Vuestros cuentos 

El Elefante Fotografico

Enviado por miigueloso02  

Había una vez un elefante que quería ser fotógrafo. Sus amigos se reían cada vez que le oían decir aquello:

- Qué tontería - decían unos- ¡no hay cámaras de fotos para elefantes!

- Qué pérdida de tiempo -decían los otros- si aquí no hay nada que fotografíar...

Pero el elefante seguía con su ilusión, y poco a poco fue reuniendo trastos y aparatos con los que fabricar una gran cámara de fotos. Tuvo que hacerlo prácticamente todo: desde un botón que se pulsara con la trompa, hasta un objetivo del tamaño del ojo de un elefante, y finalmente un montón de hierros para poder colgarse la cámara sobre la cabeza.

Así que una vez acabada, pudo hacer sus primeras fotos, pero su cámara para elefantes era tan grandota y extraña que paracecía una gran y ridícula máscara, y muchos se reían tanto al verle aparecer, que el elefante comenzó a pensar en abandonar su sueño.. Para más desgracia, parecían tener razón los que decían que no había nada que fotografiar en aquel lugar...

Pero no fue así. Resultó que la pinta del elefante con su cámara era tan divertida, que nadie podía dejar de reir al verle, y usando un montón de buen humor, el elefante consiguió divertidísimas e increíbles fotos de todos los animales, siempre alegres y contentos, ¡incluso del malhumorado rino!; de esta forma se convirtió en el fotógrafo oficial de la sabana, y de todas partes acudían los animales para sacarse una sonriente foto para el pasaporte al zoo.

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Polvo de hada

Enviado por miigueloso02  

Érase una vez, un lugar encantado en el que vivían unas bellísimas hadas. Sus alas eran preciosas, de muchos colores, y brillaban tanto que cualquiera las podía ver cuando volaban en el cielo.

De todas ellas, había dos que destacan por encima del resto. Una de ellas se llamaba Alina y la otra Gisela. Ambas tenían las alas más grandes y brillantes de todo el lugar. Tanto que el resto de hadas las admiraban profundamente.

No muy lejos de aquellas hadas vivía Úrsula, la reina de los mundos oscuros. Una hechicera muy fea, llena de verrugas y con la cara muy arrugada.

Cuando la vieja bruja observaba a las hadas pensaba:
- ¡Algún día os robaré vuestros polvos de hada para convertirme en la hechicera más bella del lugar!

Úrsula era tan envidiosa que era capaz de todo. Y así lo demostró el día que las hadas organizaron una fiesta.

Ese día, todas las hadas se pusieron muy guapas y volaron en el cielo mostrando todos sus encantos. Alina y Gisela eran las más brillantes de todas y ese día estaban especialmente bellas.

Cuando Úrsula las vio, no dudó en ordenar a sus cuervos malvados que fuesen a secuestrarlas. Y, mientras Alina y Gisela revoloteaban en el cielo los pájaros se lanzaron a por ellas.
- ¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡Mirad esos pájaros tan feos! – gritaban el resto de las hadas desde el suelo.

Las hadas volaron y volaron para intentar escapar, pero los cuervos pudieron raptar a Gisela.
- ¡¡¡Noooooo!!! ¡¡¡Soltarla!!! – gritaban las hadas

Pero los cuervos se la llevaron a los mundos oscuros donde la bruja Úrsula le robó sus polvos de hada y la encerró en una jaula.

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El Conejito Soñador

Enviado por miigueloso02  

Había una vez un conejito soñador que vivía en una casita en medio del bosque, rodeado de libros y fantasía, pero no tenía amigos. Todos le habían dado de lado porque se pasaba el día contando historias imaginarias sobre hazañas caballerescas, aventuras submarinas y expediciones extraterrestres. Siempre estaba inventando aventuras como si las hubiera vivido de verdad, hasta que sus amigos se cansaron de escucharle y acabó quedándose solo.

Al principio el conejito se sintió muy triste y empezó a pensar que sus historias eran muy aburridas y por eso nadie las quería escuchar. Pero pese a eso continuó escribiendo.

