LOS DOS MULOS
Andaban dos Mulos, anda que andarás. Iba el uno cargado de avena; llevaba el otro la caja de recaudo. Envanecido éste de tan preciosa carga, por nada del mundo quería que le aliviasen de ella. Caminaba con paso firme, haciendo sonar los cascabeles.
En esto, se presenta el enemigo, y como lo que buscaba era el dinero, un pelotón se echó sobre el Mulo, lo tomo del freno y lo detuvo. El animal, al
defenderse, fue acribillado, y el pobre gemía y suspiraba. “¿Esto es, exclamó, lo que me prometieron? El Mulo que me sigue escapa al peligro; ¡yo caigo en él, y en él perezco!
– Amigo, dijo el otro; no siempre es una ganga tener un buen empleo: si hubieras servido, como yo, a un molinero patán, no te verías tan apurado.”
Autor del cuento: Jean de la Fontaine