Era Libertad 

Enviado por gabl   Seguir

15 Febrero 2018, 04:10

Cada día llegaba a casa extenuado después de haber enfrentado una ardua jornada de intensa labor de casi diez horas, donde solamente habíamos tomado un break de 20 minutos. En la oficina estábamos trabajando en un proyecto que requería mucha concentración y trabajo en equipo.
Apenas cerraba la puerta detrás de mí, dejaba los zapatos tirados en un rincón y me iba despojando de cada prenda de vestir y en menos de cinco minutos quedaba como Adán en el paraíso. ¡Eso era libertad!
Tomaba un baño caliente, relajante, lo hacía sin prisa, sin apuros, solo me esperaba una humeante taza de café, tres rebanas de pan, untadas con mantequilla que acompañaban al jamón, dos rodajas de tomate, pepinillo y una buena porción de queso amarillo que lo comía en trozos cortados casi simétricamente.
Luego de cenar, acostumbraba a sentarme cerca de la ventana a contemplar los variantes tonos de luces que los avisos luminosos, y los vehículos que transitaban a lo largo y ancho de la avenida, me ofrecían como espectador nocturno.
Así pasaran días, noches, muchas noches que se sumaron a los años caídos.
La rutina casera no había variado mucho. Una que otra vez, leía páginas de un viejo libro que por muchos años había acumulado polvo en su lomo deslucido por el tiempo de reposo sobre la pequeña mesa que soportaba la lámpara que una vez su tenue luz guiara mis pasos en sedientas madrugadas.
Ahora, reacciono veinte años después. Muy tarde para desear tomar la mano amiga, la mano cálida que a través de su tacto te hace sentir amado, acompañado en la penumbra acostumbrada de tus ojos.
¡Cuando elegí vivir en libertad no pensé que la soledad estaba incluida!

gbl
14/02/2018
Derechos Reservados de Autor

66.67%

votos positivos

Votos totales: 3

Comparte:
Añade tus comentarios