Las historias del conejito eran increíbles y le permitían vivir todo tipo de aventuras. Se imaginaba vestido de caballero salvando a inocentes princesas o sintiendo el frío del mar sobre su traje de buzo mientras exploraba las profundidades del océano.

Se pasaba el día escribiendo historias y dibujando los lugares que imaginaba. De vez en cuando, salía al bosque a leer en voz alta, por si alguien estaba interesado en compartir sus relatos.

Un día, mientras el conejito soñador leía entusiasmado su último relato, apareció por allí una hermosa conejita que parecía perdida. Pero nuestro amigo estaba tan entregado a la interpretación de sus propios cuentos que ni se enteró de que alguien lo escuchaba. Cuando acabó, la conejita le aplaudió con entusiasmo.

-Vaya, no sabía que tenía público- dijo el conejito soñador a la recién llegada -. ¿Te ha gustado mi historia?
-Ha sido muy emocionante -respondió ella-. ¿Sabes más historias?
-¡Claro!- dijo emocionado el conejito -. Yo mismo las escribo.
- ¿De verdad? ¿Y son todas tan apasionantes?
- ¿Tu crees que son apasionantes? Todo el mundo dice que son aburridísimas…
- Pues eso no es cierto, a mi me ha gustado mucho. Ojalá yo supiera saber escribir historias como la tuya pero no se...

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El Hada Fea

Enviado por miigueloso02  

Las hadas, por lo general, son criaturas bellas, dulces, amables y llenas de amor. Pero hubo una vez un hada que no eran tan hermosa. La verdad, es que era horrible, tanto, que parecía una bruja.

El Hada Fea vivía en un bosque encantado en el que todo era perfecto, tan perfecto que ella no encajaba en el paisaje, por eso se fue a vivir apartada en una cueva del rincón más alejado del bosque. Allí cuidaba de los animalitos que vivían con ella, y disfrutaba de la compañía de los niños que la visitaban para escuchar sus cuentos y canciones. Todos la admiraban por su paciencia, la belleza de su voz y la dedicación que prestaba a todo lo que hacía. Para los niños no era importante en absoluto su aspecto.

- Hada, ¿por qué vives apartada? -le preguntaban los niños.
-Porque así vivo más tranquila -contestaba ella.

No quería contarles que en realidad era porque el resto de las hadas la rechazaban por su aspecto.

Un día llegó una visita muy especial al bosque encantado. Era la reina suprema de todas las hadas del universo: el Hada Reina. La cual estaba visitando todos los reinos, países, bosques y parajes donde vivían sus súbditos para comprobar que realmente cumplían su misión: llevar la belleza y la paz allá donde estuvieran.

Para comprobar que todo estaba en orden, el Hada Reina lanzaba un hechizo muy peculiar, que ideaba en función de lo que observaba en cada lugar.

-Ilustrísima Majestad-dijo el Hada Gobernadora de aquel bosque encantado-. Podéis ver que nuestro bosque encantado es un lugar perfecto donde reina la belleza y la armonía.
-Veo que así parece -dijo el Hada Reina-. Veamos a ver si es verdad. Yo conjuro este lugar para que en él reinen los colores más hermosos si lo que decís es verdad, o para que desaparezca el color si realmente hay algo feo aquí.

Pero en ese momento, el bosque encantado empezó a quedarse sin colores, y todo se volvió gris.

-Parece que no es verdad lo que me decís -dijo el Hada Reina-. Tendréis que buscar el motivo de que vuestro hogar haya perdido el color. Cuando lo hagáis, este bosque encantado recuperará todo su brillo y esplendor. Sólo cuando la auténtica belleza viva entre vosotras este lugar volverá a ser perfecto.

Tras la visita del Hada Reina se reunieron urgentemente todas las hadas del consejo del bosque encantado.
-Esto es cosa del Hada Fea -dijo una de las hadas del consejo-. Ella es la culpable.
-Vayamos a buscarla -dijo el Hada Gobernadora del bosque -. Hay que expulsarla de aquí.

Todas las hadas fueron en busca del Hada Fea. Cuando la encontraron le pidieron que se marchara. La pobre Hada Fea, pensando que era la culpable, se marchó.

Pero cuando cruzó las fronteras del bosque, éste dejó de ser gris y pasó a ser de color negro.

