Vuestros cuentos
Subliminal.
Enviado por aoac
Te juro que fue un sólo golpe, pero ya no lloro. Desde ese entonces vivo sin lágrimas y en todo Puerto Rico soy la gitana más dichosa del mundo. Y es verdad, en esta puñeta de vida, aunque tú no lo quieras, los golpes vienen y van. Cuenta mi madre que, cumplido los nueve meses, lloraba y lloraba sin cesar. Y que una noche, para tratar de calmarme, empezó a balancearme entre sus brazos y lo hizo, dentro del pequeño piso, caminando de una pared a otra. Mi pobre madre trataba de acallar mis gritos pues, sentado en la mesa del comedor, mi padre perdía la paciencia, hasta que me cargó y empezó a caminar igual que mi madre, de una pared a la otra, balanceándome entre sus musculosos brazos. Pero mi llanto era desesperante, tan desesperante como el insulto de mi padre. Sin embargo, de pronto y de sus potentes brazos, me resbalé. Por fortuna caí sobre la cama, donde rodé y rodé hasta que mi cabeza encontró el duro mosaico y fue en ese momento que recibí mi primer convincente golpe. Entonces y sin nadie esperarlo, ¡dejé de llorar! Misteriosamente hice silencio y cuenta mi madre que muy serio, desde el frío suelo, miré a mi padre ¡y hasta le sonreí! ¿Te das cuenta? Hoy y gracias a ese día vivo sin lágrimas y en esta bella isla de Puerto Rico soy el gitano más dichoso del mundo. Hoy me acuerdo del pasado y así consuelo mi vida. Relata mi madre que, esa noche del golpe en mi cabeza, mi padre, por cierto, muy contento, le dijo, ¡pordioz!, ¿hazvisto mujé? Parece que la cría ya entiende, ¡ella solita solita se aconsejó!
Este relato puede ser escuchado (entre otros) escribiendo en la barra de you tuve Sentido Inverso de Ángel Acosta.
El niño pluma
Enviado por pablo_honey
En alguna casa de la ciudad de Bogotá, Colombia, entre calles de burgueses; un hombrecillo de 16 años de nombre Cortés se encontraba dibujando sobre un trozo de periódico con la yema de sus dedos, los cuales derramaban tinta. Esta era una de las peculiaridades de Cortés: Sacar tinta de sus dedos. Nadie sabía cómo lo hacía, pero lo que él hacía con estas habilidades no las desperdiciaba y se mantenía ocupado haciendo trazos, esbozos o dibujos sobre casi cualquier superficie.
Al tener los dedos como pincel, tenía un nivel de precisión impresionante en sus dibujos, además de un color rojizo en todos ellos, y era especialmente conocido por sus alrededores. La gente acudía a él cada vez que necesitaban algunos dibujos, retratos o cuadros, y él con gran amabilidad les apoyaba con esa tarea.
Dibujaba de todo: Objetos, animales, personas, paisajes, atardeceres, estrellas, pensamientos. Y su primer dibujo del cual siempre lo mantuvo colgado en su pieza, en el lugar más visible posible, eran dos aves volando en la brilles e infinidad de la luz.
Su firma siempre era la misma, una pluma de ave con una fecha: 16/06/1958. Nadie entendía el motivo de su firma, y Cortés tampoco se interesó en revelarla.
Su cuarto se encontraba peculiarmente desordenado, él solía decir a sus padres: “Así es como me gusta mantener mi pieza, es una forma de ver mi mente”. Sus padres y conocidos de Cortés contaban que él era especialmente callado, y cada palabra que salía de su boca en los momentos cortos en los que hablaba, emitía palabras con un sentido tan sabio para su edad, tan elegante para su estética.
Su madre con la que era más expresivo le quería tanto. Le arropaba todas las noches, le elogiaba su arte desde que comenzó, le preparaba su comida preciada, su bebida preciada, le tarareaba canciones mientras le revisaba el cabello. Lo que cualquier madre hace con sus hijos, simplemente amor maternal, por ende, Cortés se sentía muy bien con su madre. Su madre contó sobre algunas de las experiencias con su hijo, sobre alguno de los regalos para Cortés: Un pequeño perico y un cuadernillo en blanco que acompañaron a Cortés desde sus cortos 4 años.
