LA MARIPOSA AZUL 

Había una vez un viudo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes. Las niñas siempre hacían muchas preguntas, algunas las sabía responder, otras no. Quería darles la mejor educación, así que las mandó de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina. Éste siempre contestaba a todas las preguntas sin ni siquiera dudar, por eso, las niñas decidieron inventar una que no pudiera responder. Una de ellas cogió una mariposa azul y le explicó a la otra que pondría al animal en sus manos y le preguntaría al sabio si estaba viva o muerta.

«Si dice que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar, pero si dice que está viva, la aplastaré. Así, sea cuál sea la respuesta, será equivocada».
Las dos niñas fueron a ver al sabio , que estaba meditando, y le hicieron la pregunta. «Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, ¿está viva o muerta?». Muy calmadamente, éste respondió: «Eso depende de ti... Ella está en tus manos».

Moraleja: Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo falle, somos nosotros los responsables de nuestros logros y fracasos. Nuestra vida está en nuestras manos, como la mariposa azul... Nos toca a no­sotros escoger qué hacer con ella.

Autor del cuento: Anónimo

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