz y mis mejillas anunciando así tu levante.
Me gustaba mucho verte comer, hacerte probar mil comidas y ver en tu pequeño rostro angelical, el deleite de amalgama de mil y un sabores que en ese momento probabas. Era todo un espectáculo y tú, tú eras quien mejor la pasaba.
El tiempo avanzó y enfermaste, caíste débil pero siempre con esas fuertes ganas de vivir y seguir adelante. En casa sabíamos que la hora de tu partida poco a poco se aproximaba. Nos dolía a todos, sobre todo a mi, que era quien más te amaba.
No soportaba ni aceptaba la idea de perderte, te quería mucho y quería que estés siempre a mi lado.
Cada lágrima que brotaban de mis ojos, eran un grito a Dios pidiéndole que te quedaras. Que no te fueras. Y que si te ibas, que me lleves contigo.
Si en algún momento nos volvemos a ver de nuevo, correré hacia ti, te abrazaré y te besaré...
Y volverás a dormir en mis brazos como antes, pero esta vez...
Esta vez para siempre, mi pequeño hamstes.
una breve historia de destrucción
Enviado por gonci
Una historia de destrucción
El ocaso se cierne
El rugido del apocalipsis resuena en mis oídos. El cielo, antaño un lienzo azul salpicado de estrellas, ahora es un infierno de nubes oscuras y relámpagos tapados por el humo de la destrucción. La tierra tiembla bajo mis pies, como vasijas rotas se desquebraja. los sonidos y ecos de la destrucción se mezclan con los sonidos de agonía y lamentos de dolor.
En medio del caos, veo un grupo de personas que parecen aferrarse a la esperanza dentro de tanta destrucción. van guiadas por alguien que los dirige, buscando refugio entre las ruinas de un edificio en ruinas que antaño fuera una biblioteca. Me mezclo entre ellos esperando encontrar una razón para tanta destrucción
El final de la vida llega
y parece que nadie se entera.
Seguimos con nuestra rutina
sin notar nada en el ambiente.
El sol se oscurece de forma anormal
y el cielo parece que vaya a estallar.
Las estrellas poco a poco se apagan
y hoy la luna se pinta de rojo sangre.
El mar se agita,
hay marejada alta.
Las flores se marchitan
y los terremotos nos sacuden.
La Biblioteca:
Las gruesas paredes de la biblioteca parecían ofrecer un tenue velo de protección contra la furia del exterior. El polvo y la oscuridad reinan en el interior, apenas se ilumina por las antorchas que portan los supervivientes. El hombre que nos guía, con voz temblorosa, comenzó a leer un antiguo libro. Sus palabras, cargadas de sabiduría, narran la historia de la humanidad y su inevitable caída.
los fragmentos del pasado:
A medida que el hombre nos leía, me sumergía en las páginas del pasado. A través de las historias narradas en los libros, que narraban el auge y la caída de antiguos imperios, la crueldad de las guerras, la desolación de la pérdida de la belleza del arte y de la bondad humana. Cada página me acercaba más a la comprensión del fin, pero también me brindaban un atisbo de lo que una vez fueron.
El aire se envenena,
el aire quema, las ratas huyen.
El ruido se hace ensordecedor
después de una erupción.
El silencio se hace eterno
y el pánico se hace supremo.
La batalla final:
Las fuerzas de la oscuridad, personificadas en los libros apocalípticos, se acercaban a la biblioteca. Armados con el conocimiento del pasado, nos preparamos para la batalla final. un enfrentamiento encarnizado entre la luz y la oscuridad, entre la esperanza y la desesperación.
Manadas de animales huyendo,
pájaros cayendo.
Plantas que se marchitan,
frutos que se pudren,
gusanos saliendo a la superficie
Amanecer incierto:
Al final, solo unos pocos sobrevivimos y salimos de la biblioteca al amanecer. el paisaje que encontramos era desolador, un páramo desolado, sin vida solo ruinas por todas partes.
Yo me separé del grupo de supervivientes, no quería llevar la carga de los demás ni que los demás llevasen la mía, y seguí mi camino.
Los creyentes se aferran a su fe,
los ateos se burlan.
Los coronados se elevan,
los pecadores se hunden.
El fin del mundo ha llegado
y nadie lo ha evitado.
Ahora la vida se ha acabado,
la muerte lo reina todo.
¿En serio, no podíamos haberlo evitado?
.
¿Sueño hostil?