Cortés al ser un niño tan audaz y maduro desde corta edad, siempre cuidó muy bien al perico, podría incluso decir que fue tan “suyo” que casi ninguna persona conoció al perico, más que su madre, quien olvidó a aquel animalito en cuestión de días, y fue entonces cuando solo fueron Cortés y su pequeño amigo inmersos en la lealtad de la amistad. Se amaban tanto el uno al otro, Cortés le enseño trucos, le enseñó palabras, hasta el punto de parecer que su pequeño amigo entendía el significado de cada una de estas palabras.
El joven Cortés falleció un miércoles nublado de julio del 68, los médicos catalogaron su muerte como falta de vivez, como falta de ese líquido rubí. Los pobladores de la calle en la que vivía, junto con personas que lo conocieron acudieron a su funeral, su madre expresó una tristeza tan inmensa, su pesar fue tanto, pero no podía hacer nada, Cortés se había ido.
Al pequeño perico le encantaba morder cosas, desde pequeños trozos de pasto hasta trozos de madera de la silla de su comedor, y eso no le molestaba a Cortés, al contrario, él sentía que era la mejor peculiaridad de su amiguillo.
En ocasiones mordía a Cortés, en los brazos, en las piernas. Pero no eran mordidas tan fuertes, eran de esas mordidas que sabes que no duelen, pero sabes que se sienten. Y a Cortés le relajaba, era la forma de su perico de decirle que lo quería. En alguna ocasión, su amiguillo mordió a Cortés en la yema de sus dedos y Cortés sangró, pero no se molestó, le maravilló el hecho de saber que podía sacar líquido de sus dedos, de una manera más literal.
Su pequeño amigo había muerto, lo había dejado un miércoles nublado de julio del 58, Cortés lloró tanto que pronto se quedó sin lágrimas, y esa misma noche, cortó una pequeña pluma de su amigo, la punta era tan filosa que logró perforar la yema de los dedos de Cortés, y comenzó a hacer su primer dibujo: Dos aves volando en la brilles e infinidad de la luz.
Desde entonces cargó esa pequeña pluma todo el tiempo, lo acompañó en cada día, cada noche, cada atardecer, cada momento, cada dibujo.
Nadie nunca supo su secreto para sacar tinta de los dedos, solo Cortés y su pequeño perico.
Maldita providencia
Enviado por aoac
Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo y veinticuatro horas después, El Diablo recorrió la tremenda creación del Señor. Efectivamente, Mefistófeles caminó desiertos, bosques, selvas y navegó ríos y mares, hasta que visitó mi pequeñita Isla que, según relatan sus descubridores, es la tierra más hermosa que ojos humanos han visto pues, naturaleza y habitantes, estaban tan pulidos como el cuerpo de una desnuda joven india, razón que dejó boquiabierto a Mefistófeles. Sin embargo, enseguida ocurrió algo inesperado, pero sin importancia pues, como no aparece escrito en ningún libro, ese sexual asuntico no está considerado un insulto. Pero coño nada de preocupaciones, los hechos históricos que no se reflejan en los libros son el pretexto de algunos hombres para que las culpas caminen sin culpables. Por estos tiempos vivimos crueles tiempos de Historia Universal, repletos de odio y de una represión sin final. Hoy en mi pequeña isla vivimos acurrucados por baratas ideologías y absurdas consignas que aprueban miles de leyes contra quienes piensen diferente. Hoy en mi bella isla pensar diferente es exponerse a ser crucificado y no importa que sea anciano, mujer, joven o niño. Hoy en mi hermosa Cuba, el precio de pensar diferente se paga con infernales largos años de prisión, y sin asombro pues, los dictadores y el Diablo no hacen lo que Dios quiere, por eso, después de conquistar a la joven india, Mefistófeles le creó un hijo que, los actuales habitantes y hasta la mismísima Universal Historia, saben dónde coño está.