Mientras los niños se enteraron de la noticia fueron rápidamente a hablar con el resto de las hadas muy enfadados.
-¿Qué habéis hecho? ¿Por qué le habéis echado de aquí? -decían llorando los niños -. Puede que el Hada Fea no sea muy bonita, pero es mucho mejor que vosotras.
-¡Dejadla que vuelva a entrar! Ella es buena y cariñosa, y no como vosotras que sois presumidas y egoístas. No es el Hada Fea quien hace feo este lugar sino vuestro egoísmo.

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Caperucita Roja y Las Aves

Enviado por miigueloso02  

Hubo una vez en el mundo, un invierno crudo y feroz, que hacía temblar de frío todas las criaturas del bosque, en especial los pájaros pequeños. La nieve cubría la tierra, y llenaba de fría escarcha las ramas de los árboles. De esta manera, era imposible para las avecillas buscar comida con que alimentar a sus crías.

La hermosa y buena Caperucita, sintió compasión de los pajaritos y comenzó a llenar su ventana con granos de arroz. En pocos segundos, la ventana se llenó de estas criaturas, que además, buscaban el calor de la casa. Entonces, Caperucita dejó pasar a todas las aves del bosque, quienes se refugiaron a los pies de la chimenea.

Con el tiempo, los alimentos comenzaron a escasear también para los hombres, y la aldea vecina decidió atacar el poblado donde vivía Caperucita con el fin de arrebatarle todas sus provisiones. “Nos superan en número. Debemos pedir ayuda al Rey” gritó uno de los habitantes, pero otro dijo “Es imposible. Los caminos están cubiertos por la nieve”.

Entonces, la joven Caperucita pidió a la paloma que enviara un mensaje al rey, y la blanca ave pareció entender, pues salió a toda velocidad por la ventana. Con el paso de los días, Caperucita no recibía noticias de la paloma y para colmo de males, los enemigos habían entrado en el pueblo con la intención de saquear cada una de las casas.

Fue en ese preciso instante, cuando asomó la esperanza, y aparecieron milagrosamente los guardias del Rey, propinando una severa golpiza a los malhechores, quienes huyeron a toda prisa del lugar. La paloma mensajera llegaba detrás, volando con sus últimas fuerzas hasta caer en las manitas tiernas de Caperucita.

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El árbol mágico

Enviado por miigueloso02  

Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.

El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra, supercalifragilisticoespialidoso, tan-ta-ta-chán, y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró suplicante, diciendo: "¡¡por favor, arbolito!!", y entonces, se abrió una gran puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: "sigue haciendo magia". Entonces el niño dijo "¡¡Gracias, arbolito!!", y se encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate.

El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que "por favor" y "gracias", son las palabras mágicas

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Reflexión de Vida

Enviado por gabl  

Las horas se vuelven frágiles cuando el pensamiento vaga entre desgastadas neuronas.

Cuando no hay coincidencias entre el ayer y el presente, cuando los recuerdos se evaporan como agua hirviendo, o se derriten como hielo expuesto a la intemperie.

Duelen los años vividos y forman parte de la historia de cada ser humano. No hay tiempo para enmendar errores, para revivir el ayer y que se convierta en el quehacer de hoy.

Tiempo pasado, irrecuperable. Pesa la conciencia, sobrevienen los remordimientos. No hay tiempo del perdón. Consiente o involuntariamente el daño causado no se puede resarcir.

Queda aprender de las experiencias propias o ajenas y tomar de ellas lo positivo. Aun así cuesta recobrar la confianza, elevar la autoestima y equilibrar los actos en la balanza de la vida.