Avanzando a tientas por el bosque hostil, me encontraba al borde de la desesperación. Los sonidos aterradores, las formas fantasmales y el hedor a carne quemada me envolvían en una atmósfera de terror y desolación. La pregunta de si estaba soñando, muerto o atrapado en un infierno me atormentaba sin descanso.
Solo, por la espesura del bosque
Adentrándome cada vez más en la niebla,
Sin ver más allá de la realidad,
Sin saber a dónde iré a parar
Altos pinos de acero me rodean,
Enjambres de matorrales y desechos
Van frenando mis pasos,
hojas como guillotinas
Vuelan por mis lados,
las estrellas, ya no brillan.
Percibo ruidos extraños,
sentimientos desconocidos,
siento frio en el alma y los huesos,
los recuerdos me torturan,
y serpientes de neón me agobian.
El miedo me atenaza como una garra de acero. Sentía un terror que me helaba la sangre y me paralizaba los miembros. No podía moverme, ni pensar, solo sentir el frío que me recorría la espalda y el pánico que me oprimía el pecho. La niebla espesa me envuelve como un sudario, ocultándome el camino. Lo que ayer fueron grandes y altos edificios, ahora solo son chatarra y despojos, recuerdos en la memoria de alguien, solo eso.
La noche oscura y su espesa niebla, no me dejan ver por donde voy ni hacia donde, solo escucho ruidos de acero rompiéndose de casas cayendo. Cuando terminará este caminar sin saber porque ni hacia dónde.
Un Resquicio de Esperanza:
De repente, un tenue destello de luz se abrió paso entre la niebla. Me dirigí hacia una suave fuente de luz. Al llegar, me encontré con una pequeña cabaña de madera medio derruida. La puerta entreabierta parecía invitarme a entrar. Aprete el paso todo lo que mi cuerpo y mis pulmones me permitieron, apenas podía ver entre penumbras la forma de una pequeña casa o cabaña. pude llegar antes que el aire con olor a desesperación dejase de inundar mis pulmones, justo cuando las formas fantasmales, salían de la oscura niebla.
No sé dónde estoy, ni como he llegado hasta aquí,
Mis ojos lloran de escozor por el humo,
y formas fantasmales me envuelven,
Hay algo en el aire que respiro, algo con olor ocre,
Que me hace sentir mareado.
El Refugio:
Con cautela, crucé el umbral de la cabaña. En el interior, encontré a una anciana de aspecto amable y sereno. Me ofreció un lugar junto al fuego y me brindó un plato de sopa caliente. La anciana me habló con palabras tranquilizadoras y me contó historias sobre la supervivencia y la esperanza.
Estoy perdido en este mundo hostil,
Solo, sin saber que hacer ni donde ir,
el miedo me apresa, me oprime
como una serpiente gigante,
que abre sus fauces encima de mí.
La Revelación:
Al escuchar las historias de la anciana, Comprendí que no estaba solo. Sus palabras me llenaron de una calidez que no había sentido en mucho tiempo. Me habló de la importancia de la esperanza y de cómo la humanidad había sobrevivido a los peores desafíos. La humanidad había sobrevivido al apocalipsis, aunque fragmentada y dispersa. La anciana me reveló que el bosque era un lugar de prueba, un filtro para aquellos que buscaban un nuevo comienzo. Me despedí y continué mi camino.
¿Estoy soñando? ¿estoy muerto?
¿Atrapado en un mundo infernal?
No lo sé.
Solo sé que tengo que seguir caminando.
Cuerpos, cuerpos y más cuerpos I
Caigo de rodillas, la tierra húmeda y caliente mancha mis ropas. Un sollozo ahogado brota de mi garganta, un sonido gutural que refleja el dolor que consume mi ser. La pregunta resuena en mi mente, un eco tortuoso: ¿Por qué?
Cielo negro, lleno de cenizas
El sol se rompe bajo el sonido de trompetas.
Aire que duele, con sabor ocre.
Agua que quema cae de las nubes quebradas.
Todo alrededor huele a sangre y sudor.
Odio, sufrimiento y dolor.
Buitres callados van extendiendo sus alas,
Sobre la carne quemada.
Mientras camino, solo veo destrucción.
Un silencio fantasmal se ha apoderado del mundo. Ya no hay gritos de infantes llorando, solo el crujir de las estructuras que aún se mantienen en pie. El hedor a muerte impregna el aire, una peste nauseabunda que me obliga a contener la respiración. Humo negro lleno de figuras fantasmales, sin forma determinada, solo la imaginación se la podría dar, pero creo que son la causa de tanta destrucción.
