52 Cuentos breves 

HUMO - KOVIZ

Enviado por koviz  

Los santos dirán que soy un pecador por utilizar la iglesia como un hotel, y ni siquiera regresé para confesarme; mi pena estaba elevada al cubo, ni obligado entraré más en ese
lugar. Mis vecinos del evangelio y testigos de Jehová me llamarán Demonio, solo por ignorarlos cuando tocan mi puerta. ¿Será que nunca tienen oficios? Además, son varios,
deberían leer la palabra entre ellos, del mismo modo que conversar. Y ni hablar de mis amigos los santeros, no por ser más oscuro les voy a obedecer ¡Que les pasa! Las religiones
son un asco, un asco hermoso, tan hermoso porque siempre agradecen a Dios, pero ¿Quién es Dios? Es un hombre o una mujer que cada creyente lo disfraza a su manera. Y lo mejor,
es que es tan justo y verdadero, porque mas allá de una religión, él siempre estará para ti, y tu nunca casi siempre para él.
¡La culpa es de Gabriela! La conocí en un basurero. Se acerco
a mí con la mayor vergüenza, pidiéndome que le diera trabajo, porque no quería seguir comiendo de la basura. Le tendí la mano. Trabajaba tan duro, que se fue ganando mi
confianza. Año y medio más tarde, se compró un departamento. Me invitó, y fui a verla.

Me agradeció, y me dijo que todo eso lo había logrado gracias a mí; a la mano que le tendí. Entre copas las horas pasaron, y tan pronto me di cuenta que era la media noche. Observé la
ventana y podían robarme. No lleve el auto. Cargaba el mejor teléfono, el mejor reloj, la calle estaba semioscura. ¡Tenía miedo ser víctima del hampa! Me tocó quedarme en casa de
Gabriela. Y fue allí, donde me vio tan rico como el petróleo. Entre dormido entro en la cama que dormía. Y antes de reaccionar a golpearla, me besó. Me dijo que la acompañara a cumplir una promesa, pero era fuera de casa, y temía salir sola. La acompañé. Llegamos a la iglesia. Y después se dirigió a mi oído, y susurro “shhh”. Quitó mi camisa. Sus manos fueron
directamente a mi miembro. Le dije: “Te lo advierto, tengo un cinturón negro” Le empezó a dar un masaje, hasta lograr lo que quería. Y me dijo: “Nunca serás una mujer completa
hasta que un negro te la meta” Entendía lo que buscaba, pero jamás la detuve. Se arrodillo frente a mí y llevo mis manos a la parte trasera de su cráneo; insistía la tomara por el cabello. Continúo bajando mi short adjunto con mi ropa interior, logrando así desnudarme. Y todo sucedió como "Con
paciencia y con saliva se lo hizo el elefante a la hormiga" Me sentí raro estando desnudo frente a una imagen gigantesca de la virgen dentro de una iglesia. Y me dije: “Necesitas
salir a la calle en este mismo instante y encontrarte con una bala perdida”.
Le ayude quitándose la camisa y el resto de la ropa. Nuestros pechos se unieron, nuestras manos tocaron hasta lo no debido, y nuestros labios no dejaron de conocer ningún rincón del cuerpo, con ayuda de la lengua.
¡Hicimos el amor en una iglesia! Mis pensamientos me
iban a matar. La cité, dos días después en mi oficina personal. Y ante aquel reclamo confuso, solo me respondió con sexo oral. Ese del bueno, que tranquiliza tu estrés. Me había enredado amorosamente con ella. La odiaba, y amaba lo rico que me trataba en la cama. Era odio y amor, me torturaba. No estaba de acuerdo con esto, era pecado. Me hizo creer en el evangelio, con la razón de que allí me abriría a Dios, y sería perdonado.
¡Me hartaba tener que escuchar casi todos los días a los evangélicos y testigos de Jehová! Que me repetían lo mismo cada vez. Llegue a gritarles “Vayan a joder a los blancos que los negros ya fuimos esclavos”.
Desde allí “tenía el demonio dentro de mi” según ellos, y la biblia que no sabemos por quien fue escrita.
Me tocó huir de mi trabajo, de la ciudad, que entre tantos chismes me colocaban ante la sociedad como un chico gay que engañaba a las mujeres para tener sexo, para violarlas, pero jamás llegue a considerarme homosexual. Tome el libro de Dios y lo guardé. Más tarde conocí la moda de vestirme de blanco. Experimente la santería. Y lo único bonito que vi en ella, fue alejarme de semejante cosa. Gabriela me
catalogó como un hombre sin decisiones, hasta llego a decirme “Querido, que cuerpo tan lindo tienes… lástima de cerebro”. Se alejó y más nunca supe de ella. Sufrí. La necesité, para sexo y otras cosas más como el sexo.
Las religiones son como la sexualidad, si tú llama que
es la fe y el amor, no están encendidos, tu Humo se vendrá abajo y va a desaparecer.
Al final, Santa Claus tenía la idea correcta: visita a la gente una vez al año.