gbl
20/11/2017
Derechos Reservados de Autor

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mi experiencia

Enviado por elflaco  

Hoy hace 32 el volcán nevado del ruiz mediante una erupción sepultó al pueblo de armero. Armero, un lugar el cual tuve la oportunidad de visitar completamente solo casi un mes atras; lo primero que vi cuanto llegue a armero fue un plan de contingencia del volcán situado en el puente por donde pasa el río lagunillas. Seguí caminando y lo primero que encontré fue las ruinas del hospital san lorenzo situado al costado de la carretera, en donde pude ver como el primer piso se encontraba totalmente enterrado (al parecer el hospital era de 2 pisos). Continúe mi camino y ya empezaba a visualizar lo que serian las ruinas de un pueblo, llegue a una esquina en donde se encuentra actualmente el museo de armero, un lugar lleno de recuerdos del pueblo antes, durante y años después de la tragedia en donde un sobreviviente con la voz entrecortada y visiblemente afectado por la tragedia, contaba ante unos pocos turistas como era armero antes en donde mencionaba en varias ocasiones que armero era un pueblo más prospero del norte del tolima y gran exportador de arroz y algodón ( por el cual la llamaban la "ciudad blanca"). Continúe mi camino en medio de las ruinas rumbo a la cruz del papa, pero antes encontré lo que antes era el parque principal de armero y vi dónde quedaba antes la iglesia dejando como restos solamente el altar envuelto por la maleza. El calor ya me comenzaba a afectar ya que estaba bañado en sudor y con la ropa pegada a la piel pero aun así continúe mi camino acompañado de las interminables tumbas que abundan por el lugar, más o menos una cuadra después encontré la cruz dónde se arrodilló y beso el papa Juan Pablo II en donde se encontraban varios guías contando la historia; orientado por unas instrucciones que le alcance a escuchar a uno de los vendedores ambulantes, camine por medio de las ruinas envueltas de naturaleza y habitadas solo por ratas e insectos hasta encontrar el lugar de la agonía y muerte de la niña símbolo de la tragedia Omaira Sanchez, en donde al rededor del lugar hay una especie de locales comerciales en donde venden varias cosas alusivas a ella y a la tragedia (manillas, escapularios, imágenes, videos, etc); ya en el lugar de la tumba, la cual estaba llena de agradecimientos, juguetes infantiles y objetos religiosos eleve una pequeña oración. Continuando mi recorrido en solitario por el lugar, volví al museo en donde me compre una bebida para calmar momentáneamente el calor y la sed, camine hasta el cementerio en donde o primero que sentí al cruzar la entrada fue una energía que me hizo poner la piel de gallina, un lugar verdaderamente tenebroso en donde lo primero que vi fue a una pareja que estaba haciendo uso de la tabla guija y al notar mi presencia simplemente me ignoraron, el lugar estaba repleto de tumbas profanadas, velas rodeando cráneos como si hicieran parte de algún ritual y restos humanos regados por todas partes del cementerio. No aguante más de 5 minutos en ese lugar, así que me dirigí a la carretera y volví al hospital en donde me trepe por una de las ventanas de los que seria el segundo piso y empecé a hacer el recorrido en esa ruina y lo que vi fue un lugar desolado, lleno de maleza y de murciélagos pegados a los techos mediante una pasillo largo rodeado de habitaciones, finalmente me dirigí a la salida de armero, empapado de sudor y cansado de tanto caminar pero con el alma satisfecha de haber hecho un recorrido que hace mucho tiempo quería hacer y un lugar que vale la pena visita

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Arrepentimiento

Enviado por gabl  


Recostado en el tronco de un árbol me cobijo con la sombra que brindan sus frondosas ramas, bebo un sorbo de agua mientras miro el camino dejado tras de mí. Mientras tanto seco mi cabello empapado por el sudor que como caudal de río desbordado llega hasta la cintura humedeciendo la pretina del pantalón.

Desabotono la camisa que se adosa a mi espalda como tatuaje de papel y me abanico con el sombrero en procura de mitigar la fatiga producida por la ardua caminata que inicié a tempranas horas como penitencia a la pena que me impuse en busca de perdonar y ser perdonado por hechos del pasado.

Sin darme cuenta me fui quedando solo sin hijos, sin nietos, sin amigos, sin un perro. En la soledad aprendí a vivir con tu recuerdo que solo traían añoranzas. Desde que me abandonaste tu imagen quedó prendada en mi mente, tu risa, tu tenue voz que como murmullo apagado aún retumba en el pequeño hogar que sin tu presencia quedó vacío y suspendido en el tiempo.

¡Que tarde comprendí tu taciturna actitud!, tu silencio. Sin quejas, sin una palabra de reclamo. Mi tiempo se agota y es por eso quiero perdonar y ser perdonado para vivir en paz los años que me quedan.

