EL SOL Y LAS RANAS 

Llegó el verano y se celebraban las bodas del Sol. Se regocijaban todos los animales de aquel acontecimiento, faltando poco para que también las ranas fueran de la partida; pero una de ellas exclamó:
- ¡Insensatas! ¿Qué motivo tenéis para regocijaros? Ahora que es él solo, seca todos los pantanos; si toma mujer y tiene un hijo como él ¿qué nos quedará por sufrir?

Moraleja: Antes de celebrar un acontecimiento, primero ve sus futuras posibles consecuencias.

Autor del cuento: Esopo

73.91%

votos positivos

Votos totales: 23

Comparte:
Añade tus comentarios