Mientras camino sin rumbo,
veo que no hay a donde ir.
Mis piernas se doblan por el dolor.
Mis manos tiemblan de terror.
Y noto las cicatrices en el corazón.
Cuerpos y cuerpos y más cuerpos.
donde llega la vista, solo veo cuerpos.
Cuerpos desgarrados, destrozados.
Cuerpos, cuerpos y más cuerpos, abandonados.
Mi alma, quiere escapar de mi cuerpo.
Mi mente no entiende.
¿que está sucediendo?
Quiero escapar de esta destrucción.
Pienso en Dios y en todas las cosas buenas que han desaparecido por egoísmo, por envidias por religión.
No hemos sabido respetar a la humanidad ni a nuestro planeta, ni hemos sabido apreciar jamás lo que teníamos, ahora, lo hemos destrozado todo y solo nos queda llorar con el alma tanta desolación y soledad.
Cunas destrozadas
Cochecitos de bebé estrellados.
Mesas con los platos puestos.
Habitaciones con las camas hechas.
Y cuerpos, cuerpos, muchos
cuerpos abandonados.
cuerpos destrozados.
cuerpos desgarrados.
Lloro sangre
Mi corazón no puede más.
Mi cuerpo ya no quiere.
no puede caminar.
Y yo me pregunto,
¿Por qué? ¿Qué hemos hecho tan mal?
¿Qué hemos hecho para merecer esto?
¿Es esta la venganza de Dios?
Cuerpos, cuerpos y más cuerpos II
Parece que Dios, está dormido o ha huido.
Mientras intento arrastrar mi cuerpo
Mis piernas, troncos de plomo,
se niegan a obedecer.
Mis pies, llagas abiertas,
apenas rozan el suelo.
Tengo que moverme, no puedo terminar así
en un mundo destrozado lleno de dolor
y lejos de todo amor.
Aún sigo escuchando los gritos y sollozos
el aire quema con olor a ocre
en medio de tanta destrucción.
Me vienen a la cabeza las historias de la amable viejecita, historias del Armagedón, que se desató sin ninguna razón, solo por el absurdo motivo de que unos pocos querían demostrar su poder y su superioridad sobre los demás. Porque yo soy mayor, yo tengo más que tú, mis misiles alcanzan más o tengo que probar la energía atómica. Malditos estúpidos, que jugaron con la vida de millones de inocentes, que arrasaron con la naturaleza y la belleza del planeta, que sembraron el odio y el miedo en el corazón de la humanidad. Malditos estúpidos, que no supieron valorar lo que tenían, que no aprendieron de la historia, que no escucharon la voz de la razón. Malditos estúpidos, que nos condenaron a todos a un futuro incierto y sombrío, que nos robaron la esperanza y la alegría, que nos dejaron un legado de cenizas y lágrimas.
Veo algo de luz a unos 400 metros de mí.
Entorno los ojos y puedo ver que es una hoguera,
¡¡Y gente alrededor, parece que están bailando!!?
Sí, están bailando alrededor del fuego
Y en el centro de ellos, Una figura alta gruñendo.
Me arrastro en su dirección, me araño la cara, las manos.
Mis pantalones ya solo son jirones de algo
que hace ya tiempo fuera ropa
ya ni me acuerdo desde cuando los llevo puestos.
Intento acercarme un poco más, pero un trozo de chatarra cae.
El ruido me asusta, y me quedo quieto escondido
Una manada de cuervos sale volando y
un buitre Aterriza a mi lado, No me gusta nada como me mira
¡¡¡largo, largo de aquí, aún no estoy muerto!!!
Lo espanto moviendo los brazos lo único medio sano que me queda.
Desde donde estoy, puedo ver lo que pasa,
Cuento 12 personas más la figura que gruñe
Están danzando una grotesca danza alrededor del que gruñe
Lanzando cánticos que no logro entender
Después de un rato, caen al suelo desmoronados.
El que gruñe se gira, parece que me ha visto
Me acurruco más aún entre los matorrales, que ya me hieren
Pero no, parece que no y vuelve a girarse y
a mirar a los que tiene caídos a sus pies
parece, dudar con que hacer.
Los demás renuevan los cánticos que sigo sin poder entender
Y comienzan una fiesta grupal donde todo es sexo y violencia.
Dios, donde estás, como puedes permitir esto.
¿Cómo pudiste permitir tanto odio y maldad?
Que pasó, por qué tanta destrucción,
¡Por qué permitiste a la maldad!
