La avaricia del discípulo.
14 Abril 2025, 23:44
La avaricia del discípulo
Había una vez un joven que deseaba aprender la magia y secretos de un anciano y respetado mago, el cual vivía en un apartado castillo en las montañas. Luego de ser aceptado, el discípulo se dedicó por varios años, a estudiar con ahínco las clases que daba aquel anciano mago. Una noche el anciano tuvo un extraño sueño, donde el Creador del Universo le pedía que llevara a su aprendiz, a una lejana cueva en la montaña, porque había llegado la hora de someterlo a una prueba muy especial. Para determinar los valores que guardaba en su corazón y conciencia, los cuales no había logrado cambiar durante su tiempo de permanencia en el castillo de magias.
Al día siguiente y después del desayuno, el anciano mago llamo a su discípulo y le pidió que preparara una mochila con agua y comida, porque debían partir en una hora, hacia una cueva en la montaña, donde recibiría una clase muy especial. Algo sorprendido, pero sin replicar el discípulo se dedicó a preparar el ligero equipaje tal y como se le indicara el anciano, durante varias horas caminaron por la montaña hasta que al final de la tarde, lograron dar con la extraña cueva. Cansados y sedientos decidieron sentarse sobre unas rocas para beber agua y comer algo de pan, pasados unos minutos observaron que, desde las profundidades de la cueva, resplandecía una extraña luz, incorporándose y con antorchas en sus manos caminaron hacia el lugar, acercándose con precaución vieron una fogata, alrededor de la cual había un anciano de espesa barba y túnica blanca, parecía conversar con dos jóvenes. Al llegar al lugar y después de las presentaciones respectivas, el anciano de la cueva pidió al anciano mago del castillo, que le platicara sobre las enseñanzas impartidas a su joven discípulo. Luego a sus dos jóvenes acompañantes cuyos llamativos nombres eran [Perdón y Arrepentimiento].
Pasados los minutos el anciano de la cueva, le indico en alta y sonora voz que seleccionara con cual de sus dos discípulos deseaba marcharse de la cueva y dejarlo con su joven aprendiz. Inmediatamente el anciano del castillo con lágrimas en los ojos rogo que le permitiera marcharse en compañía de [Perdón], Pasados unos minutos el anciano de la cueva se acercó y abrazándolo con profundo cariño le dio un beso en la frente, señalándole el camino para que se marchara de la cueva, mientras el aprendiz de mago no lograba salir de su asombro ante lo que presenciaban sus ojos. A continuación, el anciano de la cueva que estaba acompañado por su discípulo [Arrepentimiento], se acercó y colocándole una mano sobre su hombro, pidió que lo acompañara hacia un apartado rincón donde le dijo las siguientes palabras:
- Mi querido aprendiz a discípulo, tengo varios años observado tu aprendizaje en el castillo de magias. Hoy he comprobado que tu maestro se ha esforzado en enseñarte lo mejor de su magia, pero al pedirme que le permitiera marcharse en compañía de mi discípulo [Perdón], me ha demostrado su fracaso. De tal manera que te voy a dar una última oportunidad, presta atención porque espero que seas muy honesto y sincero con tu respuesta. Mira tengo el poder de otorgarte lo que quieras, siempre y cuando me lo pidas de corazón y como testigo de esta conversación, tenemos a mi fiel discípulo [Arrepentimiento], porque como ya observaste he perdido a mi discípulo [Perdón]. Bueno deberás seleccionar con cual magia te quieres quedar para vivir los años que te he dado de vida, debes escoger solo una magia entre [Fortuna, amor y felicidad].
Un profundo silencio invadió el lugar mientras aquel aprendiz a discípulo, abría sus ojos desmesuradamente al tiempo que frotaba nervioso sus manos, había entendido que estaba en presencia del verdadero Creador del Universo y algo muy importante, tenía la oportunidad de su vida para ser rico, triunfar en el amor y lograr la felicidad, por cual debía decidir, pasados unos veinte minutos de sus labios brotaron las siguientes palabras:
-Anciano me decido por la [fortuna], porque con ella poder comprar todo el amor que necesite y ser plenamente feliz en la vida-.
Seguidamente el anciano de la cueva pidió a su discípulo [Arrepentimiento], que se acercara y arrodillados sobre la arena de la cueva, en medio de la luz de la fogata, juntaron sus manos y escribiendo sus nombres sellaron aquel pacto. Luego el anciano se dirigió hacia el aprendiz del castillo de magias y le dijo lo siguientes:
-Hijo mío te di la oportunidad de escoger el camino de tu vida, pudiste pedirme que te permitiera marchar con [Arrepentimiento], pero no lo hiciste y ni siquiera lo pensaste. Veo que decidiste con avaricia y no con tu corazón, al pedirme que te otorgara la magia de la [Fortuna], para vivir con ella el resto de tu vida. Sin darte cuenta de que por más fortuna que tengas, nunca lograras ser feliz plenamente, porque, aunque logres comprar el amor de muchas mujeres siempre te acompañara la duda, de que estarán contigo por interés y no por verdadero amor. No entiendes que el amor es ciego, el verdadero amor no se compra con dinero y mucho menos la felicidad, pero respeto tu decisión ahora yo marcho en compañía de [Arrepentimiento], nos encontraremos nuevamente cuando se acabe tu luz-.
Fin.