LAS GALLINAS Y LA COMADREJA 

Supo una comadreja de que en un corral había unas gallinas enfermas, y disfrazándose de médico, cogió los instrumentos del oficio y se acercó al gallinero. Ya en la puerta, preguntó a las gallinas que cómo les iba con su salud.
-¡Mucho mejor si tú te largas!- le respondieron.

Moraleja: A veces las apariencias llevan a engaño, por lo que la precaución suele ser buena consejera.

Autor del cuento: Esopo

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