49 Cuentos de amor 

Hilo Rojo

Enviado por arrigo  

Hilo Rojo, decían que la persona correcta me uniría, a pesar de la distancia, el tiempo, aunque nuestros caminos fueran distintos, ese hilo volvería unirnos.

Nos dejamos de ver, fueron muchas lunas sin ti, te extraño, le hacías falta a mi vida, que puedo decir, no estaba el amor de mi vida, pero pasó el tiempo, transcurrió, siempre volvimos.

Solamente queda decir, que el amor verdadero existe, llega. Solamente debes esperar a la persona correcta.

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Momento

Enviado por alheli  

Se quedaron mirando un momento, removiendo él en sus manos. La cabellera, de aquella cabecita triste. Que, con el rostro siempre inclinadyo, las manos juntas al corazón. Daba la impresión de siempre estar al comienzo de un llorar.
En dos otoños la habría olvidado, y ella todavía le retenía y de sus manos todavía de niña. La bolsita de sus sentimientos escapaba envolviendolos olorosa. Llegaba a conmoverlo, a un punto lo hacia aorillar, que se quedaba esperándola y su ida le parecía mentira, al sonido crujiente del cartón impreso.
Tembló en sus pestañas de cáliz somnoliento y alzando levemente su barbilla, fue como si brillase ella toda. Parecía el bostezo de un angel en felicidad.
Diría la mentira correcta con tal de obtener.

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Pensamiento

Enviado por alheli  

Callaré, esperaré, oraré. Me haces falta.
Así pensaba, con la soledad agobiandola tanto. Que se le hacia, pasada la hora, que no podría ya amar. Cartas parecidas, cartas iguales. Un juego de pares ventado al ocio. Revueltas; con sus colores crema, apiñonadas las letras en la obscuridad, se rompían los sellos y parecía madejas revueltas. Rosas falsas ahogandose en alcohol perfumado. Ella miraba las pelusas en lo alto de su ventana... Pero enamorarse no tenía sentido, además, no se le antojaba un divorcio.

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Cadenas en la plaza

Enviado por alheli  

Las nubes se desdoblaban como cartas, formando distintas barajas entre las alturas del cielo. Puede que la oración tuviese más palabras pero "déjame" estaba entre ellas. Su cuello sobre la almohadilla, se sintió triste por su dolor, recordó las pequeñas gotas que el atardecer le había ocultado cuando no había llegado. Estaba en su pena y no pudo hablar. Un cumplido que se rasgo con la nota de cuerdas por la estática rojiza. Moneda de centavo que resonó en el fondo maderil de la pequeña inolvidable. No la abrazaba por temor a molestarla, y temiendo caer destrozada sobre él, ella tampoco se acerco.

Amistades que apretaban distancias, las piedras se unían formando un solo escalón. Más para la jovencita hubiese deseado estar atada a él, pues aún así estaría lejos. En el reloj falso de las noches, cada lámpara impera en su compás. Luz de corazones de gises sobre el verde y el gris.

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abajo

Enviado por maralejo  

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Amor a primera vista

Enviado por j-dalvi  

Era una bella tarde de invierno cuando por el río Magdalena pasaba un barco con un grupo de soldado que llegarían hasta la población de Heredia a pasar allí la noche de ese día. Todos aquellos uniformados bajaron de aquel barco excepto un joven que tocaba guitarra, el cual al llegar al puerto comenzó a observar cómo se ocultaba el sol y lleno de alegría comenzó a cantar; un grupo de pescadores que estaban cerca de aquel barco se acercaron y entre ellos una linda joven que al escuchar la voz de aquel muchacho quedo encantada.
─ Muchacho, que lindo cantas ─ dijeron aquellos pescadores ─ cierto, cantas muy lindo ─ repitió aquella hermosa joven.

─ gracias a todos y a ti hermosa joven ─ dijo aquel soldado muy sonriente

Aquel joven siguió cantando y esta vez una canción de amor se escuchaba en aquel puerto, como si aquel muchacho se hubiera enamorado a primera vista. Unos minutos después los pescadores siguieron con su labor de pescar y se fueron de aquel puerto, pero aquella joven siguió allí escuchando más canciones. Poco después el joven dejo de cantar y bajo del barco a hablar con aquella jovencita.

