GRATITUD
Un buen día Nasrudin se encontraba trabajando en su granja, cuando se le clavó una espina en el pie. Aún gritando de dolor, exclamó:
- ¡Gracias a Dios, gracias!, y remató:
- ¡Es una suerte que hoy no llevara puestos mis zapatos nuevos!
Moraleja: Todo depende de cómo lo mires.
Autor de la fábula: Cuento tradicional sufí
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