Cuentos
Aquí, en la portada, puedes leer los 100 mejores cuentos de siempre, según vuestros votos, separados en dos listas: 50 son de autores consagrados, y los otros 50 de usuarios. Tiene mucho mérito aparecer en esta selección, así que si te esfuerzas a lo mejor te puntúan tan bien que sales aquí. ¡No dejes de intentarlo!
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EL LOBO Y EL ASNO
Un lobo fue elegido rey entre sus congéneres y decretó una ley ordenando que lo que cada uno capturase en la caza, lo pusiera en común y lo repartiese por partes iguales entre todos; de esta manera ya no tendrían los lobos que devorarse unos a otros en épocas de hambre.
Pero en eso lo escuchó un asno que estaba por ahí cerca, y moviendo sus orejas le dijo:
- Magnífica idea ha brotado de tu corazón, pero ¿Por qué has escondido todo tu botín en tu cueva? Llévalo a tu comunidad y repártelo también, como lo has decretado.
El lobo, descubierto y confundido, derogó su ley.
Moraleja: Si impones normas, sé el primero en cumplirlas.
cuento
: EsopoLOS PERROS
Un perro que llevaba toda la vida junto a su amo se encontró con un perro abandonado.
- Oye, - dijo el primero -, debes sentirte muy solo y temeroso, ¿quieres ser mi amigo?
En estas, que el perro abandonado huyó corriendo.
Moraleja: No debemos juzgar a los demás según nuestro punto de vista, hay que intentar ponerse en la situación del otro para entender su comportamiento.
cuento
: Dani AlcalàLA PALOMA Y EL PERRO

Se acercó una paloma a beber agua de un charco. Un perro, que observaba la escena tranquilamente desde la puerta de su casa, exclamó:
- ¡Puaj, qué asco!, no sé cómo puedes beber un agua tan sucia. A mí me la dan directamente del grifo.
- Pues a mí nadie me da nada - contestó la paloma -, así que tengo que buscarme la vida.
Moraleja: Valora todo lo que das por hecho, pues nunca se sabe si lo tendrás para siempre.
cuento
: Dani AlcalàLA ZORRA Y LA LIEBRE

Dijo un día una liebre a una zorra:
- ¿Podrías decirme si realmente es cierto que tienes muchas ganancias, y por qué te llaman la "ganadora"?
- Si quieres saberlo - contestó la zorra -, te invito a cenar conmigo.
Aceptó la liebre y la siguió; pero al llegar a casa de doña zorra vio que no había más cena que la misma liebre. Entonces dijo la liebre:
- ¡Al fin comprendo para mi desgracia de donde viene tu nombre: no es de tus trabajos, sino de tus engaños!
Moraleja: Nunca le pidas lecciones a los tramposos, pues tú mismo serás el tema de la lección.
cuento
: EsopoEL FLAMENCO Y EL PATO

Un flamenco se posó en un estanque para descansar. Un pato, que lo vio venir, lo saludó:
- Hola amigo, ¿de dónde vienes?
- De los lagos que hay más allá de donde las montañas se juntan con las nieves - contestó el flamenco -; al otro lado del océano.
- Vaya - dijo el pato -. Si que has visto mundo.
El flamenco, viendo que tenía un espectador agradecido, se puso cómodo, y apoyándose sobre una pata, siguió:
- Pues sí, me extraña que no lo conozcas, pues allí también está lleno de patos.
- ¿De veras? ¿Y qué hacen allí los patos?
- Preguntar de dónde vengo.
El pato, viendo que ya estaba todo dicho, siguió nadando en busca de aguas más tranquilas.
Moraleja: No confundas la amabilidad con el halago.
cuento
: Dani AlcalàEL SEMIDIOS

Un hombre tenía en su casa un semidiós, al que ofrecía ricos sacrificios. Como no cesaba de gastar en estos sacrificios sumas considerables, el semidiós se le apareció por la noche y le dijo:
- Amigo mío, deja ya de dilapidar tu riqueza, porque si te gastas todo y luego te ves pobre, me echarás a mí la culpa.
Moraleja: Si gastas tus riquezas en cosas innecesarias, no le eches luego la culpa de tus problemas a nadie más.
cuento
: EsopoJUHA EL VETERINARIO

Resulta que una vez un señor vivía en el campo lejos de la civilización con su esposa e hijos. Éstos tenían una vaca que les brindaba mucha leche, pero la apreciada vaca sólo comía hierba verde. Y resulta que llegó una sequía que afectó a toda la vegetación y eso alteró la alimentación de la querida vaca. Sólo quedaba hierba seca.
Como la vaca empezó a flaquearse y debilitarse, el dueño se vio obligado a buscar una solución.
Empezó a preguntar a la gente. Le hablaron de un excelente veterinario que se llamaba Juha. Entonces el señor se fue con la única esperanza en busca de Juha y cuando lo encontró le comentó todo. El veterinario Juha dio la mejor solución y más fácil al dueño de la vaca. Le dio unas gafas verdes y se las puso a su vaca y como la misma veía toda la hierba seca de color verde, empezó a alimentarse y lo más importante, mejoró su estado de salud, dio mucha leche y la familia campesina fue muy feliz.
cuento
: Cuento tradicional saharahuiEL CABALLO Y EL SOLDADO
Un soldado, durante una guerra, alimentó con cebada a su caballo, su compañero de esfuerzos y peligros.
Pero, acabada la guerra, el caballo fue empleado en trabajos serviles y para transportar pesados bultos, siendo alimentado únicamente con paja.
Al anunciarse una nueva guerra, y al son de la trompeta, el dueño del caballo lo aparejó, se armó y montó encima. Pero el caballo exhausto se caía a cada momento. Por fin dijo a su amo:
- Vete mejor entre los infantes, puesto que de caballo que era me has convertido en asno. ¿Cómo quieres hacer ahora de un asno un caballo?
Moraleja: En los tiempos de bienestar, es cuando debemos prepararnos para las épocas críticas.
cuento
: EsopoEL LOBO, LA NANA Y EL NIÑO
Se hallaba hambriento un lobo, y vagaba en busca de su comida. Llegó a una choza y oyó a un niño que lloraba y a su nana que le decía:
- No llores, mi niño, porque te llevo donde el lobo.
Creyendo el lobo aquellas palabras, se quedo esperando por mucho tiempo. Y llegada la noche, la nana, cuando arrullaba al niño le cantaba:
- Si viene el lobo, lo mataremos.
Al oír el lobo las nuevas palabras, siguió su camino meditando:
- En esta casa dicen primero una cosa, y después quieren hacer otra muy diferente.
Moraleja: Más importante que las palabras, son los actos de amor verdadero.
cuento
: EsopoEL PERRO Y SU REFLEJO EN EL RÍO
Vadeaba un perro un río llevando en su hocico un sabroso pedazo de carne. Vio su propio reflejo en el agua del río y creyó que aquel reflejo era en realidad otro perro que llevaba un trozo de carne mayor que el suyo.
Y deseando adueñarse del pedazo ajeno, soltó el suyo para arrebatar el trozo a su supuesto compadre.
Pero el resultado fue que se quedó sin el propio y sin el ajeno: éste porque no existía, sólo era un reflejo, y el otro, el verdadero, porque se lo llevó la corriente.
Moraleja: No codicies el bien ajeno, pues puedes perder lo que ya has adquirido con tu esfuerzo.
cuento
: EsopoDesde el 41 hasta el 50 de un total de 50 Cuentos