¬─ gusto en conocerte joven, ¿cómo te llamas? ─ me llamo Laura ─ respondió la joven

─ soy David y es un gusto conocerte Laura ─ dijo aquel muchacho

Aquellos jóvenes siguieron hablando por largas horas, luego de aquella charla Laura se fue hasta su casa muy feliz.

Horas después el comandante de aquel grupo de soldados recibió una llamada donde su capitán le decía que debía quedarse en Heredia por varios días, David al escuchar esto se emocionó porque así podía conocer más aquella joven que tanto llamo su atención.

Llego la mañana y David salió por el pueblo queriendo saber dónde vivía Laura, después de preguntar llego hasta su casa y allí estaba su Laura, ella muy contenta lo recibió y hablaron hasta muy tarde. Llego la noche y el joven soldado esperaba a Laura para salir a caminar por el pueblo como habían acordado y aquella noche fue una gran cita para ellos. Esa fue su rutina por varios días, pero llego la hora de partida, aquel soldado tenía que seguir con su viaje y fue muy dura aquella despedida.

─ volveré por ti Laura, ten paciencia y espérame─ dijo esto aquel joven ─ te esperaré mi poeta ─ respondió Laura.

Partió aquel barco y aquella joven lloro esa dura despedida. Pasaron varios meses y Laura no había sabido más de David, no habían tenido una llamada, ni una carta que le hiciera saber de él, sin embargo, ella seguía con la esperanza que él volvería.

Siguió pasando el tiempo y aquella joven pueblerina no paraba de extrañar a su poeta, no dejaba de pensar en aquellas promesas, ya su esperanza iba perdiéndose poco a poco.

Era ya septiembre mes de celebración de las fiestas patronales de Heredia y aquella tarde Laura salió para la plaza a escuchar el festival que se realizaba por tradición, para sorpresa de ella ahí estaba su amado en tarima interpretando una canción que le había hecho a su gran amor

─ hoy volví a tu pueblo, cumpliendo la promesa que un día te hice, hoy me siento contento porque sé que aún tenías la esperanza de verme ─ esto cantaba aquel muchacho en su canción.



Laura muy contenta y con lágrimas en sus ojos subió hasta la tarima y abrazo a su amado y juntos lloraron. Aquel día el joven soldado le pidió matrimonio a Laura y el último día de aquella fiesta se casaron y vivieron felices hasta el final de sus vidas.

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Sábado Entero Dedicado a Ti

Enviado por beache  

SÁBADO ENTERO DEDICADO A TI.-
XVIII
Caía la tarde de un viernes de verano. El sempiterno interactuar de luces y sombras se había iniciado ya.- Los claros indicios de un día de mucha lluvia se expresaban por doquier. Ya sea en el oscuro mojado del asfalto de la calle, o en el tupido existir de millares de gotas que colgaban de las hojas de las diferentes plantas de flores del jardín, que expulsaban un postrer destello amenguado por la ya escasa presencia de la luz, para luego resbalar y caer inevitablemente hacia el suelo elegantemente pavimentado de cerámicos diseñados con difusas formas en claro y café.-
Bart, sentado en el pequeño espacio que había transformado últimamente en habitáculo de referencia obligada para su cotidiano existir, miraba tranquilamente hacia el final de la calle, ahora vacía, buscando sin lograrlo, algún punto de referencia donde poder anclar su mirada. Había sido un mal día. ¡Si!.
Solo. Completamente solo en una casa vacía. Sin fuego, sin risas, sin la alegría que proporcionan o proyectan espontáneamente los momentos de las personas felices, repasaba los espacios del tiempo de las horas recientes. Sin embargo, todos los malos momentos se habían generado en su propio ser. Había usado el día en construir frases con el fin de herir o lastimar…. decir y escuchar, recibir y proferir
Entonces estimó que eso debía ya terminar. Chasqueó los dedos de ambas manos y tomó una decisión…. click, clik, clik … un, un dos, tres... un, dos, tres…. ¡Saldré!