Abro la degastada Biblia, donde juntos solíamos leer algunos salmos y busco la nota que dejaste, la cual descubrí días después de tu partida, trato de desdoblarla con sumo cuidado en procura de no rasgar el marchito papel, amarillo manchado por lejanas lágrimas que brotaron de tus ojos cuando la escribías.

Mis viejos ojos, cansados de ayudarme a ver el camino de la vida, se contraen en su afán de darme enfoque para volver a leer tu epístola. Ahora después de diez años es que comprendo la manera, dedicación y atenciones que me brindaste.

Mi corazón se agita en cada línea que repaso, muy pausadamente, como queriendo detener el tiempo vienen a mi recuerdo vivencias pasadas que no dejan de tener vigencia como premonición futura o advertencia de lo que me aguardaba sin tu compañía.

Despierto sobresaltado, creó haber escuchado ruidos provenientes del monte. El reloj me indica que debo reanudar la marcha. Quedan pocas horas de luz para llegar al cementerio y de rodillas al piso, ante la tumba donde reposan tus restos, orar y perdonarte por tu silencio. Por no decirme nada acerca de la enfermedad que se llevó tu vida.

Y pedirte perdón por no haberme darme cuenta de la enfermedad y el sufrimiento que consumía tu humanidad.
¡Que Dios te bendiga amada mía!

gbl
13/11/2017
Derechos Reservados de Autor


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¿Por qué se ?

Enviado por gabl  

Por qué se fue.
Cierta mañana mi hijo de apenas cuatro años me pregunta; ¿papi, el cielo está muy lejos?, lo miro fijamente a sus ojitos, a la vez que mis dedos le agitan sus cabellos que semejan el color de barro mojado.
Mi índice señala el firmamento y la voz se quiebra cuando apenas puedo pronunciar “ese es el cielo”, ¿y dónde es que está mi mamá?
Lo abrazo, y le hablo muy suavemente al oído; “ella nos ve, nos cuida, está siempre con nosotros”.
¿Y por qué no la veo?,
¿por qué se fue?
¡Papi, estás llorando!.
“No hijo, no lloro”
Es el aire que hace que mis lágrimas se escapen de los ojos.
-Sabes papi, te diré un secreto.
“Lo miro extrañado”
-Mi mamá, viene en las noches, después que tú te duermes. Me arropa, me da un beso, y me habla muy bajito y me quedo dormido agarrado de su mano.
-Le pregunto, ¿por qué no vives con nosotros?
-Solo sonríe y dice “siempre estaré a tu lado”
-Pero cuando despierto, no está.
-La he visto llegar, es como si flotara en el aire, y me deja su perfume, ¡ que huele a flores!.
-¿Papi que le hiciste a mi mamá, que se fue a vivir al cielo?
-¿Y por qué ella no te habla?
Hijo, tú mamá y yo hablamos. Cosas de adultos, hablamos de ti, de la casa, de tus travesuras. Y siempre me pide que cuide de ti. Que cuando crezcas sabrás muchas cosas.
-¿Cuándo vamos a visitarla?
Mi niño, nosotros no podemos visitarla, es Dios quien la llevó a vivir a su lado. Y le permite bajar a verte, hablarte y acompañante hasta que te duermas.
¡Y ahora, iremos a dar un paseo!
Vamos al río para que te refresques en sus cristalinas aguas, mientras llega la hora de almorzar.
Daniel disfruta del baño en el río. Estoy desconcertado. Solo me dejo llevar por los pensamientos hacia su madre. Han pasado dos años que falleció, repentinamente, muy joven, lo recuerdo como si fuese ayer.
Y el niño mantiene viva su presencia. Lo que no me permite apartarla de mi mente, ya que en cada detalle está presente en nuestras vidas.
He cambiado mi modo de vivir, mi tiempo, mi manera de pensar. Mi energía y mi alma están con mi hijo. Solo quiero vivir muchos años para verlo crecer, que tenga hijos, mis nietos, y que me dediquen un poco de sus días para cuando llegue mi hora para volar al encuentro de su mamá.

gbl
04/11/2017
Derechos Reservados de Autor

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