LA SEÑORA, LAS PALOMAS Y EL PERRO
Una señora empezó a dar de comer a las palomas en su pequeño jardín. Al cabo de poco tiempo, las palomas venían cada vez en mayor cantidad y durante más tiempo. El perro de la señora, que hasta entonces disfrutaba de una plácida existencia, vio como estas le robaban el espacio, y al final, cansado de ahuyentarlas sin éxito y de encontrarse con sus excrementos por todas partes, optó por no salir más al jardín.
Moraleja: Lo que es bueno para unos puede no serlo para otros.
Autor del cuento: Dani Alcalà
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