LA PALOMA
Un pozo pintado vio una paloma sedienta:
Tiróse a él tan violenta, que contra la tabla dio.
Del golpe, al suelo cayó, y allí muere de contado.
De su apetito guiado, por no consultar al juicio,
así vuela al precipicio el hombre desenfrenado.
Moraleja: Piensa antes de actuar, porque si te guías sólo por tus instintos, mal acabarás.
Autor de la fábula: Félix María Samaniego
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