Este relato puede ser escuchado (entre otros) escribiendo en la barra de you tuve Sentido Inverso de Ángel Acosta.
El bosque de la imprudencia
Enviado por rgeldresbf30
Una rana de corta edad, se ejercitaba en el bosque, ya que se aproximaba una carrera y quedaba poco tiempo para que comenzará. Este contratiempo le puso triste y se dijo:
Debo hacer algo para aumentar mi velocidad. Quedan pocos días para la carrera y no llegó a los talones del tercer lugar.
Su preocupación era cada vez más intensa y, decidió planear lo que debía de hacer, en ese instante, se cruzó rápidamente un colibrí que observándolo, notó dos cosas, era muy veloz y tenía un problema.
De pronto pensó rápido y tontamente, que si comía al pequeño colibrí obtendría su velocidad, entonces le pregunto:
-¿Qué mal te aqueja, amigo mío?
- He consumido néctar con toxinas -respondió el ave
-¡Vaya que estás de suerte! conozco un remedio que curará todos tus males, ven acércate para que te lo cuente.
Pues dímelo pronto - suplico el colibrí - porque no hay quien me ayude.
No hay problema - repuso la rana y estirando su lengua, la engullo sin esfuerzo
Eres una miserable, el colibrí confío en ti, y tu en pago le envías a la muerte.
La rana se burló de la mariposa y, en ese instante sintió un fuerte dolor, revolcándose en tierra pidió ayuda a la mariposa, pero esta la ignoró y, en poco tiempo, falleció por el veneno del animal.
Moraleja: “La discreción te guardará, te preservará la inteligencia para librarte de un mal camino”
Pensamientos
Enviado por michaelsgb
Esto no es un cuento, solo una simple historia.
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A lo largo del tiempo surgen nuevas ideas, aquellas ideas pueden ser exitosas, pero si aplicamos en ellas nuestro existir, puede resultar un poco incomodo con solo pensar de donde venimos, La vida es solo un misterio. Imagínate estar todos los días trabajando y trabajando siguiendo el mismo protocolo, despertar, comer, trabajar, llegar a casa y dormir, esta secuencia se sigue repitiendo.
Estamos destinados a morir en cualquier momento, sea de lo que sea vamos a morir, pero aun así sigo con ese protocolo, nacer para disfrutar o para ser esclavo de mi mismo din darme cuenta que es lo que me hace feliz, A que venimos? Esto es el destino? Esto ya paso?, Muchos anhelan ser niños y los niños anhelan ser adultos, Pero ninguno de los 2 se detiene a pensar de que aunque anhelen eso el tiempo seguirá avanzando, nunca se detiene, Ninguno sabe que a medida que pasa el tiempo, nos envejecemos poco a poco, sean segundos, minutos, horas, días, meses, incluso años, nunca regresan, desde que naces y cumples un año, ese tiempo ya no existe, se repite y se repite, Pero entre mas se repite mas estamos cerca de la muerte, quien sabe si será un vacío el mas haya, nadie puede explicar eso, pero a lo largo de los años lograras muchas cosas y perderás otras, pero... De que sirve ser esclavo, si tratas de ganarte la vida para librarte de toda deuda, y después darte cuenta de que el tiempo que paso te volvió viejo? entonces como te la ganaste si el poco tiempo que tenias te dejo disfrutar, y venir a disfrutar en tu ultima etapa es un simple error, por que pudiste tener momentos importantes, Pero no.
Si el tiempo es la existencia, entonces cuanto tuvo que pasar para que que yo naciera y cuanto tiempo paso, para morir. Es un sin fin de preguntas.
Un sin fin....
Amor a primera vista
Enviado por j-dalvi
Era una bella tarde de invierno cuando por el río Magdalena pasaba un barco con un grupo de soldado que llegarían hasta la población de Heredia a pasar allí la noche de ese día. Todos aquellos uniformados bajaron de aquel barco excepto un joven que tocaba guitarra, el cual al llegar al puerto comenzó a observar cómo se ocultaba el sol y lleno de alegría comenzó a cantar; un grupo de pescadores que estaban cerca de aquel barco se acercaron y entre ellos una linda joven que al escuchar la voz de aquel muchacho quedo encantada.
