El maya
12 Octubre 2023, 01:28
—Alcanzaré esas luces incontables de la noche —dijo Aya’wab P’éel Ichil— mientras miraba más allá del espeso bosque.
Así que le pidió a su padre que lo alzara en brazos lo más alto posible y, por más que arañaba el aire, no pudo alcanzarlas.
Creció hasta convertirse en el mejor de los guerreros. En esos días, subió al árbol más alto que estaba en la cumbre de la montaña más alta, extendió su brazo todo lo que pudo para hacerse con ellas, pero de todas formas no consiguió alcanzarlas.
Fue entonces, ya siendo emperador, cuando construyó en aquella cumbre la más alta de las pirámides y, después de subir hasta la cima, saltó con todas sus fuerzas; lo hizo una y otra vez, pero tampoco logró alcanzarlas.
Se quedó allí en silencio contemplando aquello.
—¡Ah, si tuviera más tiempo! —dijo— y bajó a la gran ciudad que había edificado.
—Zánn Andrés