Y tomó hacia el norte por la Ruta Sur… sin tener rumbo fijo, salir por salir. Llegar donde fuera…. llegar por llegar… llegar al final y seguir más allá, detenerse por fin.
Al encontrarse donde estaba la primera bifurcación dijo:
-Seguiré por la senda que dicta el corazón-
Y dobló hacia la izquierda para seguir rumbo al mar. Desgastando los latidos de los momentos de silencio. Musitando las letras ya olvidadas de hermosas canciones de recuerdo y romance. Observando las imágenes de las cosas que bordean el camino: presente y pasado… llegar y pasar… girando al mismo ritmo y a gran velocidad.
Entonces la vio.
Fue al girar una curva, se encontraba allí. Vestía un pullover rosa y blue jeans grises que se ajustaban dócilmente a su figura genial. Las radiantes luces del alba le llegaban de pleno a su cara y le otorgaban una doble dimensión de belleza, como un divagar de mujer a diosa, de ser angelical. He visto esa cara, aunque lo más probable que sólo haya sido que lo soñé.
Ni un solo gesto, ni una sola palabra, nada. Pero él dejó de acelerar. Detuvo su coche. Paró.
Y ella subió.
-¿A dónde vas?- Preguntó Bart.
-No voy…. ¡Quiero ir!... ¡Quiero ir al lugar donde me quieras llevar!
Su voz era muy agradable, hablaba despacio, con calma y acentuando adecuadamente para darle mayor sentido a lo quería decir.
Fueron por una larga vía de bellezas extrañas, derrotando la distancia y la sequedad del lugar, donde era predominante un color verde pálido, así como introducido. “verde eucalipto”, pensó Bart. “Eso es”.
Llagaron hasta un lugar del encuentro de muchos, así, de pura casualidad… La ciudad los recibió con alegría. Un lienzo con una inscripción en grandes letras rojas decía “Bienvenidos” ... “Aquí mil recetas y objetos que admirar”
Caminaron por las calles repletas de alegría, admiraron millares de objetos de índole diversa hábilmente exhibidos en diferentes escaparates instalados en ordenadas filas e hileras. Saludaron gente alegre que esgrimían la fuerza de sus sonrisas y palabras afectuosas. Se detuvieron largamente ante un stand donde la belleza del bordado se expresaba principalmente en la confección de rosas rojas y chilcas florecidas. Se empaparon del aroma de diversas recetas preparadas por manos prodigiosas en manjares exquisitos. Probaron las delicias de una fiesta de arraigo campestre. Bebieron el néctar dulcerino de las principales cepas y mostos del licor chileno. Escucharon los compases de diversas expresiones de la música actual y del pasado. Bailaron al compás de hermosos sones al ritmo de vals y rancheras. Describieron elegantes parábolas en su ir, venir, girar y desplazarse proyectándose en ser una sola entidad de movimientos rítmicos y cadenciosos. O, entregados a un estrecho abrazo, con movimientos mínimos proyectaron sus corazones más allá de sus propios pechos procurando hacer caricias de sus fuertes latidos. Se miraron profundamente a los ojos, escudriñando en sus pupilas tratando de ver el reflejo mismo de sus propias almas. Así fueron transcurriendo uno a uno todos los momentos de un sábado entre dos.
Los sones de la música habían cesado ya y el ruido de la gente se dejó de escuchar. Entonces ella dijo:
- Dame un beso… me tienes que besar.-
- ¿Y por qué debo hacerlo?- Preguntó Bart.
- Porque es así el final de un cuento feliz
Pero finalmente fue ella misma la que lo inició… Lo besó en los labios y él se
sorprendió. El gesto de amor lo pilló de sorpresa pero pronto reaccionó. Y se unió a la caricia con total intención…
FIN

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Relatos vividos: Sí, soy pajero

Enviado por alvaro123  

Me enamoré de Jozabet
no sé si fue amor, pero me gustaba.

