Vuestros cuentos 

Cadenas en la plaza

Enviado por alheli  

Las nubes se desdoblaban como cartas, formando distintas barajas entre las alturas del cielo. Puede que la oración tuviese más palabras pero "déjame" estaba entre ellas. Su cuello sobre la almohadilla, se sintió triste por su dolor, recordó las pequeñas gotas que el atardecer le había ocultado cuando no había llegado. Estaba en su pena y no pudo hablar. Un cumplido que se rasgo con la nota de cuerdas por la estática rojiza. Moneda de centavo que resonó en el fondo maderil de la pequeña inolvidable. No la abrazaba por temor a molestarla, y temiendo caer destrozada sobre él, ella tampoco se acerco.

Amistades que apretaban distancias, las piedras se unían formando un solo escalón. Más para la jovencita hubiese deseado estar atada a él, pues aún así estaría lejos. En el reloj falso de las noches, cada lámpara impera en su compás. Luz de corazones de gises sobre el verde y el gris.

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Ayer

Enviado por alheli  

Estaba mi hermana contandome un historia...de pronto en el momento más desgarrador en que se separan los amantes ella se detuvo. Yo le urgía entonces preguntando
-¿Y que sucedió?
-Su madre se lo llevo y ella no pudiendo arrancarselo del alma, fue y se arrojo a las vías del tren encontrando su muerte. El mismo tren que se llevo por quien se ahogaba su corazón, llevo con ella...¿No es hermoso?Yo quisiera tener una muerte así, pero soy muy desafortunada, morir en las vías de nuestra estación de metro tan mugre y de anaranjado chillón...no saldría poesía de esa muerte ni aún a medianoche y sin embargo sí que sería triste.
...Mi hermana...rezo todas las noches por que no se enamore.

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Cuento

Enviado por alheli  

El hombre quería vivir la vida
y lo quería tanto y tan fuerte
que lanzo su voz para quejarse
de la única manera en que sabía quejarse: olvidando
Y olvidó...
...Su hogar, su mujer

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Pensamiento

Enviado por alheli  

Callaré, esperaré, oraré. Me haces falta.
Así pensaba, con la soledad agobiandola tanto. Que se le hacia, pasada la hora, que no podría ya amar. Cartas parecidas, cartas iguales. Un juego de pares ventado al ocio. Revueltas; con sus colores crema, apiñonadas las letras en la obscuridad, se rompían los sellos y parecía madejas revueltas. Rosas falsas ahogandose en alcohol perfumado. Ella miraba las pelusas en lo alto de su ventana... Pero enamorarse no tenía sentido, además, no se le antojaba un divorcio.

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Momento

Enviado por alheli  

Se quedaron mirando un momento, removiendo él en sus manos. La cabellera, de aquella cabecita triste. Que, con el rostro siempre inclinadyo, las manos juntas al corazón. Daba la impresión de siempre estar al comienzo de un llorar.
En dos otoños la habría olvidado, y ella todavía le retenía y de sus manos todavía de niña. La bolsita de sus sentimientos escapaba envolviendolos olorosa. Llegaba a conmoverlo, a un punto lo hacia aorillar, que se quedaba esperándola y su ida le parecía mentira, al sonido crujiente del cartón impreso.
Tembló en sus pestañas de cáliz somnoliento y alzando levemente su barbilla, fue como si brillase ella toda. Parecía el bostezo de un angel en felicidad.
Diría la mentira correcta con tal de obtener.

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Paseo

Enviado por alheli  

Era linda, era como un juego sin final y bellos gráficos, y coqueteaba en semejanza al sol acariciando vidrios y ciudades. Tenía la costumbre de dejar trocitos de corazón a cada esquina, como si se tratase de pétalos de rosa, migajas que entorpecen el andar. Iba, con su blonda melena en los juegos del viento, apuntando según el tiempo. A todas las horas de un reloj.
Balanceabase, un amor pasaba y otro. Y adelante más andamios. Se abrió el archivo, ruborizandola. Lo había sentido al percibir sus labios de suave púrpura apagado.

