ARRULLO
Duerme, duerme, vida mía;
No más juego y parlería.
Cierra, cierra los ojitos,
Que los ángeles benditos
Mientras haya quien los vea
No te vienen a arrullar.
Duerme pronto, dulce dueño,
Que yo misma tengo empeño
De quedarme dormidita
Y gozar de la visita
De esos ángeles que vienen
A mecerte y a cantar.
Duerme, duerme vida mía,
No se vayan a enfadar.
Duerme, duerme, que ya vienen
Y dormido los verás.
Que te mecen y remecen
Y te besan a compás.
Autor del cuento: Rafael Pombo
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