EL PESCADOR Y EL PECECILLO
Un pescador, después de lanzar al mar su red, sólo cogió un pececillo.
Suplicó éste al pescador que le dejara por el momento en gracia de su pequeñez.
- Cuando sea mayor, podrás pescarme de nuevo, y entonces seré para ti de más provecho -, terminó el pececillo.
-¡Hombre -replicó el pescador-, bien tonto sería soltando la presa que tengo en la mano para contar con la presa futura, por grande que sea!
Moraleja: Más vale una moneda en la mano, que un tesoro en el fondo del mar.
Autor del cuento: Esopo
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