─ Muchacho, que lindo cantas ─ dijeron aquellos pescadores ─ cierto, cantas muy lindo ─ repitió aquella hermosa joven.
─ gracias a todos y a ti hermosa joven ─ dijo aquel soldado muy sonriente
Aquel joven siguió cantando y esta vez una canción de amor se escuchaba en aquel puerto, como si aquel muchacho se hubiera enamorado a primera vista. Unos minutos después los pescadores siguieron con su labor de pescar y se fueron de aquel puerto, pero aquella joven siguió allí escuchando más canciones. Poco después el joven dejo de cantar y bajo del barco a hablar con aquella jovencita.
¬─ gusto en conocerte joven, ¿cómo te llamas? ─ me llamo Laura ─ respondió la joven
─ soy David y es un gusto conocerte Laura ─ dijo aquel muchacho
Aquellos jóvenes siguieron hablando por largas horas, luego de aquella charla Laura se fue hasta su casa muy feliz.
Horas después el comandante de aquel grupo de soldados recibió una llamada donde su capitán le decía que debía quedarse en Heredia por varios días, David al escuchar esto se emocionó porque así podía conocer más aquella joven que tanto llamo su atención.
Llego la mañana y David salió por el pueblo queriendo saber dónde vivía Laura, después de preguntar llego hasta su casa y allí estaba su Laura, ella muy contenta lo recibió y hablaron hasta muy tarde. Llego la noche y el joven soldado esperaba a Laura para salir a caminar por el pueblo como habían acordado y aquella noche fue una gran cita para ellos. Esa fue su rutina por varios días, pero llego la hora de partida, aquel soldado tenía que seguir con su viaje y fue muy dura aquella despedida.
─ volveré por ti Laura, ten paciencia y espérame─ dijo esto aquel joven ─ te esperaré mi poeta ─ respondió Laura.
Partió aquel barco y aquella joven lloro esa dura despedida. Pasaron varios meses y Laura no había sabido más de David, no habían tenido una llamada, ni una carta que le hiciera saber de él, sin embargo, ella seguía con la esperanza que él volvería.
Siguió pasando el tiempo y aquella joven pueblerina no paraba de extrañar a su poeta, no dejaba de pensar en aquellas promesas, ya su esperanza iba perdiéndose poco a poco.
Era ya septiembre mes de celebración de las fiestas patronales de Heredia y aquella tarde Laura salió para la plaza a escuchar el festival que se realizaba por tradición, para sorpresa de ella ahí estaba su amado en tarima interpretando una canción que le había hecho a su gran amor
─ hoy volví a tu pueblo, cumpliendo la promesa que un día te hice, hoy me siento contento porque sé que aún tenías la esperanza de verme ─ esto cantaba aquel muchacho en su canción.
Laura muy contenta y con lágrimas en sus ojos subió hasta la tarima y abrazo a su amado y juntos lloraron. Aquel día el joven soldado le pidió matrimonio a Laura y el último día de aquella fiesta se casaron y vivieron felices hasta el final de sus vidas.
Candileja.
Enviado por aoac
En este rinconcito de talento mi paisaje son paredes. Tal vez algún trozo de cielo. Migajas de amanecer. Barrocos atardeceres. Pedacitos de mar, cerros, valles, olivos… Pero que nadie se haga ilusiones, no me siento malgastado. Gústele o no a La Vida y tal vez hasta La Muerte... soy eterno. Y sin alternativas, vivo prisionero de sentimientos. A quienes hago falta a tiempo completo. Nadie ni nada puede contrarrestar mis días entre amargas o dulces cotidianas aventuras. Nadie ni nada puede evitar que yo sea parhelio, bolero, luna negra, herida, instinto… la agonía en el grito de las Monarcas… Nadie ni nada puede evitar que yo sea… para bien o para mal… ¡todo lo que tú ambicionas ser! No es secreto, soy una vieja especie. Digamos… el resultado de cotidianas manías, hábitos, doctrinas… Que tienden redes desde hace siglos. Socialmente mi acontecimiento es una vivencia. Hoy mi paisaje son paredes. Tal vez algún trozo de cielo. Residuos de amanecer. Yermos atardeceres, arenas, musgos… el enfermizo tedio entre tragos de brandy… Pero no haré concesiones. Es una agonía solicitar derechos. Soy un desnudo verso. Y por favor; acércate, no temas, estréchame entre tus ávidas pupilas y comparte conmigo este permanecer insomne… confinado en algún colapso de amor.
