40 Cuentos cortos 

Los cuentos han sido desde siempre un género muy popular, nada menor, y no es extraño encontrar a grandes novelistas o ensayistas de ayer y de hoy habiendo escrito este tipo de relatos cortos. Las ventajas son evidentes: la construcción de los personajes y de las tramas es mucho menos elaborada, por lo que el esfuerzo es menos. Pero a cambio, uno puede plasmar una idea de forma bastante rápida, sin demasiados aspavientos, y el efecto de la misma acostumbra a ser mayor, pues al lector no le da tiempo de asimilar la historia cuando ya le llega el final, con el que a veces se puede dar un golpe que impacte mucho más que una novela.

El cuento tiene además una tradición oral muy importante, y se pueden encontrar textos que difícilmente se atribuyen a una sola persona; sino más bien a un pueblo entero. A veces esos cuentos se transformaban en música a través de una canción.

Desde nuestra web os queremos ofrecer algunos de esos cuentos que te provocan, ya sea una sonrisa o una mueca de sorpresa, pero algo, que te haga pensar o que te transporte a otro tiempo o momento. También puedes encontrar en el menú cuentos de otro tipo, más o menos cortos también, pero clasificados por categorías, así como fábulas.

¡Que no se te olvide puntuarlos y comentarlos!

El paisaje

Enviado por toyo  

El sol aparecía entre las montañas,
Montañas llenas de verdor y olor de frutas frescas
Frutas de colores y sabores
Así eran en aquel lugar las mañanas

Verdor de árboles y olor de flores frescas
Flores de diferentes colores y aromas
Olor de rosas, amapolas y cayenas
Es un lugar lleno de amores

El Agua bajaba desde lo alto.
Cristalina, transparente y fría
refrescante y dulce, hojas secas y flores transportaba
Era entonces así de noche y de día.

Los cantos de los pájaros se confundían
con sus hermosas plumas de colores
Parecieran que contaran sus amores
permanecían siempre en alegría.

En ese mismo lugar yo la hice mía
Era parte de ese paisaje de ensueño
Se bañaba en las aguas sin vestido
Mientras la adoraba yo a la amada mía

Mucho tiempo estuvimos juntos
Muchos besos le di en aquel lugar
Mucho dejé de mí en esos parajes
Dormí muchas veces en sus senos juntos

Un día de los muchos en que me esperaba
Llegué temprano pues no aguantaba las ganas
Desde lejos logré divisar una pareja unida
Al acercarme la Vi: era ella recostada.

Miraba ella el cielo,
Mientras su amante
Con su cuerpo se deleitaba
El gruñía como animal salvaje
Mientras sus manos recorrían toda su cara.

Ha pasado ya mucho tiempo
El destino me regresa como broma macabra
A estos parajes con el mismo sol ese brillante
Con las inmensas montañas sin vida y sin esperanza

el agua que otrora era cristalina
Realmente es un riachuelo
Que transporta animales descompuestos:
Sus corrientes.

66.67%

votos positivos

Votos totales: 3

Comparte:

EL VECINO

Domingo era un día de la semana, pero también un señor mayor de ochenta y pico años, viudo y residente en un barrio obrero de las afueras de Barcelona. Domingo saludaba cada mañana a la mujer del quiosco, aunque no compraba nada, a su vecina María y a su perra, con las que coincidía siempre por horarios, aunque él no tuviese perro, y también al vagabundo que dormía en el cajero, aunque él no sacaba dinero.

Domingo siempre saludaba a todo el mundo, aunque no le saludasen, porque así le habían educado.

Un cierto día, Domingo pasó a mejor vida. Su lugar en la finca lo ocupó un joven matrimonio con hijos. Dos pequeños, llamados Sixto y Abril, curiosos y juguetones como pocos, que se acercaban a todo el mundo en busca de una mirada cómplice y un "hola".

Tras apenas un par de días, nadie notó la diferencia.

Autor del

cuento

: Dani Alcalà

64.20%

votos positivos

Votos totales: 81

Comparte:

Como ayer

Enviado por gabl  

Como Ayer.