¿Sobreponerse al bien?
¿Por qué? Tanto odio, ¿por qué Tanto dolor?
Mientras observo la grotesca escena, una ola de náuseas me invade. Mi cuerpo, exhausto y dolorido, se rebela. Cierro los ojos con fuerza, deseando con cada fibra de mi ser despertar de esta pesadilla. Un zumbido comienza a resonar en mi cabeza, creciendo en intensidad hasta que se convierte en un rugido ensordecedor. De pronto, una luz cegadora me envuelve por completo.
Al abrir los ojos, me encuentro en un lugar completamente diferente. Un campo verde y exuberante se extiende ante mí, bañado por la luz dorada del sol. El aire es fresco y puro, y el canto de los pájaros llena mis oídos. Me incorporo, sintiendo una renovada energía en mis músculos. Me miro las manos las, y en lugar de las heridas y la mugre, veo una piel sana y tersa.
Un escalofrío me recorre la espalda. ¿Era todo un sueño? ¿O acaso he sido transportado a otra realidad? A lo lejos, diviso una figura que se aproxima. A medida que se acerca, reconozco a la anciana de mirada serena y sonrisa bondadosa.
"Bienvenido", me dice con voz suave. "Has pasado por una gran prueba, y tu fuerza interior te ha permitido superarla."
Confundido, le pregunto qué ha pasado. La anciana me explica que el mundo que presencié era una creación de mi propia mente, un reflejo de los miedos y la oscuridad que anidan en mi interior. "La destrucción que viste era el resultado del odio y la violencia que consumes a diario a través de las noticias, las redes sociales y las conversaciones con personas negativas", me dice.
"Pero ahora", continúa, "tienes la oportunidad de elegir un nuevo camino. Puedes enfocarte en la belleza que te rodea, en la bondad que existe en el corazón de las personas y en la esperanza de un futuro mejor."
En ese momento, comprendo que la anciana tiene razón. Tengo el poder de crear mi propia realidad, de elegir el tipo de mundo en el que deseo vivir. A partir de ese instante, decido enfocarme en lo positivo, en la luz que aún brilla en la humanidad. Y con esa determinación, emprenderé un nuevo camino, un camino de paz y de esperanza. Pero no sé qué me deparará el futuro. Solo sé que estoy dispuesto a luchar por un mundo mejor.
FIN
La niña
Enviado por alvaro123
Aquella niña fue quizá mi primer amor real, un gusto mutuo, un deseo correspondido y casi consumado.
La conocí de una manera inusual, poco convencional…
Era al inicio una chica inocente, cándida y reservada; hasta que una pregunta de ella, me hizo desnudarla y hacer que muestre su verdadera faceta.
Tenía 17 y yo 22 años, no me importaba eso.
Se llamaba Kiara, tenia un cuerpecito muy atractivo y casi provocativo para mi.
El tiempo pasaba, yo me fui enamorando de ella y ella quizá también de mi. Yo estaba loco por verla.
Con ella experimente de todo, y sin verla, tuve ya sexo virtual. Era posesiva y celosa, pervertida y criollamente ‘’arrecha’’.
Me pedía que la inaugure, y que sea lo más antes posible. Y yo por supuesto, quería.
Quería hacerlo ya mismo.
Fueron dos veces en las que discutimos, fueron tonterías de ella, pero para Kiara no lo eran.
Ella lo tomaba en serio, yo rogaba y suplicaba su perdón y ella me lo concedía.
La frase popular: ‘’A la tercera, es la vencida’’, es real.
Recuerdo lo que me dijo, y recuerdo también lo que le dije, pero creo que es algo muy íntimo para contar en estas líneas…
Quien escribe, fue quien la dejó.
Me sentí liberado, feliz. Pero luego de ese transitorio momento, llegó lo que más temía.
El dolor llegó, entro y se posó sobre mi alma. Sentía varias cosas, sabía que no era amor. Pero como dicen: ‘’La costumbre, es más fuerte que el amor’’.
Es verdad.
Amanecer un día y sin el mensaje de: ‘’Buenos días bebé’’, era ya un dolor. Decirle ‘’amor’’, era ya cosa del pasado.
Había conocido a una chica que, si todo fue real, se había enamorado de mi, tal y como era.
No soy un monstruo, pero tampoco soy el prototipo de ‘’bonito’’ en la sociedad peruana.
Se me había hecho impresionante que una persona como yo, le parezca atractivo a una chica. Y además, que tenga deseos que yo sea su primera vez en ‘’el ring de las 4 perillas’’.