Era tan linda, de piel dulce y suave
y aroma de paz.

Con solo verla, yo era feliz
y ya al hablarle, me sentía dichoso.

Vestía siempre formal y su caminar me tentaba
a la lujuria, al erotismo, a dejarme llevar por mis
más bajos instintos humanos y montarla frenéticamente tal cual fuese un caballo.

Poseía un cuerpo de poesía y de trazos y curvas
curvas cuyo autor supo muy bien dónde ponerlas para maravillar al público.

Ella era un mar sin explorar, yo quería ser el pirata que gozase del tesoro único que solo ella guardaba y podía darme
Quería escalar esos reducidos montes y beber del manantial donde se encontraban las riquezas
más valiosas que esa dulce jovencita
me podía ofrecer


La deseaba con locura

Ella era pura e inmaculada y yo un pajero, un experto calificado en lo que yo denomino: ‘’El arte del Onanismo’’.

Pero la quería, rogaba a Dios por tenerla, sin embargo, no la tuve; hasta ahora.

Por lógicas razones, ella no me hablaba, pero yo
sí quería hablarle.
Pero que yo le hable a ella, era para mí una falta de respeto.

Viví todo los días viéndola y deseándola.

Una que otra lágrima brotaban de mis ojos y sin mi consentimiento

He de aceptar que yo era muy hiperactivo, altamente escandaloso, y pocas veces anestesiado y tranquilizado.

Jozabet era sumamente hábil en las ciencias madres
tal como la matemática, la física y la química.

Quería ser ella arquitecta
y yo quería que ella sea mía.

Aún ambos no logramos lo que queremos, pero creo que ella sí logrará lo que quiere.

Jozabet, ahora tu mar está siendo explorado; tus tesoros, saqueados
y tus montes escalados.

Yo aún te pienso, aún te deseo; vives en una ilusión
donde puedo ser feliz contigo.

Envidio a ese pirata que explora tus mares, y siento celos que sea con tu venia.

Más rabia me da ver que son ustedes piezas que encajan, son cóncavo y convexo.

Sé que no lo sabes pero…
te deseaba con locura, y a hurtadillas te observaba y te contemplaba. Si te percataste perdóname, y ahora que lo sabes compréndeme.

Jozabet Loja, me gustas
me gustas mucho.


Autor: Álvaro Zevallos

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Historia de no correspondencia en ocho días

Enviado por conejo-blanco  


Sábado 27 de enero

Él no ha dejado de pensar en ella por dos semanas, se ha embriagado y al despertar encontró una nota hecha por si mismo y dirigida a su yo más sobrio, donde se revelaban los sentimientos que tenía hacia ella

Martes 30 de enero

Se vieron y el intentó besarla, ella dijo que no, él le contó la verdad, que le gustaba, y de la nota escrita por su yo más ebrio, ella dijo que no le creía.

Jueves 01 de febrero

Él le escribió una carta:

Cosas por las que me gustas
(En caso de que ella no me crea)

Yo sé que no me crees cuando te digo lo que siento por ti y como platicamos entiendo si no te sientes igual, pero escribí esto porque es importante que creas en las cosas que voy a mencionar ,y no me malinterpretes, quiero que sepas que mereces amar y ser amada y si te cuestionas a ti misma si es cierto lo que siento por ti, aquí estoy para decirte:

me gustas Maja, me gustas por quien eres, y no por quien creo que eres, y conocer a las personas toma tiempo, me gustaría conocerte más y querer esa parte de ti también

Eres una persona increíble que cambiará el mundo, lo haces todos los días con los pequeños detalles, tienes el potencial de hacer lo que tú quieras, eres alguien poco común en este mundo indiferente y respeto mucho eso

quiero que sepas que eres valiosa y que aunque me digas que estás rota y no sepa en cuantas piezas, si te cuestionas a ti misma ¿quien podría querer a alguien así? Aquí estoy para decirte: Yo podría querer a alguien así y me sentaría a tu lado a ver si hay algo roto, para juntar las piezas de una por una y abrazarte lo suficientemente fuerte para unirlas y buscar todas las piezas faltantes porque son parte de ti