Ven hacia mí, abrázame y une tu cuerpo al mío como lo hacías ayer. Cólmame de caricias y sutiles besos que me trasladen al pasado, que aún vive aferrado en mi pecho.
¡Ya no puedo más!
Calma mi ansiedad, mi necesidad de ser amada, de sentirte dentro de mí.
Mi vida es una locura sin tu presencia, sin tu cálido aliento sobre mi rostro, sin el susurro de palabras al oído dichas en la intimidad y la comunión de nuestros cuerpos en la plenitud del éxtasis.
Fuiste tú y siempre serás, quien llene mis días grises y reviva la llama del amor que la brisa nocturna pretende apagar cuando no estás.
No me dejes en esta triste soledad, en noches frías que eriza mi piel desnuda.
Ven y cobija mi débil figura, dame tu calor y embriágame de amor hasta caer rendida sin fuerzas ante tu alocada pasión. Tráeme al presente envuelta en tu mágica forma de amar y hacerme sentir mujer.

gbl
20/04/2017
Derechos Reservados de Autor.

61.90%

votos positivos

Votos totales: 42

Comparte:

Reflexiones

Enviado por gabl  

Reflexiones un 28 de Julio.

No hubo despedida, un adiós, un abrazo, un beso en la mejilla. Allí estaba yo, parado en la esquina. Vi el taxi pasar, lo seguí con la mirada hasta que se perdió en la avenida. Después vendrían la noches solitarias, las sábanas tendidas sin encontrar a quien brindar abrigo. Las horas frías del amanecer sumaban al caluroso día que obligaba a refrescarse con las primeras gotas del agua que brotaba a través de la ducha. Solo así el cuerpo se renovaba del tedio y el hastío de la mala noche, de la madrugada en vela cuando el sueño me jugaba una mala pasada y castigaba mi pobre humanidad. Luchaba por dormir y solo los fantasmas de mi mente querían enloquecer mis pensamientos. Y amanecía ojeroso, cansado, somnoliento. Partía hacia la nada, solo la calle en mi deambular empezó a conocer la historia que apenas comenzaba. Después vino el castigo. El poco descanso aunado a la soledad obligada, las pocas palabras que decirle a alguien que te esperara en casa, el compartir una taza de café mañanero recién colado, hicieron mella en la personalidad que en días anteriores era fuerte, dura de carácter. Con el transcurrir del tiempo los recuerdos se van opacando en la densa niebla de la mente. Y solo queda reconocer que; ¡soy débil, y estoy relleno de flaquezas!

gbl
27/7/2017
Derechos Reservados de Autor

61.54%

votos positivos

Votos totales: 26

Comparte:

LA PAREJA IDEAL

Nasrudin conversaba con un amigo.
- Entonces, ¿nunca pensaste en casarte?
- Sí, pensé —respondió Nasrudin—. En mi juventud resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco y conocí a una mujer muy espiritual y linda; pero ella no sabía nada de las cosas de este mundo.

Continué viajando y fui a Isfahan; allí encontré a una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita. Entonces resolví ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza bonita, religiosa y conocedora de la realidad material.

- ¿Y por qué no te casaste con ella?
- ¡Ah, compañero mío! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto.

Autor del

cuento

: Cuento tradicional sufí

61.02%

votos positivos

Votos totales: 59

Comparte:

MENOS ES MÁS

Una vez un joven estudiante de artes marciales viajó hasta el país de un insigne maestro. Una vez allí, pidió audiencia para hablar con él.

- Maestro, vengo a ser su alumno, quiero ser el mejor luchador del mundo. ¿Cuánto tiempo necesitaré?.
- Diez años - contestó el maestro.
- De acuerdo maestro, pero ¿y si practico el doble de horas que el resto de sus alumnos?
- Veinte años.
- ¿Veinte años, maestro?. ¿Y si practico sin descanso, noche y día?
- Entonces treinta años.

Aturdido, el joven estudiante preguntó al maestro:
- Y dígame, ¿cómo es que cada vez que le digo de trabajar más duro me dice que tardaré más?
- Muy sencillo - replicó el maestro -. Porque cuando tienes un ojo ocupado en mirar hacia tu objetivo, sólo te queda otro ojo para saber cómo llegar a él.