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mortal inmortalidad

Enviado por yaloeste  

dios sueña con ser hombre,
el hombre sueña con ser dios,
solo en el extasis de la pasion se encuentran,
y por un instante, se hacen uno

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Sensación primera y única

Enviado por elmotek  



En forma lenta mis manos se abrieron deseosas de palpar, de sentir...

Los movimientos de mis piernas se acompasaron a la corriente que todo lo rodeaba.

Mi cuerpo como flotando en un ilimitado espacio.
La oscuridad solo interrumpida por rayos luminosos, algunos rojizos, otros azulados.

Las olas se elevaban y despaciosamente descendían.

Una rítmica melodía tipo marcha se deja escuchar a la lejanía. Serena tranquilidad dominaba el ambiente...

Como respondiendo a un llamado aquellas pacificas olas aumentaron su vaivén. Transformaron la calma reinante en una especie de carrera hacia un destino premeditado.

Me sentí atrapado, atraído, partícipe de dicha alocada carrera.
El ritmo aceleró su compás. El tiempo apremiaba, todo mi ser lo sentía.

Una ínfima claridad vislumbrose más adelante. La carrera se convirtió en una desesperada ovación.

La claridad fue en aumento. Era imposible rebelarse, la intensidad de la correntada parecería llegar al máximo posible.

Una enceguecedora luz alumbró. Sentí unas manos aferrarse a mi cuerpo, ayudándome a salir entrar. El ruido era infernal, mis oídos sufrieron el agudo sonido.

Mis ojos alcanzaron a distinguir formas ilimitadas, sombras y figuras, una indecisa situación imposible de describir.

Con el tiempo comprendí que en aquellos momentos había nacido.

*****
@DERECHOS DE AUTOR/REGISTRADO

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bobito

Enviado por maralejo  

Te quería mandar algo súper especial para esta Navidad, pero tuve un problema... ¿Cómo envuelves un abrazo y un beso?.

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El amor a lo mitómano

Enviado por jlygoode  

Hazlo, miénteme como siempre haces, le dije. El con un “Te amo” me respondió. Tanto tiempo que lo conocía y ninguna de sus mentiras me había dolido tanto como aquella que su boca gesticuló sin miramientos. En mí, se formó un nudo de impotencia y se creó un vacío que me incitó a marcharme, metí mi dignidad dentro de la maleta y lo miré por última vez, solo para llenarme de valor y emprender mi viaje hacia un destino lejano, evadiendo el ambiguo remordimiento. Lo que no sabía es que por primera vez después de tanto, sus palabras no habían sido un engaño pero, ¿Cómo se puede reconocer la verdad en un nido de mentiras? Quien diría, que aquel quien estaba condenado a mentir, por amor había pagado la sentencia.

