..No sé
24 Septiembre 2020, 04:10
La niña tomo su diadema y desde los reflejos del sol en su cabellos, se irguieron orejitas blancas con rosa, peluditas se doblaban alegres o tristes sin depender del corazón.
Sus zapatos rojos con la sangre de la caoba, con la sombra enmarcando el vuelo amplio de su vestido, se cerro el armario.
Afuera el tocador empalidecia lleno de una humareda de polvoretes. Mañana nacería un crisantemo rojo en la catedral de España,
Y el rosal lloraba ya sin espinas
La niña ya no estaba, y afuera la fiesta de té.
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