No tienes que creer en mi, quiero que creas en ti y en lo increíble que eres para mí, y para todos los demás

Miércoles 07 de febrero

Unos días después él le envío el siguiente mensaje:

Me gustaría preguntarte algo, es solo algo que está en mi cabeza en este proceso y posiblemente sea lo ultimo que sabras de este tema

Acordaron verse a las ocho…

Entonces él inició:

Después de leerte el pequeño texto que escribí, me respondiste que existe un tal vez en momentos de la vida, estuve pensando en eso, y quiero preguntarte si he entendido mal porque, actualmente para mí existen dos posibles caminos:

En el primero definitivamente no quieres saber nada de mí en ese sentido y solo me has dado un consejo de amiga.

En el segundo, existe la posibilidad de convencerte de que esto es cierto y que vale la pena intentarlo.

Mi opción preferida, sin embargo, es la segunda opción y es complicada porque hay una línea delgada entre demostrarte que esto me importa y quiero hacer el esfuerzo y hacer el ridículo dándote una mala impresión como alguien que intenta forzar a que algo se desarrolle.

En caso de que diga que si:

(Texto eliminado por el autor)

En caso de que no:

Ahí muere

Un desenlace esperado, ella le confirmo que seguia usando tinder, un fuerte dolor escondido entre los pulmones, mañana lo resolverá solo.

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La niña

Enviado por alvaro123  

Aquella niña fue quizá mi primer amor real, un gusto mutuo, un deseo correspondido y casi consumado.
La conocí de una manera inusual, poco convencional…
Era al inicio una chica inocente, cándida y reservada; hasta que una pregunta de ella, me hizo desnudarla y hacer que muestre su verdadera faceta.
Tenía 17 y yo 22 años, no me importaba eso.
Se llamaba Kiara, tenia un cuerpecito muy atractivo y casi provocativo para mi.

El tiempo pasaba, yo me fui enamorando de ella y ella quizá también de mi. Yo estaba loco por verla.

Con ella experimente de todo, y sin verla, tuve ya sexo virtual. Era posesiva y celosa, pervertida y criollamente ‘’arrecha’’.
Me pedía que la inaugure, y que sea lo más antes posible. Y yo por supuesto, quería.
Quería hacerlo ya mismo.

Fueron dos veces en las que discutimos, fueron tonterías de ella, pero para Kiara no lo eran.
Ella lo tomaba en serio, yo rogaba y suplicaba su perdón y ella me lo concedía.
La frase popular: ‘’A la tercera, es la vencida’’, es real.

Recuerdo lo que me dijo, y recuerdo también lo que le dije, pero creo que es algo muy íntimo para contar en estas líneas…

Quien escribe, fue quien la dejó.
Me sentí liberado, feliz. Pero luego de ese transitorio momento, llegó lo que más temía.
El dolor llegó, entro y se posó sobre mi alma. Sentía varias cosas, sabía que no era amor. Pero como dicen: ‘’La costumbre, es más fuerte que el amor’’.
Es verdad.
Amanecer un día y sin el mensaje de: ‘’Buenos días bebé’’, era ya un dolor. Decirle ‘’amor’’, era ya cosa del pasado.
Había conocido a una chica que, si todo fue real, se había enamorado de mi, tal y como era.
No soy un monstruo, pero tampoco soy el prototipo de ‘’bonito’’ en la sociedad peruana.

Se me había hecho impresionante que una persona como yo, le parezca atractivo a una chica. Y además, que tenga deseos que yo sea su primera vez en ‘’el ring de las 4 perillas’’.

Sentía que había perdido no solo a una mujer que me quiso, sino también en tomar la pureza de una chica virgen. Perdí un el tesoro más grande que me pudo ella dar. No tuve otra escapatoria que reunirme con una ‘’conocida’’ que satisfacía mis necesidades carnales. Se llamaba Miluska, pero le decían ‘’Baby’’.
Es una increíble mujer.
Poseía un rostro de niña, unos pechos pequeñitos y lindos y un vistoso clítoris que no se dejaba mostrar por nada. Sus gemidos eran lindos, y casi a punto de terminar siempre daba un suspiro.
Aunque nos hayamos visto solo una vez por falta de dinero, obviamente por parte mía.

