DESARROLLO SOSTENIBLE
Los muertos se comieron a los vivos en el lapso de quince años. Tras lo cual se miraron unos a otros con expresiones compungidas.
Uno de ellos, el más reaccionario, alzó el dedo y les señaló a todos.
- Os advertí -les acusó con despecho-. Ya os lo dije hace mucho tiempo. Cuando matéis al último animal y os comáis al último hombre os daréis cuenta de que las piedras no tienen cerebro.
Autor del cuento: Miguel Puente
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