Sin título 1
31 Julio 2021, 20:00
Fue cuando lo vi. El caía desde una altura infinitamente grande, con la mirada siempre fija en el cielo y unas lágrimas de dolor. De la caída se levantó con la peor herida, su orgullo destrozado y en sus mejillas las lágrimas que brotaban de esos ojos de furia, se apoyó en una roca, me miro, un rostro de dolor, ira, rebeldía, berrinche de un niño que no obtuvo lo que quería.
Y lo comprendí muy bien, alguien con tanto poder, totalmente “bondadoso”, alguien “superior”, mostro humanidad, cometiendo un error humano. La soberbia, sí, fue su pecado, enalteció du belleza y sabiduría hasta el punto de creer que puede llegar más allá de las estrellas, fue tan humano pensar que puede ser el rey de todo lo existente, el centro de todo.
Empero, es digno de alabanza, no solo por intentar obtener lo imposible, sino por romper las cadenas de la obediencia, ya pudo respirar y sentirse aliviado, convirtiéndose en un ser más perfecto que sus hermanos, una mente iluminada, obteniendo su propia libertad a la fuerza y no una mente nublada por la simple obediencia, sin razón alguna.
En un momento de su dolor me confeso “Nosotros somos sus sirvientes, ustedes son su juego” después de lo dicho se levantó y comenzó a caminar nuevamente sin saber cómo vengarse de él. ¿ahora en la tierra que haría?, ya mostro su imperfección, sus decisiones fueron muestra de su falta de sabiduría y sus futuras acciones impulsadas por la venganza serian pruebas de su fealdad. Solo los humanos, imperfectos como somos, sabemos levantarnos de la tierra e intentar alcanzar el cielo nuevamente, solo algunos humanos saben perdonar, solo otros saben cómo vivir felices no teniendo nada y muy pocos saben ser rebeldes, no ser obedientes y anteponerse al absurdo, sin elegir la evidente solución al juego, los humanos sabemos eso porque no se nos otorgó la perfección y la virtud desde el nacimiento, nosotros lo obtenemos por el pensamiento y sabemos cómo hacer que este juego, aunque sea doloroso, sea divertido para nosotros también.