Ambos, Baby y yo, éramos cóncavo y convexo.
En las 3 faenas que mi cuerpo resistió, fui feliz.
Había olvidado a Kiara, la niña.
Quería que Miluska sea mi mujer, quería que me satisfaga como ya lo sabía hacer.
Acabando el tiempo, volví en mí y recordé a la niña.

Regresé a casa pensando en ella, lamentándome en dejarla.
Pero mi ‘’alter ego’’ me decía que hice lo correcto, que como hombre tenía que hacerme respetar y no ser el juguete de nadie. Sin embargo, aún me dolía.
Pasó el tiempo y seguí con mi vida, me fui poco a poco olvidando de Kiara.
Llegó un día que, en medio desenfreno, le volví a escribir.
Me aceptó y volvimos a jugar a los novios, a los amantes.
Yo con el papel de el hombre necesitado de sexo, y ella… Pues ella como la única que me podría dar eso.
Fui su marioneta durante este nuevo tiempo, hacia lo que quería conmigo, y a mi me gustaba. Lo llegué a disfrutar. Me gustó ser mandoneado por ella, me gustó que ella sea tóxica conmigo. Me gusto ser su juguete.

Algo que en la vida nunca falta, son las discusiones y también las deudas. En este tiempo para mi, fueron ambas. Algo que descubrí de ella, fue que era muy sexual. Quería estrenarse rápido, pero solo en mensaje. Era un teatro lo que hacía; saliendo del set, la cosa cambiaba. Pero era cierto que sí quería ser estrenada, pero no ahora.
Quería que sea conmigo, pero tampoco ahora.

En nuestras conversaciones, practicábamos el sexo virtual. Me excitaba mucho hacerlo con ella, y saber sobretodo que ella gozaba de eso.
Ella disfrutaba al ver una foto de mi región orgánica viril y yo disfrutaba leer sus comentarios provocativos y sexualmente obscenos. Nos queríamos, nos deseábamos, nos tocábamos el uno al otro. En nuestras mentes, ambos, ya habíamos hecho el amor.

Pasaron días y tuvimos discusiones, le rogaba que no me deje, que me había vuelto adicta a ella y que sin su compañía, yo no podría volver a ser el mismo. Ella volvía a mi; quizá por aflicción, pero volvía.
Yo era feliz, ese día celebraba. Había fiesta en mi corazón y todos estaban invitados.
Quedamos para vernos y conocernos por fin, saber cómo éramos en persona. Cómo era en persona aquella chica que me hacía feliz con sus mensajes…
Y por supuesto, cómo era el chico que le mandaba fotos de su miembro a ella. Miembro con el cual gozaba y se tocaba.
Ambos de por sí, fuimos sexualmente atraídos.
Aquella cita nunca se consumó, el día 13 de febrero del año 2024 quedamos en vernos. Un día antes de San Valentín.
Hablamos hasta las 11:39am… después de eso, desapareció y no supe más de ella.
Está demás decir y explicar cómo me sentí…
No la vi más, no supe de ella más.
La vida me había regalado una compañera, sin embargo, yo me encargué de decirle: ‘’No la necesito’’.
Cuando en realidad, rogaba por ello.
Mi vida continuó, a pesar del llanto y de la llaga aún abierta. Seguí adelante.
Nunca le tuve rencor por dejarme sin explicaciones, lo que sí me queda es agradecerle.
Darle gracias por iniciarme en el amor, en volver a sentir cariño, tristeza, alegría y pena por alguien; en haber experimentado todo eso con ella.
En sentirme querido y deseado.
Si algún día nos vemos, no puedo prometerte el no llorar pero lo que sí, es correr a tus brazos y decirte: ‘’Gracias por todo, niña mía’’.

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