EL PASTOR Y EL MAR 

Un pastor que cuidaba su rebaño en las costas, veía al mar muy calmado y suave, y planeaba con hacer un viaje de comercio.
Entonces vendió todo su rebaño y lo invirtió en un cargamento de dátiles, y se echó a la mar. Pero vino una fuerte tempestad, y estando en peligro de hundirse la nave, tiro por la borda toda la mercancía, y escasamente escapó con vida en la barca vacía.
No mucho tiempo después cuando alguien pasaba y observaba la ordenada calma del mar, él le interrumpía y le decía:
- De nuevo está el mar deseando dátiles y por eso luce calmado.

Moraleja: Nunca generalices conclusiones basándote en un solo suceso.

Autor del cuento: Esopo

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