Noches inocentes.
Enviado por aoac
Es una desgracia arrastrar con este oficio de tatuar palabras. … No he podido arrancarme la dichosa manía de registrar acontecimientos y eso que las llaves de mi celda están perdidas en el en el fondo de algún Archipiélago… (no precisamente Gulag)... Para mí, soñar es como un día de sol… El problema es que de noche no siempre hay luna llena y cuando eso ocurre… la oscuridad es casi total… ¿Hacia dónde viajan los sueños cuando es noche sin luna llena?... Ahora mismo…en tu vida… ¿es de día o de noche?... ¡Nadie sabe!… Sin embargo, esto que escribo es muy cierto… Para ver los rostros de nuestros verdaderos sueños todos… ¡pero todos!... tenemos que esperar por inocentes noches de luna llena.
Lluvia para un lienzo.
Enviado por aoac
Salgo bajo una débil lluvia. Camino unos metros. Pero el chubasco arrecia. Tuve que correr, guarecerme debajo de un portal. Entonces los pensamientos para tratar de organizar la vida roban mi tiempo. Rodeado de las personas que también se protegían del aguacero mentalmente clasifico los problemas. Es una costumbre que heredé de mi abuelo. Un proceso difícil de explicar. Tal vez un jugador de ajedrez sin tablero me entienda. Coquetear con los pensamientos está en la mente. No sigo ninguna regla. La claridad en la expresión se logra cuando la idea fluye y--de un golpe--la escribes. Es como dormir y soñar que… para mí… tienen realidad pues, mientras el acto de pensar sea una necesidad, no será fácil imponer… Y por ahí están mis pensamientos cuando alguien… debajo del portal… habla en alta voz. Entonces giro la cabeza y descubro la figura de una mujer empapada por el aguacero. Frente a mis ojos una muchacha de espaldas pero sin la ventana donde; Anna María, la hermana de Dalí, disfruta de un surrealista horizonte. Sombra. Luz. Un lienzo para cantar. Frente a mis ojos una mujer de espaldas empapada por la lluvia… Una mujer prisionera de un ajustado vestido que personaliza las afiladas curvas de su cuerpo… y los ojos; grandes y redondos como fondo de amarilla luna… y el cuello, geométricamente a la altura de unos hombros justo sobre dos senos hechos mitades de naranjas… ¡Joder!... Imaginación, ¡qué refinados son tus contornos!
Y me decía.
Enviado por felixlibrisermo
Algunos días, mi madre me agarraba de los hombros, sus uñas hundiéndose suavemente en mi ropa. Ella me miraba con anhelo y orgullo reflejándose en su ojos, como si fuera lo mejor que le hubiera pasado en su vida aunque cada vez que alzara la voz dijera lo contrario.
Ella se acercaba aún más, recuerdo, la tensión intensificándose y solidando el espacio como si de paredes de concreto se trataran, entonces mi madre movería sus brazos alrededor mi cuello, encerrándolo igual que una serpiente e inhalando fuerte, me decía sin falta casi como un susurro, por un momento pensando en imaginarlo quizás fuera así,
Ella susurraba: "Te mereces el mundo, hija mía, el mundo por el que cada ser humano pasa." En ese momento no sabía a qué se refería, parpadeando en confusión y haciendo una mueca, intentando alejarme cuando el aire empezó a faltarme.
Pero ahora que sostengo a la criatura entre mis brazos, sollozando por el dolor y el ardor en mi cuerpo, un líquido corriendo y el chillido de la criatura punzando en mis oídos, no pude evitar actuar de la misma manera, no pude detenerme.
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