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Una tarde

Enviado por alheli  

Una vez sintiendose aburrida se le ocurrió que se sentía sin gliter y vacía. Y así sin un gesto, estrello contra el suelo la vajilla de vidrio, cayo pues de sus manos y en ese suelo de brillantes falsos, rodeo su cuerpo de pedacitos de brizna transparente como brisa de un reloj. Y se dejo caer. Dejando que se le metieran estrellas entre los cabellos, estos copos brillantes y abandonándose a su filo metálico. Se sintió mejor.

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Platicaban y sonreían

Enviado por alheli  

Platicaban y sonreían, y el joven se detenía a veces olvidando, como si hubiese estallado el latón de una campana aturdiendolo. Alzaba los ojos mirando el árbol y bajandolos se confundía no pudiendo ver de ella sus ojos por ser tan obscuros, ni debajo de ellos la rosa que se abría y temblaba al hablar, terminaba solo viendo su nariz. Aquella naricita pequeña con dos lunares tan pequeños que semejaban manchas de tinta. Más cuando la miraba detenidamente le recordaba extrañamente una letrita "b"...Platicaban y sonreía...E inclinandose vio como su vista se había vuelto cristal húmedo. Y callaba, no sabiendo si estaba triste o se había ofendido. Pero la deseaba tanto...con la envoltura abandonada por la acera, todavía la cámara en mano. Toco de ella su boca, hallando bajo los ojos, sus labios.

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Confesión

Enviado por alheli  

Y bajo sus párpados protegidos por suaves pestañas se percibia un brillo lejano de altivez...Que bien era y hasta posible que se hubiese algo así como enamorado. Ya la sola idea de haber gustado por su enmarcamiento e intermedio de cuadro. Le parecía pues todo tan lindo, tan puro, tan natural que le inspiraba a pena suya, sentimientos muy contrarios. Hallando que el muchacho en cuestión le aturdía hasta marearle...Y bajo sus párpados protegidos por suaves pestañas se percibia un brillo lejano de altive

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Columpios añiles y un reflejo gris

Enviado por alheli  

Estaba en el balancín, los cordones se desataban cada vez que volvía a bajar, se ensuciaban en la tierra seca como polen castaño en sus bordes. Su abrigo de suave amarillo se anaranjaba despidiendo al sol y la cadena dorada que grababa letras en su muñeca se removía y temblaba un nombre y el anochecer. Las patitas de un minino manchaban coquetas, el tibio lienzo bordado que le cubría blancamente el regazo. Se detuvo y el pin rosa en su cabello le araño.

Bailaban las cadenas, unidas entre par. Esclava de plata con lindos eslabones sellando la marca de bautismo. Con los pensamientos de la niña adormeciendose dentro... Pasan las suelas, hiriendo el suave lodo, el tosco caer de un pantalón y el sonido del viento sobre cabello corto.

Se le acerco y se juntaron en sombra, que como aguja temblaba junto con los pétalos blancos, indicando una dirección, no importaba la hora era una. Más ahora, con la bolita de maullidos estampando cabellos grises pequeños como pestañas entre sus brazos, veía. Seguían siendo una sombra, ser una silueta, ya sea violeta como un edificio o verde obscuro como el fondo de un jardín, los ojos del gatito detuvieron sus lagrimas, dos en ambos, como columpios azules sobre sus cabezas. La mano blanca que había sacado ese corazón de su envoltorio trasparente, los clips dorados saltaron azotando las notas sueltas sobre el folio suelo de madera, y como rosa se había adjuntado sobre su oreja.

Cuando se detenía, la música que escuchaban, como flecha los había ensartado juntos ¿era solo una herida? Los andamios se curvaban, haciendo temblar la acera y soltando una nota gris, y en el parque la cancha, en vez de ensombrecer al cielo, reflejaba los notas. No había lineas que abruptas partieran el juego en dos, no había rival para el júpiter de colores hexagonales. La portería encerraba el sonido en un celular, y aunque el gatito no llorara, ella sentía que las cuentas en la pulsera que había tejido se deslizaban perdiéndose. Sus audífonos estaban en la basura ya sus sentimientos no se balancearan más bajo su encanto añil.

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