Sentía que había perdido no solo a una mujer que me quiso, sino también en tomar la pureza de una chica virgen. Perdí un el tesoro más grande que me pudo ella dar. No tuve otra escapatoria que reunirme con una ‘’conocida’’ que satisfacía mis necesidades carnales. Se llamaba Miluska, pero le decían ‘’Baby’’.
Es una increíble mujer.
Poseía un rostro de niña, unos pechos pequeñitos y lindos y un vistoso clítoris que no se dejaba mostrar por nada. Sus gemidos eran lindos, y casi a punto de terminar siempre daba un suspiro.
Aunque nos hayamos visto solo una vez por falta de dinero, obviamente por parte mía.
Ambos, Baby y yo, éramos cóncavo y convexo.
En las 3 faenas que mi cuerpo resistió, fui feliz.
Había olvidado a Kiara, la niña.
Quería que Miluska sea mi mujer, quería que me satisfaga como ya lo sabía hacer.
Acabando el tiempo, volví en mí y recordé a la niña.
Regresé a casa pensando en ella, lamentándome en dejarla.
Pero mi ‘’alter ego’’ me decía que hice lo correcto, que como hombre tenía que hacerme respetar y no ser el juguete de nadie. Sin embargo, aún me dolía.
Pasó el tiempo y seguí con mi vida, me fui poco a poco olvidando de Kiara.
Llegó un día que, en medio desenfreno, le volví a escribir.
Me aceptó y volvimos a jugar a los novios, a los amantes.
Yo con el papel de el hombre necesitado de sexo, y ella… Pues ella como la única que me podría dar eso.
Fui su marioneta durante este nuevo tiempo, hacia lo que quería conmigo, y a mi me gustaba. Lo llegué a disfrutar. Me gustó ser mandoneado por ella, me gustó que ella sea tóxica conmigo. Me gusto ser su juguete.
Algo que en la vida nunca falta, son las discusiones y también las deudas. En este tiempo para mi, fueron ambas. Algo que descubrí de ella, fue que era muy sexual. Quería estrenarse rápido, pero solo en mensaje. Era un teatro lo que hacía; saliendo del set, la cosa cambiaba. Pero era cierto que sí quería ser estrenada, pero no ahora.
Quería que sea conmigo, pero tampoco ahora.
En nuestras conversaciones, practicábamos el sexo virtual. Me excitaba mucho hacerlo con ella, y saber sobretodo que ella gozaba de eso.
Ella disfrutaba al ver una foto de mi región orgánica viril y yo disfrutaba leer sus comentarios provocativos y sexualmente obscenos. Nos queríamos, nos deseábamos, nos tocábamos el uno al otro. En nuestras mentes, ambos, ya habíamos hecho el amor.
Pasaron días y tuvimos discusiones, le rogaba que no me deje, que me había vuelto adicta a ella y que sin su compañía, yo no podría volver a ser el mismo. Ella volvía a mi; quizá por aflicción, pero volvía.
Yo era feliz, ese día celebraba. Había fiesta en mi corazón y todos estaban invitados.
Quedamos para vernos y conocernos por fin, saber cómo éramos en persona. Cómo era en persona aquella chica que me hacía feliz con sus mensajes…
Y por supuesto, cómo era el chico que le mandaba fotos de su miembro a ella. Miembro con el cual gozaba y se tocaba.
Ambos de por sí, fuimos sexualmente atraídos.
Aquella cita nunca se consumó, el día 13 de febrero del año 2024 quedamos en vernos. Un día antes de San Valentín.
Hablamos hasta las 11:39am… después de eso, desapareció y no supe más de ella.
Está demás decir y explicar cómo me sentí…
No la vi más, no supe de ella más.
La vida me había regalado una compañera, sin embargo, yo me encargué de decirle: ‘’No la necesito’’.
Cuando en realidad, rogaba por ello.
Mi vida continuó, a pesar del llanto y de la llaga aún abierta. Seguí adelante.
Nunca le tuve rencor por dejarme sin explicaciones, lo que sí me queda es agradecerle.
Darle gracias por iniciarme en el amor, en volver a sentir cariño, tristeza, alegría y pena por alguien; en haber experimentado todo eso con ella.
En sentirme querido y deseado.
Si algún día nos vemos, no puedo prometerte el no llorar pero lo que sí, es correr a tus brazos y decirte: ‘’Gracias por todo, niña mía’’.