Autor del

cuento

: Cuento tradicional

60.47%

votos positivos

Votos totales: 43

Comparte:

«EL SECUESTRO»

Enviado por jesus1012  

«Las heladas gotas que se colaban a través del resquebrajado techo de madera se estrellaban en la frente de Betty. La niña yacía entre el barro y las heces de las vacas que dormían a esas horas de la madrugada. Afuera la lluvia arreciaba con ráfagas de viento que aullaba al atravesar las copas de los pinos que poblaban la granja que vio nacer 4 años atrás a la pequeña. Junto al cuerpo de Betty, en un charco de sangre estaba su osito de peluche, la sangre manaba de la entrepierna de la nenita…»

60.00%

votos positivos

Votos totales: 5

Comparte:

Cuatro años

Enviado por alheli  

Dos cadenas para cada luz. De la luz, su sombra. Son diferentes. Un oso, pequeño, con cuatro circulitos como huellas; se refugia abrazando el cono maderil. Farol de tela. Iglú que abriga dos luciérnagas. Hoy esperé por la tarde, y así como ayer de la tarde vino otra tarde. El nissan gris no estaba. Blancas y suaves azules las ligeras telas de cortina. Castaño ventilador sobre el fondo de lejano y abrigador verde.

El cachorro negro y blanco no salto hasta mí. Solo ladró, luego me miró, y luego calló. Me agrada, tenemos semejanza, viniendo a refugiarnos en la casa que no es nuestra. No puedo estar segura, por ello le sigo queriendo. Me pregunto quién habrá dividido el día y las horas. Cuando me levanto, el aliento cálido de mi colcha verde, me recuerda quien fui ayer. Y entonces me parece que cada noche es un siesta, un relevo de la luz. Y no otro día.

60.00%

votos positivos

Votos totales: 5

Comparte:

LA PARTIDA

Mandé traer mi caballo del establo. El sirviente no entendió mis órdenes, así que fui yo mismo al establo, le puse la silla a mi caballo y lo monté. A lo lejos se oía el sonido de una trompeta, y le pregunté al mozo qué significaba. Él, ni sabía nada, ni escuchó nada. Ya a punto de salir, me dijo:
- ¿A dónde va el patrón?
- No lo sé - le dije -, simplemente fuera de aquí. Fuera de aquí, nada más, es la única manera en que puedo alcanzar mi meta.
- ¿Así que usted conoce su meta? - me preguntó -.
- Sí - repliqué -, ya te lo he dicho. Fuera de aquí. Esa es mi meta.

Autor del

cuento

: Franz Kafka

58.49%

votos positivos

Votos totales: 53

Comparte:

Un barrio de caracas

Enviado por gabl  

Desde el cerro donde convive el hambre y la escasez de alimentos, donde los estómagos rugen como leones enjaulados, y que cada noche se acuestan muchos niños sin comer. Desde allí una madre mira las luces de la ciudad que yacen a sus pies.
Escucha el ulular de las sirenas de patrullas o ambulancias. Los disparos en los callejones del barrio donde los malandros imponen la ley del mas sanguinario, rompen el silencio de la entrada de la madrugada y su pensamiento se desvía hacia el hijo que no ha llegado, al que espera con ansiedad.
Ese hijo que representa un pan, un jugo, o un paquete de harina. Es la esperanza de darle algo a sus tres hijos menores cuando levante el sol y caliente el techo y las paredes de zinc del humilde rancho.
Amaneció y el hijo no llegó. Sobresaltada despierta cuando escucha que alguien la llama con insistencia golpeando la lámina que sirve de puerta principal. !María! abre!, !María despierta!, que allá abajo en la tercera escalera está tu hijo que lo mató "el niño".
Es el día a día de la madres solteras en alguna de la barridas caraqueñas. Es la triste realidad del País, que pasó de ser rico a ser un país donde la mayoría de la población vive en extrema pobreza, donde sus habitantes mueren, baleados, de hambre o enfermos sin recibir asistencia médica.
gbl
02/07/2017
Derechos Reservados de Autor

54.17%

votos positivos

Votos totales: 24

Comparte:

Desde el 21 hasta el 30 de un total de 40 Cuentos cortos

Añade tus comentarios