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Microrrelato: La Cripta Del Silencio

Enviado por gonzalo5436  

Hace tiempo, una joven decidió romper las reglas de su tiempo. Lucho contra las injusticias, hipocresías y corrupciones sociales. Desafió a los gobernantes, quienes llenaban las calles de delincuencia, esclavismo y silencio absoluto.

Las calles eran un infierno. Los poderosos callaban a los mas débiles. Los mandaban hacia una cripta silenciosa de la que no saldrían jamás. Una cripta llena de silencio, castigo y soledad.

Pese a esto, ella no se quedo atrás. Con la ayuda de varios compañeros, formó una protesta por los derechos de los trabajadores. Salieron a las calles, con machetes, lanzas y armas para hacer valer sus derechos.

Era la única solución. Así fue como, sin mas, atacaron a los burgueses por tantos años de marginidad, podredumbre y hambruna. Los habían echado a la basura, y ahora ellos iban a pagar caro.

Sin embargo, la joven se dio cuenta de algo. En medio de una guerra civil, causada por ella, descubrió que el mundo en el que vivían era falso. Gracias a sus visiones, pudo deducir que el mundo real se hallaba mas allá de las estrellas y debían atravesarlo.

Pero, de un momento a otro, los policías empezaron a matar civiles. A sangre fría, mataron a niños, mujeres y ancianos. Todo era un infierno, las calles quemadas por el fuego, niños asesinados, políticos refugiándose mientras civiles estaban siendo torturados.

Nadie podía detener esta matanza. Hasta que, en frente de la chica y los demás, se abrió un portal hacia otro mundo. Una dimensión paralela donde todo era posible. Era grande, con colores azul violeta como el espacio, y con una inmensa fortaleza negra.

Mientras se seguían matando, fueron hasta el portal y lograron escapar. Aunque algunos murieron antes de llegar. Y, al atravesar el portal, se encontraron con un mundo diferente al nuestro.

Donde no había países, estados, gobiernos ni presidentes. Todo era único y perfecto. Un mundo primitivo en el que reinaba la naturaleza. El mundo del conocimiento, un lugar donde los objetos pueden tomar la forma que ellos quieran. Nada era lo que parecía.

Era filosofía pura, un mundo de las ideas como el de Platón. No podían creer lo que estaba pasando. Había libertad, esperanza y armonía. Pero, para poder liberar a su pueblo de los opresores, debían salir de ese mundo y volver al nuestro.

Y, para lograrlo, necesitaran el liderazgo de esta joven anarquista. Quien usará el anarquismo y la filosofía para despertar a los demás. Para que dejemos de vivir engañados, en un mundo que nos aparta de la verdad.


Todos los Derechos Reservados © Made by G. Celayes Caballero

G.C.C – Lord English Knight

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PUNTOS SUSPENSIVOS

Él le había puesto tres puntos suspensivos a la historia... Ella borró dos.

Autor del

cuento

: Mónica Lira

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LA ALONDRA MOÑUDA

Una alondra moñuda cayó en una trampa y se dijo suspirando:
- ¡Desgraciada alondra! A nadie has robado ni oro ni plata, ni cosa valiosa alguna; pero llevarse un insignificante granito de trigo ajeno será la causa de tu muerte.

Moraleja: Nunca te expongas a un gran peligro por un mezquino beneficio.

Autor del

cuento

: Esopo

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VALIENTE

- Maestro, ¿valiente es el que le pone el pecho a los tiros?
- No hijo, ese es un estúpido. Valiente es el que hace lo correcto, el que se
entrena y mantiene sus destrezas y su estado físico, el que piensa claramente y mantiene a raya sus miedos, el que no siente que depende de algo o alguien, el que no se ata a nada o nadie, el que mantiene una distancia emocional y mental con su entorno. Ese es un valiente.

Autor del

cuento

: Cuento zen

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CRUCE

Cruzaba la calle cuando comprendió que no le importaba llegar al otro lado.

Autor del

cuento

: Arturo Pérez-Reverte

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