Historia de no correspondencia en ocho días
Enviado por conejo-blanco
Sábado 27 de enero
Él no ha dejado de pensar en ella por dos semanas, se ha embriagado y al despertar encontró una nota hecha por si mismo y dirigida a su yo más sobrio, donde se revelaban los sentimientos que tenía hacia ella
Martes 30 de enero
Se vieron y el intentó besarla, ella dijo que no, él le contó la verdad, que le gustaba, y de la nota escrita por su yo más ebrio, ella dijo que no le creía.
Jueves 01 de febrero
Él le escribió una carta:
Cosas por las que me gustas
(En caso de que ella no me crea)
Yo sé que no me crees cuando te digo lo que siento por ti y como platicamos entiendo si no te sientes igual, pero escribí esto porque es importante que creas en las cosas que voy a mencionar ,y no me malinterpretes, quiero que sepas que mereces amar y ser amada y si te cuestionas a ti misma si es cierto lo que siento por ti, aquí estoy para decirte:
me gustas Maja, me gustas por quien eres, y no por quien creo que eres, y conocer a las personas toma tiempo, me gustaría conocerte más y querer esa parte de ti también
Eres una persona increíble que cambiará el mundo, lo haces todos los días con los pequeños detalles, tienes el potencial de hacer lo que tú quieras, eres alguien poco común en este mundo indiferente y respeto mucho eso
quiero que sepas que eres valiosa y que aunque me digas que estás rota y no sepa en cuantas piezas, si te cuestionas a ti misma ¿quien podría querer a alguien así? Aquí estoy para decirte: Yo podría querer a alguien así y me sentaría a tu lado a ver si hay algo roto, para juntar las piezas de una por una y abrazarte lo suficientemente fuerte para unirlas y buscar todas las piezas faltantes porque son parte de ti
No tienes que creer en mi, quiero que creas en ti y en lo increíble que eres para mí, y para todos los demás
Miércoles 07 de febrero
Unos días después él le envío el siguiente mensaje:
Me gustaría preguntarte algo, es solo algo que está en mi cabeza en este proceso y posiblemente sea lo ultimo que sabras de este tema
Acordaron verse a las ocho…
Entonces él inició:
Después de leerte el pequeño texto que escribí, me respondiste que existe un tal vez en momentos de la vida, estuve pensando en eso, y quiero preguntarte si he entendido mal porque, actualmente para mí existen dos posibles caminos:
En el primero definitivamente no quieres saber nada de mí en ese sentido y solo me has dado un consejo de amiga.
En el segundo, existe la posibilidad de convencerte de que esto es cierto y que vale la pena intentarlo.
Mi opción preferida, sin embargo, es la segunda opción y es complicada porque hay una línea delgada entre demostrarte que esto me importa y quiero hacer el esfuerzo y hacer el ridículo dándote una mala impresión como alguien que intenta forzar a que algo se desarrolle.
En caso de que diga que si:
(Texto eliminado por el autor)
En caso de que no:
Ahí muere
Un desenlace esperado, ella le confirmo que seguia usando tinder, un fuerte dolor escondido entre los pulmones, mañana lo resolverá solo.
La hormiga y el gusano
Enviado por zann
La hormiga y el gusano
Cierto día, una hormiga exploradora se encontraba buscando alimento para la colonia cuando escuchó una voz grave y ronca que la llamaba desde lo alto de unas anchas hojas.
—¡Oye tú, pequeña! ¿Por qué trabajas tan duro todo el día? —preguntó un gordo y curioso gusano que llevaba un tiempo viendo cómo la hormiga se afanaba en sus labores.
—Estoy en búsqueda de alimento para la colonia —respondió la hormiga con orgullo.
—¿Entonces eres de esos tontos que recogen alimentos para otros? ¿Y qué pasaría si te hieren en tu búsqueda, o si mueres? ¿Realmente importaría para tu colonia? ¿Acaso alguien vendría a buscarte? —cuestionó con desdén el trabajo de la hormiga.
—¿Por qué tendría que buscarme a mí misma? —preguntó la hormiga, confundida.
—¡Así que reconoces que no eres importante! —replicó burlonamente el gusano y añadió—; yo prefiero vivir solo, sin que nadie me dé órdenes. Elijo mi propio destino, decido qué comer y dónde vivir. No recojo alimento para nadie y no necesito a nadie.
Entonces, dos hormigas más saltaron desde su espalda y arremetieron contra el gusano. Apenas podía moverse cuando cayó, y pudo oír cómo las tres hormigas decían a una voz:
—Zánn Andrés
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